Cerca de 250.000 personas marchan en Madrid contra la catástrofe del 'Prestige'
Los convocantes, Nunca Máis, hablan de un millón y medio de personas, mientras la Delegación del Gobierno reduce la cifra a 100.000
La plataforma ciudadana Nunca Máis esperaba que la marcha contra la gestión de la catástrofe del Prestige en Madrid fuera multitudinaria. Y así ha sido. Desde primera hora de la mañana, decenas de miles de personas se han concentrado en el Paseo del Prado, donde esperaban a que arrancara la cabeza de la manifestación que, debido a la espectacular afluencia de manifestantes, se ha tenido que trasladar de la glorieta de Atocha a la plaza de Neptuno. Desde allí, la marcha ha recorrido el trayecto hasta la Puerta del Sol, donde el acto ha culminado con la lectura de un manifiesto a cargo del escritor Manuel Rivas en el que ha exigido dimisiones al Gobierno por "actuar tarde y mal".
Entre las habituales disputas por la cifra de asistentes -los organizadores hablan de un millón y medio mientras que el Gobierno se queda en 100.000; según cálculos de este periódico, unas 250.000 personas-, la marcha ha empezado su camino lentamente sobre las 12.10 horas con decenas de miles de personas desplazadas desde Galicia, dirigentes políticos y sindicales y asociaciones ecologistas en demanda de dimisiones y más medios. Las banderas de Nunca Máis -la enseña gallega con el fondo negro del chapapote que invade la región desde noviembre- han sido las protagonistas absolutas de la marcha, liderada por un siniestro fantasma: un barco que recordaba el petrolero hundido sobre un gigantesco tráiler. Entre los sones de gaitas y tambores, muchos manifestantes han lucido monos blancos y crespones negros. La propia Cibeles ha sido ataviada con una mascarilla como las usadas por los limpiadores de chapapote.
El acto de cierre ha comenzado hacia las 14.30 horas en la Puerta del Sol, con los actores gallegos Miguel de Lira y Víctor Mosqueira como "maestros de ceremonias", con continúas críticas cargadas de ironía. A continuación, se han dirigido a los presentes los actores Luis Tosar y Juan Diego Botto, que han cedido la palabra a un portavoz de los voluntarios de limpieza. Después, han intervenido la presidenta de la Asociación de Mariscadores de Cabo de Cruz (A Coruña) y el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de O Grove (Pontevedra). Acto seguido, la banda pop zaragozana Amaral ha puesto la nota musical y Manuel Rivas ha leído el manifiesto de la marcha.
Rivas ha acusado al Gobierno de actuar "tarde y mal" en el caso del petrolero, por lo que, al igual que durante muchos momentos de la marcha, ha reclamado las dimisiones del ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Bajo el título de Da dignidade, el manifiesto leído por Rivas califica de "penosa" la gestión del Gobierno y pide "un verdadero Plan Galicia con plazos determinados y asignación de recursos".
Asimismo, exige la "limpieza completa del litoral y del mar", y que "se pongan en marcha medios de prevención, un verdadero protocolo de actuación urgente y planes sectoriales, además de inspecciones rigurosas". En este sentido, ha reclamado esfuerzos de las autoridades para "crear un espacio europeo de seguridad marítima" y "una normativa de responsabilidad medioambiental", así como "una solución definitiva para el barco hundido, que en las condiciones en las que se encuentra supone para Galicia y el Cantábrico un castigo".
Zapatero y Llamazares, en la marcha
En la marcha, convocada cuando se cumplen 100 días del accidente, que ha causado la mayor catástrofe ecológica de la historia de España, ha estado presente el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. El líder socialista se encontraba acompañado por Emilio Pérez Touriño, jefe de filas del PSdG. También estaban presentes el portavoz del BNG, Xose Manuel Beiras, y el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, así como los líderes de los dos sindicatos mayoritarios. Los representantes políticos han caminado tras la segunda de las pancartas, con el lema Menos propaganda e máis compromisos para a recuperación do noso país, que cobijaba a los sectores afectados por el vertido. En la primera, que encabezaba la marcha, podía leerse Nunca Máis, Queremos coñecer a verdade y Esiximos responsabilidades.
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