Fernández Iradi, un veterano del 'comando Buruntza'

El presunto etarra Ibón Fernández de Iradi, arrestado hoy cerca de Bayona, está acusado de 18 atentados, entre ellos los asesinatos del político Juan María Jáuregui, el empresario José María Korta, el ertzaina Mikel Uribe y el directivo del Diario Vasco Santiago Oleaga.

Nacido en San Sebastián, el 8 de diciembre de 1971, Fernández de Iradi, alias Susper, está acusado de haber pertenecido al comando Buruntza de ETA, un grupo que comenzó a actuar después de la tregua que ETA mantuvo hasta diciembre de 1999 y que formaba parte del llamado complejo Donosti. El 22 de agosto de 2001 la Ertzaintza desmanteló el Buruntza, al que atribuyó la mayoría de los atentados en Guipúzcoa después de la tregua. Se hallaron entonces 160 kilos de explosivo, un coche bomba preparado para un atentado y abundante armamento y munición en viviendas de Zizurkil, Lasarte y Zaldibia.

Susper, quien supuestamente era miembro liberado -a sueldo de la banda terrorista- de uno de los taldes del Buruntza, escapó de la operación policial, al igual que Odei Galarraga Irastorza y la también presunta liberada Ainhoa García Montero, alias Laia, quien también podría haber sido detenida hoy junto a Ibon Fernández de Iradi.

El 26 de agosto del pasado año, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dictó una orden de busca y captura internacional contra él por su supuesta participación en 18 atentados, entre ellos los asesinatos del político Juan María Jáuregui, el empresario José María Korta, el mando de la Ertzaintza Mikel Uribe y el director financiero del Diario Vasco Santiago Oleaga.

Huido desde noviembre de 2001

Su pista se esfumó hasta el 28 de noviembre de 2001, cuando la Gendarmería francesa le identificó como el autor de los siete disparos que dejaron malherido a un agente que se disponía a pedir la documentación a los dos ocupantes de un coche en un control de carretera en la localidad de Monein, a las afueras de Pau. Su acompañante fue identificado días después como Antonio Agustín Figal.

Tras el tiroteo, los dos presuntos etarras robaron un vehículo exhibiendo una pistola en el que llegaron hasta la estación de Oloron. Allí solicitaron un taxi que les condujo a Mauleon, al pie de los Pirineos, dónde su pista se perdió.

Las fuerzas de seguridad españolas consideran que éste era en la actualidad uno de los jefes de los comandos ilegales de ETA y que sustituyó por tanto en la dirección a los etarras José Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica, detenidos el pasado 16 de septiembre.