Blanco afirma que "se exige demasiado en poco tiempo" a la nueva dirección del PSOE

El resultado en la Comunidad de Madrid en las elecciones del domingo sigue provocando un cruce de declaraciones entre populares y socialistas. Mientras Simancas busca un acuerdo estable con Izquierda Unida para gobernar durante los próximos cuatro años, la popular Esperanza Aguirre asegura que todavía no da por perdida la comunidad.

Aunque el PSOE cantó victoria tras conocerse los resultados del 25M, cuando arañó unos miles de votos más que el PP para convertirse en el partido más votado, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha diluido hoy un tanto el triunfalismo y, tras un análisis más detenido de las elecciones del domingo, ha concluido que al equipo dirigente del PSOE se le exige "demasiado en poco tiempo", recordando que sus integrantes llegaron al partido en momentos en que este estaba "en descomposición, con un nivel de enfrentamiento muy notable y en el que cada uno campaba a sus anchas y decía lo que quería, además de no tener referencia de liderazgo".

En cambio, ahora el PSOE tiene un liderazgo consolidado, según Blanco, aunque ha reconocido, respecto a los equipos, que "todo es mejorable". Para los próximos meses, Blanco ha apostado por "agudizar y perfilar la estrategia, hacer posible que más gente participe del proyecto, hacer visible la alternativa y cohesionar sus políticas y mejorar la comunicación" en el seno del partido. Con estas salvedades, Blanco ha pronosticado que en las generales del año próximo los socialistas ganarán al PP por un millón de votos de diferencia.

Veteranos y noveles

Aun así, el dirigente socialista entiende que el partido tiene "más equipo y mejor preparado" que el que tenía el partido en 1982 (cuando Felipe González ganó las legislativas por mayoría absoluta), entre otras cosas porque cuanta con dirigentes de aquella época junto a una nueva generación.

Blanco, como máximo responsable del Comité Electoral Federal, ha reconocido que los resultados de las elecciones del domingo eran previsibles y que sólo le han sorprendido las mayorías del PP en Granada y en Baleares. En todo caso, dentro de lo previsible "se fue finalmente a las cotas más perjudiciales para el PSOE".

A su juicio, la derecha consiguió el 25M movilizar a su electorado, mientras la izquierda no, de manera que en los lugares hegemónicos del PP sus simpatizantes votaron al mismo nivel que en unas generales y en los feudos del PSOE la media fue de 5 puntos menos. "La derecha se movilizó ante la llamada de socorro de Aznar", ha resumido.