El PSOE recuerda a Aznar que el Parlamento español "está en Madrid, no en Washington"

La intervención de José María Aznar ante los congresistas estadounidenses ha servido de argumento al PSOE para exigir de nuevo al presidente que comparezca ante el Congreso de los Diputados, el lugar "donde debe de explicar los motivos por los que respaldó una guerra en Irak apoyándose en informaciones falsas". Así lo ha denunciado el portavoz del grupo parlamentario socialista, Jesús Caldera, quien ha recordado al jefe del Ejecutivo que "el Parlamento español está en Madrid, no en Washington".

En todo caso, Caldera ha querido dejar claro que su partido no critica el hecho de que Aznar intervenga ante el Congreso de Estados Unidos, sino que no lo haga también en la cámara española, tal y como se reclama desde los bancos de la oposición. "Siempre que un presidente español comparezca en un parlamento tan importante como es el de Estados Unidos nunca merecerá una crítica de nuestra parte. No somos mezquinos y, por tanto, ese hecho no merece nuestra crítica, sino nuestro respeto", ha aclarado Caldera.

El portavoz socialista no ha tenido pelos en la lengua para denunciar "las mentiras con las que el Gobierno adoptó la decisión de participar en la guerra" y, por ello, han vuelto a pedir su comparecencia ante la Diputación Permanente del Congreso. Los antecedentes no son favorables para el PSOE. La Mesa de la Diputación rechazó ya una petición similar, pero los socialistas insisten en que este organismo sigue velando por los derechos constitucionales de los ciudadanos. "El señor Aznar participó en una guerra ilegal, ilegítima e inmoral que rechazaron la inmensa mayoría de los españoles. La justificación para hacer esa guerra fue la hipotética existencia de armas de destrucción masiva y el riesgo que el régimen iraquí suponía para nuestra seguridad y la seguridad internacional y su conexión con el terrorismo. Todo eso se ha demostrado que era falso", ha sentenciado Caldera.

"El impulso bélico" de Aznar

Los socialistas tienen intención de recurrir esa decisión de la Mesa de la Diputación y no descartan la posibilidad de recurrir al Tribunal Constitucional por entender que se están limitando los derechos fundamentales de los ciudadanos. Caldera ha rechazado además los argumentos del Ejecutivo de que la información se basaba en datos de la ONU puesto que los inspectores de armas "tuvieron que dimitir porque no pudieron aportar pruebas" de su existencia y fracasaron en su intento de frenar "el impulso bélico" de Bush, Blair y Aznar.

Ha insistido también en que existen documentos del Centro Nacional de Inteligencia sobre la situación de Iraq antes de la guerra porque así lo aseguró públicamente el director de los servicios secretos el 11 de septiembre de 2002 en una conferencia organizada por el Instituto Elcano. "Sabemos por algunas informaciones", ha explicado Caldera, que esos informes del CNI "contradecían las tesis de Aznar y le advertían que no había armas de destrucción masiva en Irak, que no tenía conexiones con el terrorismo y que no era una amenaza cierta e inminente para la seguridad internacional", ha añadido.