El Gobierno estudia suprimir la regularización por arraigo

El delegado para la Inmigración y la Extranjería, Enrique Fernández Miranda, ha expuesto algunas de las posibles modificaciones a la Ley de Extranjería que estudia el Gobierno después de que ayer el ministro del Interior, Mariano Rajoy, anunciara su inminente reforma.

Tal y como se desprendía de las palabras de ayer de Rajoy, alguna de las propuestas están encaminadas al endurecimiento de la ley. Así el Gobierno estudia suprimir uno de los aspectos más polémicos: la posibilidad de que un inmigrante que reside en España de forma irregular pueda obtener la regularización si acredita cinco años de permanencia en España, o tres años, en el caso de situación excepcional de arraigo.

"Tenemos que ser capaces de poner de manifiesto que al hablar de puestos de trabajo tenemos una capacidad limitada para generarlos, para satisfacerlos con nuestros ciudadanos y para completarlos con la oferta a terceros países. Esa es la reflexión en la cual está toda la UE en este momento", ha dicho el delegado para la Extranjería.

Fernández-Miranda ha hecho estas declaraciones en RNE, donde ha enumerado aspectos de la reforma que se están estudiando como el aumento de penas a los traficantes de seres humanos y a los explotadores o la posibilidad de hacer imposible por ley las regularizaciones extraordinarias.

Normativa común

El objetivo fundamental, ha dicho el Delegado, es "llegar a conseguir una normativa común, igual para todos los miembros de la UE, un espacio común europeo en extranjería, inmigración, asilo y refugio".

"Estamos estudiando" -ha explicado Fernández-Miranda- "cómo la reforma de la ley debe hacer desaparecer de ella los pocos rasgos que aún tiene que favorecen las existencia de los ilegales, clandestinos, que siguen llegando en cantidades inasumibles, que siguen abusando de los lugares de destino y sin colaboración de los gobiernos de sus países".

Una reforma "contundente"

En el mismo sentido se ha pronunciado esta tarde desde Sevilla el ministro del Interior, Mariano Rajoy, que ha vuelto a insistir en la necesidad de reformar la Ley de Extranjería, que entró en vigor en enero de 2001. El ministro ha confirmado que la intención del Ejecutivo es ser "contundente" con el fenómeno de la inmigración ilegal.

En conferencia de prensa tras mantener encuentros con diversas autoridades políticas y policiales andaluzas para abordar la cumbre europea de Sevilla, Rajoy ha indicado que sobre este asunto se debe ser "muy serio" y exigir "equilibrio" para no caer en las "anécdotas" que suponen incidir en uno u otro aspecto de la reforma.

Preguntado sobre si la reforma iba a significar que la ley se va a "endurecer", el ministro ha indicado que la pregunta que se deberían hacer quienes hacen esta consideración es "si nuestras leyes son menos severas que las del resto de países" de nuestro entorno.