Esquerra condiciona un acuerdo con CiU a que no pacte con el PP tras las elecciones generales

La segunda jornada de negociaciones para formar Gobierno en Cataluña tras las elecciones autonómicas del pasado 16 de noviembre ha reducido aún más el abanico de posibilidades. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que ayer se reunió con el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), ha mantenido hoy un encuentro con Convergència i Unió (CiU) y le ha dejado claro que no formará un frente nacionalista que coloque a Artur Mas en la Generalitat para que éste pacte luego con el Partido Popular tras las elecciones generales del próximo mes de marzo.

Convergència i Unió (CiU) ganó los comicios al obtener 46 de los 135 escaños posibles, cuatro más que los socialistas liderados por Pasqual Maragall. Éste último aventajó sin embargo a los nacionalistas en casi 8.000 votos (un 0,24%). ERC desbancó al Partido Popular como tercera fuerza política al crecer de 12 a 23 escaños, aunque los populares también subieron (de 12 a 15). Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) pasó de cinco a nueve.

Cuatro posibilidades

Con el listón de la mayoría absoluta en los 68 escaños, ERC se ha erigido en árbitro de las posibles alianzas de Gobierno. Junto con CiU sumaría 69 asientos en el Parlamento autonómico, en un posible frente catalanista que provoca escalofríos al Ejecutivo español; mientras que una alianza con los socialistas precisaría de la concurrencia de ICV-EUiA para aglutinar la mayoría de izquierdas (en este caso, 74 escaños) que llevaría a Maragall al palacio de la Generalitat.

Además, también se han barajado otras dos posibilidades: que los cuatro partidos (todos los que han obtenido representación parlamentaria, excepto el PP; todos los que apoyan la reforma del Estatuto, en cualquier caso) se unan en un Gobierno de concentración, opción por la que apuesta ERC; o que CiU gobierne en solitario y en minoría.

¿Un Gobierno de concentración?

La reunión de ayer entre socialistas y Esquerra sirvió para descartar esta última opción; ambos partidos coincidieron en su rechazo a que Mas sea elegido en minoría (para lo cual, el PSC debería abstenerse en la sesión de investidura) y gobierne provisionalmente hasta ver que ocurre en las generales de marzo.

La otra condición que ERC impuso ayer a los socialistas para llegar a un acuerdo de Gobierno fue que el nuevo Ejecutivo investigue los posibles casos de corrupción de los últimos años en el ámbito de la Generalitat, y se imponga la exigencia de "manos limpias y transparencia". El PSC aceptó también este punto, que hoy ha sido trasladado, con el anterior, a CiU.

Pero además, Esquerra ha querido dejar claro que considera "incompatible" con su programa llegar a un acuerdo de Gobierno nacionalista en Cataluña para que luego CiU firme pactos en Madrid tras las elecciones de marzo que mantengan al Partido Popular en el poder. Uno de los negociadores de ERC, Joan Puigcercós, ha afirmado tras la reunión que, mientras que el PSC se mostró ayer contrarios a formar un Gobierno de concentración, hoy CiU "no ha descartado la propuesta". De hecho, el secretario general de los convergentes, Josep Antoni Duran Lleida, ha señalado tras la reunión que acepta la oferta de los republicanos de un gobierno de concentración con el PSC para llegar a un pacto antes de la constitución del Parlament, el próximo 5 de diciembre.