El párroco de Maruri abandonará su puesto por no poder soportar las "presiones"

El cura párroco de Maruri, Jaime Larrinaga, abandonará su parroquia el próximo domingo tras despedirse de sus feligreses, según han informado fuentes próximas al párroco. Larrinaga, párroco de la localidad de Maruri, cerca de Bilbao, desde hace 34 años, es el primer párroco que ha tenido que recurrir a escolta por las críticas a ETA y al nacionalismo vasco vertidas desde su púlpito.

El religioso ha sufrido numerosas "presiones" en los últimos tiempos, según han explicado sus íntimos, por lo que acordó hace algunas semanas su marcha de la localidad con el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, con quien también se puso de acuerdo en el próximo destino, aún desconocido.

Además de los pasquines y concentraciones contrarias a él que se han venido desarrollando durante meses tras cada misa dominical, por un grupos de vecinos, Larrínaga vivió "como un golpe brutal", según estas mismas fuentes, el "vacío" que sufrió cuando un grupo de padres pidió que no celebrara la catequesis de sus niños y, posteriormente, la Primera Comunión.

Tras la misa dominical de ayer, el propio Larrinaga hizo saber a sus más allegados algunos de los mensajes que pronunciará a su feligresía en la misa del próximo domingo, a modo de despedida. En ella explicará las razones de su abandono.

La figura Larrinaga saltó a la luz pública hace un año, cuando se convirtió en el primer cura que recurría a la protección de la escolta por sus críticas a la Iglesia vasca y a los nacionalistas. Su nombre apareció incluso en cierta documentación requisada a ETA en Francia.

Críticas de Savater

El filósofo Fernando Savater se ha referido hoy a la renuncia de Larrinaga y ha criticado al PNV por haber provocado, con sus presiones, la salida del cura. Para Savater, esto "es un síntoma más de lo que está pasando en el País Vasco, para el que quiera enterarse, que por lo visto no es todo el mundo". A juicio de Savater, hay que pedir responsabilidades al culpable de lo que está ocurriendo en el País Vasco, es decir, "a los gobernantes", a los que ha tachado de "enemigos de gran parte de la población". Savater cree que la resolución de este conflicto es una derrota para el PNV, porque "el resto de la población se dará cuenta de lo que significa".