LA CRISIS HISPANO-MARROQUÍ

Palacio espera reunirse con Benaissa antes del final de octubre

La ministra de Exteriores califica de "signo positivo" la carta de Mohamed VI al Rey

Madrid - 14 oct 2002 - 13:38CEST

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, ha expresado hoy su satisfacción por el telegrama que envió el sábado el rey de Marruecos, Mohamed VI, al de España, en el que expresaba su determinación de "elevar las relaciones entre los dos países". Palacio ha calificado de "signo positivo" la misiva y ha expresado su deseo de celebrar "antes de que termine octubre" la entrevista prevista para el mes pasado con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa.

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Palacio ha afirmado además, poco antes de iniciar su visita a la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), que está "segura" de que cuando se forme un nuevo Gobierno en el país magrebí "tomaremos otra vez lo que eran los compromisos que teníamos adquiridos y que empiezan por el compromiso del ministro de Asuntos Exteriores de visitar España".

"Al ministro de Exteriores no le afecta el cambio de Gobierno puesto que es ha reconocido de los ministerios de Estado", ha recordado Palacio, aunque "habrá que esperar a que se forme un nuevo Gobierno para empezar a ver las tendencias".

Ayer, en un tono similar, fuentes próximas a La Moncloa, calificaron de "magnífica oportunidad para reabrir el diálogo" la carta del soberano marroquí y expresaron el deseo del Ejecutivo español de que "se reestablezcan unas relaciones que nunca debieron estropearse".

Casi un año de desencuentros

De momento, y tras las recientes elecciones legislativas, Mohamed VI ha elegido nuevo primer ministro a Driss Jettu, un tecnócrata cuyo nombramiento ha sido recibido con moderado optimismo por el Gobierno español. Los comicios depararon el triunfo de los socialistas aunque la noticia más significativo estuvo en el ascenso de los islamistas moderados, que empataron a escaños con los nacionalistas.

El deterioro de las relaciones entre ambos países cumplirá pronto un año. El 27 de octubre de 2001 Rabat llamó a consultas a su embajador en España dando inicio así a un año de desencuentros cuyo punto álgido fue la crisis del islote de Perejil, el pasado mes de julio.

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