La agencia espacial china lanza con éxito su cuarta nave no tripulada
China, que quiere alcanzar a EE UU, Rusia y Europa en la carrera espacial, planea mandar un astronauta al espacio antes del fin de esta década
China ha lanzado esta madrugada su cuarta nave no tripulada, el Shenzhou IV (Bajel Divino IV), que se ha colocado sin problemas en la órbita prevista. Se trata de un paso más para la carrera espacial de un país que quiere alcanzar a EE UU, Rusia y Europa en este campo y mandar un astronauta chino al espacio antes del fin de esta década.
La nave, de tecnología rusa, ha sido lanzada a las 00.40 hora local (17.40 hora de ayer domingo en España) en la base espacial de Jiuquan, en una desértica zona del noroeste del país y será utilizada para investigar los efectos del futuro viaje tripulado que prepara China, en torno al año 2005. El viaje espacial está siendo supervisado por el centro de control situado en la ciudad de Xian, en el centro norte del país, apoyado en la operación por tres buques situados en los océanos Indico, Pacífico y Atlántico.
La agencia estatal china, Xinhua, destaca hoy en una nota oficial que el lanzamiento, llevado a cabo con el cohete propulsor Larga Marcha II -que debe su nombre a la epopeya de Mao Tse Tung-, es el 27º con éxito de la agencia espacial nacional desde 1996 y es "un paso hacia el primer viaje tripulado de un astronauta chino". El lanzamiento de las cuatro cápsulas Shenzhou ha sido mostrado con orgullo en todo momento, pero los detalles del proyecto espacial están envueltos en el secretismo, ya que los resultados de las investigaciones podrán ser usados con fines militares.
Formación de futuros astronautas
Por esa razón, el Gobierno chino todavía no ha revelado la fecha exacta del primer vuelo tripulado, y no suele informar con antelación de lanzamientos como el de hoy. Todo parece indicar que el programa espacial chino, iniciado en 1992, se está acelerando, ya que en menos de un año el país ha lanzado dos naves (Shenzhou III y IV). La primera de las cápsulas, el Shenzhou I, fue lanzada en noviembre de 1999, y más de un año después, en enero de 2001, se lanzó el Shenzhou II.
El Shenzhou III, que regresó recientemente a la Tierra, estuvo en órbita 180 días, dando 2.821 vueltas alrededor de nuestro planeta, y, según los responsables del proyecto, podría haber transportado ya personas en su interior. Los medios oficiales han informado en los últimos meses de que ya se ha iniciado el programa de formación de futuros astronautas, destacando que la fisiología del ciudadano chino medio -de baja estatura, delgado y ágil- es "idónea" para un eventual viaje al espacio.
Los posibles cosmonautas, una decena de pilotos de las Fuerzas Aéreas del Ejército Popular de Liberación, fueron escogidos hace unos años y tras su entrenamiento serán sometidos a una última selección en el futuro, ya que no todos ellos viajarán al espacio. Alguno de ellos podría estar siendo formado en Rusia, según aseguran medios de comunicación internacionales en Pekín. Shu Shuangning, comandante de este grupo de futuribles astronautas, ha asegurado a la prensa china que sus hombres "ya están completamente preparados para tripular una nave espacial".
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