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España y Marruecos abren "una nueva etapa" en sus relaciones con una cumbre el próximo otoño

Aznar y Driss Jettu entierran las tensiones entre ambos países durante su encuentro en Toledo

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha confirmado esta tarde la celebración de una reunión de alto nivel con Marruecos el próximo mes de octubre, algo que no ocurría desde 1999, para acabar de normalizar las relaciones con el país vecino. El anuncio lo ha hecho en presencia de Driss Jettu, el primer mandatario marroquí que visita España desde la crisis diplomática que encalló las relaciones entre los dos países en octubre de 2001. La celebración de dicha reunión servirá para reanudar las cumbres bilatares anuales, que se encuentran suspendidas desde el pasado año.

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Tras el encuentro de ambos mandatarios en la finca de los Quintos de Mora (Toledo), Aznar ha confirmado la celebración de la cumbre, "la mejor prueba de las buenas relaciones entre ambos países", según sus palabras. En cuanto al primer acercamiento escenificado hoy, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que éste ha sido "sumamente positivo". Además, ha reiterado la solidaridad de España con Marruecos tras los atentados de Casablanca y ha anunciado que su Gobierno "apoyará activamente" la candidatura de Marruecos para organizar el Campeonato del Mundo de Fútbol para el año 2010.

El mismo punto de vista ha sido compartido por el primer ministro marroquí: "Soy muy optimista sobre la perspectiva de nuestra relación y estoy convencido de que el día de hoy marcará una nueva etapa". Durante su encuentro, ambos dirigentes han repasado asuntos bilaterales como la cooperación en la lucha contra el terrorismo, la inmigración y la agenda internacional tras la crisis de Irak y los últimos acontecimientos en Oriente Próximo.

Jettu tenía máximo interés en visitar España porque nuestro país asume durante todo julio la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU y es en ese mes cuando se sabrá si finalmente el plan Baker de paz para el Sáhara sigue adelante o no. Marruecos ve con recelo el texto porque cree que pone en cuestión su soberanía sobre un territorio con reservas de petróleo cuya explotación el reino alauita ya ha comprometido con firmas francesas y estadounidenses; algo que Argelia, retaguardia del Frente Polisario, y en menor medida España, antigua potencia colonial, nunca han visto con buenos ojos.

La toma del islote

Siempre veladamente, ése ha sido uno de los factores que ha estado detrás del año y medio de conflicto que han vivido ambos países y que el encuentro de hoy entre Aznar y Jettu ha intentado clausurar. El país magrebí comenzó quejándose por el trato despectivo de la prensa española hacia Mohamed VI y el régimen que le sustenta, al que se acusaba de desinterés por perseguir la inmigración ilegal, y luego eso se fue mezclando con intereses más prosaicos, como las negociaciones de pesca y otras en el marco de la UE.

Pero lo que ha permanecido en el fondo era el interés de Marruecos en utilizar todo lo que estuviera a su alcance, invasión de Perejil incluida, para obligar a España a cambiar de postura en la crisis del Sáhara. No obstante, las aguas han ido volviendo a su cauce paulatinamente con gestos amistosos por las dos partes. En noviembre pasado, antes de la vuelta de los embajadores, el rey Mohamed VI tomó la iniciativa y ofreció al Gobierno español los caladeros marroquíes para que la flota gallega de bajura afectada por el desastre del Prestige pudiera faenar en aguas de la plataforma continental marroquí.

Después, ya en enero, una delegación de la CEOE encabezada por su presidente, José María Cuevas, viajó a Rabat para proseguir los contactos comerciales e incluso se vio con el primer ministro Jettu, que fue nombrado el 9 de octubre de 2002 y heredó el problema con España de su antecesor, el socialista Abderraman Yusufi. Con ocasión de los atentados de Casablanca, el pasado 17 de mayo, en los que murieron 40 personas, cuatro de ellas españolas, las relaciones bilaterales cobraron nuevo impulso. Hasta la segunda ciudad marroquí viajó el ministro de Interior, Ángel Acebes, para ofrecer la colaboración antiterrorista. Días después también lo hizo la titular de Exteriores, Ana Palacio.

Aznar y Driss Jettu se saludan en la finca toledana de Los Quintos de Mora.
Aznar y Driss Jettu se saludan en la finca toledana de Los Quintos de Mora.R. GUTIÉRREZ

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