El Rey apela a la "unidad" de todos para terminar con la "calamidad" del 'Prestige'

La catástrofe ecológica y económica provocada por el hundimiento del Prestige frente a las costas gallegas ha centrado el tradicional discurso navideño del Rey Juan Carlos. El monarca ha apelado a la unidad de todos para "poner fin cuanto antes a esta calamidad". "Quiero dedicar mis primeras palabras a cuantas familias viven momentos de dolor o de especial dificultad en estas fechas tan entrañables para todos", ha comenzado el monarca. "Destacan las numerosas familias, en particular gallegas, que estas Navidades sufren los daños causados por el accidente del Prestige. Junto con el de mi familia, recibid todo mi afecto. Que todos unidos seamos capaces de poner fin cuanto antes a esta calamidad", ha indicado.

Según don Juan Carlos, "el desastre ocurrido en Galicia" nos enseña que el medio ambiente "debe de ser una de nuestras principales preocupaciones" porque constituye un legado "único e irrepetible, fuente de vida y progreso que tenemos la obligación de transmitir a las futuras generaciones".

Por último, ha destacado el papel de los voluntarios que retiran el chapapote de las costas. "Tenemos una juventud generosa, presente en numerosas ONGs en todo el mundo, ayudando a los más necesitados. La misma que en Galicia está ofreciendo su esfuerzo personal. Esta juventud es nuestra esperanza y nuestro futuro. Es una juventud preparada y que debe estarlo mejor cada día. he aquí una gran responsabilidad del Estado y la sociedad", ha ensalzado el monarca.

La Constitución frente al terrorismo

El segundo gran tema que ha abordado el monarca en su mensaje es el del terrorismo y las propuestas del nacionalismo vasco para superar el actual marco jurídico, para advertir que "el marco constitucional legitima a la sociedad democrática para combatir toda actividad terrorista, contando con los medios que proporciona el Estado de Derecho".

La Constitución de 1978, ha señalado, "basada en un amplio consenso reflejado en un gran pacto, logró articular diversidades y articular discrepancias". "Nos ha aportado un modelo equilibrado de convivencia. Nadie puede negarle este valor, porque su virtud principal ha sido vertebrar a España como Nación plural, integradora de su rica diversidad, y garantizar los derechos y libertades de todos los españoles por igual".

"No nos cansaremos de decir que el terrorismo no tiene justificación; es un crimen cobarde y un secuestro de las libertades,que atenta contra la seguridad y la estabilidad que los ciudadanos reclaman legítimamente. El terrorismo es rotundamente inmoral", ha añadido. A las víctimas del terrorismo, que han sufrido un "desgarro despiadado", don Juan Carlos ha enviado su afecto y el de su familia, para a continuación expresar su "gratitud profunda" a los miembros de las fuerzas de seguridad "que dedican sus vidas a velar por nuestros derechos y libertades".

El problema de la vivienda

El mal momento de la economía en el mundo también ha estado presente en la alocución del monarca. Don Juan Carlos ha aludido a las dificultades que ha atravesado este año la economía mundial, y tras afirmar que la economía española "ha podido amortiguar los efectos de la situación internacional", se ha mostrado "consciente de las incertidumbres económicas que aún llegan a muchos hogares".

En ese terreno, ha expresado el deseo de que España sea un país "cada vez más equilibrado y justo" en los distintos aspectos sociales, y ha recordado que la vivienda, es "una aspiración particularmente sentida por tantos jóvenes". Pero también ha dado un toque de atención a las edades en que las empresas están jubilando a sus empleados al aludir a "los ciudadanos de edad con excelente formación y experiencia", y ha dicho que "sería un derroche prescindir de ese capital humano y de los grandes servicios que pueden prestar".

No obstante, don Juan Carlos ha pedido "plena confianza en el futuro" que "puede y debe" tener un país como España, que ha sabido "realizar transformaciones históricas", para afrontar ahora los cambios y transformaciones que vive un mundo "que se mueve cada vez más por estímulos globales".

El monarca también ha reclamado la solidaridad y ayuda para las personas más desfavorecidas de la sociedad, como aquellas que están atrapadas por drogodependencias, o quienes padecen discapacidades, y también ha recordado el deber de protección para "los menores y mujeres que sufren abusos y malos tratos". "Seamos cada vez mas solidarios", ha pedido también don Juan Carlos para recibir a quienes "llegan a nuestro país en busca de mejores oportunidades económicas y sociales", que han de encontrar en el sistema democrático español unos valores "que está llamados a disfrutar, respetar y asumir".

La "indispensable" cooperación internacional

En el capitulo internacional, el Jefe del Estado ha recordado que la cooperación es "hoy indispensable" para poder "reaccionar adecuadamente ante acontecimientos que tiene lugar no solo en España sino en el exterior", y que influyen de forma directa o inmediata a nuestros intereses".

En ese apartado de asuntos que requieren de la cooperación y "repercuten en nuestra vida diaria", el Rey ha citado el terrorismo, determinadas crisis políticas y económicas, o "situaciones que afectan a nuestra seguridad, que tienen lugar mas allá de nuestras fronteras".

Ha mostrado también su satisfacción por la "capacidad y buen hacer" demostrado por España en su tercera presidencia de la Unión Europea. En ese contexto, se ha referido a la importancia de la puesta en circulación del euro y a la "decisión histórica" de ampliar la UE, algo que plantea "importantes oportunidades que, sin duda, sabremos aprovechar". El Rey ha cerrado su alocución anual con el recuerdo de los españoles que viven fuera del país, y también con la expresión de la confianza de la Corona "en el gran potencial de España y de todos y cada uno de sus ciudadanos".