La Audiencia condena a 15 años de cárcel al capo del 'clan de los Charlines'
Manuel Charlín Gama y otros 13 procesados crearon un entramado empresarial con el fin de blanquear dinero del narcotráfico
La Audiencia Nacional ha condendo hoy a penas de entre 4 y 15 años y multas de entre 5.700.000 y 300.000 euros a 14 miembros del llamado clan de los Charlines, por crear un entramado empresarial con el fin de blanquear dinero procedente del narcotráfico. El patriarca del clan, Manuel Charlín Gama, ha sido acusado de varios delitos de blanqueo y fraude fiscal, y condenado a 15 años de cárcel.
Las máximas penas, de 15 años de cárcel, han recaído sobre el líder de la organización, condenado también al pago de una multa de 2.916.000 euros, y su hija Josefa Charlín Pomares, extraditada por Portugal en diciembre de 2000 tras permanecer siete años huida y a la que se considera responsable última de la gestión económica del clan, por lo que a ella ha correspondido la multa más elevada, 5.700.000 euros.
Dinero destinado a la prevención de toxicomanías
En su sentencia, el tribunal acuerda también decretar el decomiso de todos los bienes adquiridos con dinero procedente del narcotráfico para destinar, "al menos el 50% de su producto, a programas de prevención de toxicomanías, asistencia de drogodependientes e inserción social y laboral de los mismos".
Además, cinco de los condenados -Manuel Charlín Gama, su mujer Josefa Pomares, sus hijos Josefa y Oscar Charlín Pomares y la mujer del también condenado Manuel Charlín Pomares, Manuela Nine Suárez- deberán indemnizar a la Hacienda Pública con cantidades que llegan hasta los 835.000 euros.
La Sala acuerda también la disolución de 11 sociedades creadas con dinero procedente del narcotráfico, así como la clausura de sus locales. Según el relato de hechos probados, los catorce condenados "integraban una estructura organizada que ocultaba, transformaba e introducía en el circuito financiero y comercial legal grandes cantidades de dinero procedente de la actividad ilícita de tráfico de drogas", de la que considera que no formaba parte la procesada absuelta, María Teresa Charlín Pomares, "que estaba enemistada con su familia".
También usaban testaferros como los condenados a penas de entre 4 y 6 años y multas de entre 300.000 y 500.000 euros Rubén Pérez Conles, Manuel Santorum, José Luis Lizaba, Pacuale Imparato y el abogado Luis Piñeiro Vidal, que también ha sido condenado a 6 años de inhabilitación para el ejercicio de la abogacía.
