El PSOE cree que es pronto para abrir los caladeros afectados por el fuel
Arias Cañete considera que ya es posible una apertura progresiva
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, ha dicho que ya es posible la apertura "ordenada y progresiva" de algunos de los caladeros de pesca afectados por la catástrofe del Prestige, y que ésta podría ser a mediados de febrero. El PSOE ha respondido que considera precipitada la decisión, ya que sigue llegando chapapote a las playas.
En declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, antes de comparecer en la comisión de Agricultura y Pesca de la Cámara, Arias Cañete ha dicho que ya hay zonas del caladero en que todos los análisis que se confirman son positivos y que, por lo tanto, pueden abrirse de nuevo a la pesca. En concreto, ha apuntado que ya hay zonas de la costa en las que ya se puede contemplar la apertura del arrastre y probablemente del marisqueo pero ha insistido en que eso será pactado con las cofradías de pescadores y la Xunta de Galicia.
El portavoz del PSOE, Ceferino Díaz, ha respondido a las declaraciones de Arias Cañete asegurando que es prematuro y arriesgado reabrir las zonas de pesca, porque el Prestige sigue soltando dos toneladas al día de fuel, y el chapapote sigue llegando a las playas. Díaz ha pedido "calma" al Gobierno, ha quien ha acusado que querer "pasar página" porque tiene un "problema de imagen". Diaz ha asegurado que el problema de los pescadores es de supervivencia y de futuro, y que no quieren arriesgar más de lo necesario.
Contestación a Francia
En relación a las críticas del secretario de Estado de Mar y Transportes francés, Dominique Bussereau, sobre la decisión española de alejar el Prestige a alta mar, el ministro Arias Cañete ha respondido que esta postura fue "inteligente" y ha lamentado la declaración.
Busserau realizó estas críticas en la Asamblea Nacional francesa, justo el mismo día en que manchas de chapapote llegaban a las playas de Biarritz, San Juan de Luz, Hendaya y Anglet, en el listoral del País Vasco francés. Se trata de la mayor llegada de petróleo a esta zona y, en el caso de varias ciudades costeras, la primera desde que el pasado mes de noviembre se hundiera el Prestige frente a las costas gallegas.
Otra concentración de fuel se encuentra frente a las costas del sur francés, por lo que una flotilla ha sido desplegada en la zona para evitar que el chapapote llegue a las playas, según un portavoz de la Prefectura Marítima del Atlántico en Brest (Noroeste). Frente a San Juan de Luz se han instalado barreras flotantes para impedir que la contaminación penetre en el puerto y en la desembocadura del río Bidasoa, que sirve de frontera entre España y Francia. Similares medidas serán tomadas frente a la cuenca de Arcachon, cerca de Burdeos (suroeste), también amenazada por la contaminación.
El mal tiempo impide las tareas de limpieza
El mal tiempo que afecta a Galicia ha impedido nuevamente la salida de la mayor parte de las embarcaciones que trabajan en la recogida de vertidos del petrolero hundido y dificulta las labores de limpieza de las playas, según han informado protección civil y las cofradías de pescadores gallegas. En los municipios de Muxía, Camariñas, Carnota y Malpica los voluntarios sí están limpiando las playas, pero sólo las de fácil acceso.
Lo mismo ocurre en Cantabria donde sólo ha podido salir a reconocer la zona un helicóptero. El delegado del Gobierno en Cantabria, Alberto Cuartas, ha asegurado que tan pronto como la climatología lo permita los barcos pesqueros saldrán a rastrear la "gran superficie" donde se encuentra la mayor concentración de fuel.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
