Cascos dice que su única responsabilidad sobre el 'Prestige' es "no haber sido profeta"

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, ha asumido en A Coruña todas las decisiones que se tomaron en los primeros días tras el naufragio del Prestige, como la de remolcar mar adentro el petrolero con el casco partido. No obstante, ha señalado que "la única responsabilidad política" que asume es la de "no haber sido profeta para saber que el barco iba a reventar frente a las costas gallegas".

Siguiendo la senda del presidente del Gobierno, que ayer estuvo tres horas en Galicia por primera vez desde que hace 32 días naufragara el buque, el ministro Álvarez Cascos ha viajado esta mañana a A Coruña para entonar su mea culpa particular y repetir el breve recorrido de Aznar. Primero ha acudido a la torre de control de la Capitanía Marítima en A Coruña, donde está instalado el centro de coordinación de la crisis del Prestige que coordina la Vicepresidencia del Gobierno. Sobre las 14.00 horas, el ministro ha ofrecido una rueda de prensa antes de partir para Bilbao, donde mantendrá otra reunión con los equipos de Marina Mercante y Sasemar.

Durante la comparecencia, Álvarez Cascos, que fue muy criticado por sus fines de semana de caza y esquí en pleno estallido de la crisis, ha asegurado que al alejar el buque "evitó una catástrofe de consecuencias ecológicas inimaginables", según informa Xosé Hermida. Un tercer miembro del Gobierno se ha sumado al reconocimiento de errores en las últimas horas. Se trata del vicepresidente Mariano Rajoy, que ha señalado en una entrevista a El Faro de Vigo que "los gallegos han estado mucho mejor que los dirigentes políticos, incluido el Gobierno", al tiempo que admite que la coordinación del Gobierno no fue la correcta y que fueron "poco ágiles".

A tres millas de Asturias

Mientras tanto, en las rías Bajas los elementos se han conjurado para hacer vanos los esfuerzos de los marineros, que hasta ahora han mantenido las Rías Bajas a salvo. El viento sopla del suroeste rolando al sur, hay marejada a fuerte marejada y mar de fondo del oeste. Si no mejora el tiempo, que dificulta las labores de limpieza, una tercera marea negra caerá entre hoy y mañana sobre la zona. Para frenarla, las cofradías de Arousa han movilizado a 3.000 barcos que ya han retiraro varias toneladas de chapapote de Silleiro, a la entrada de Vigo. En la playa de O Rostro (Finisterre) se ha localizado esta mañana fuel y otras dos se acercan a la isla de Sálvora (Ría de Arosa).

Sobre la mancha de chapapote, Cascos ha informado de que la mancha de fuel más cercana a la costa está a tres millas al nordeste de Llanes (Asturias), mide dos millas por diez metros y es "de color marrón y espesa". El ministro ha añadido que la mayor condensación de manchas fragmentadas se encuentra a 28 millas al sudoeste de Cabo Silleiro, en un área rectangular de 18 millas por seis de ancho y hay localizadas manchas irisadas de 200 por 65 metros y de 150 por 50 de poca densidad en la zona del hundimiento del petrolero. Su departamento calcula que, del 13 de noviembre al 31 de diciembre, el coste de todas las operaciones oficiales de salvamento y limpieza asciende a 80 millones de euros.

Abandono de lo público

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aprovechado su presencia en el acto de clausura del V Congreso para cargar de nuevo contra el Gobierno por la gestión de la crisis del Prestige. Según Zapatero, el desastre ecológico en Galicia ha revelado "las consecuencias de la política de abandono de los servicios públicos que durante años ha practicado el Gobierno del PP".

Asimismo ha considerado que "la actuación del Gobierno del Partido Popular respecto a lo ocurrido en Galicia, es un ejemplo de la política que ha ejercido en los últimos años", ya que, a su juicio, revela "las tentaciones autoritarias" del Ejecutivo de Aznar, que "tratan de tapar la verdad de lo ocurrido desde el día en que ocurrió el accidente del buque Prestige". En su opinión, "también han intentado tapar la insensibilidad que ha tenido el Gobierno durante casi 25 días con la catástrofe de Galicia, por minimizar lo sucedido y eludir su responsabilidad".