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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Los obispos vascos dicen que la ilegalización de Batasuna agudizará la "confrontación"

Los prelados de Bilbao, San Sebastián y Vitoria califican la futura Ley de Partidos de "candente y resbaladiza" y aseguran que su aplicación tendrá "consecuencias sombrías"

Los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, en una carta pastoral conjunta firmada hoy, critican duramente la futura Ley de Partidos y alertan sobre las "consecuencias sombrías" que tendrá la ilegalización de Batasuna. En su opinión, con la futura norma, consensuada por PP y PSOE, se producirá una agudización de la "división y la confrontación" en el seno de la sociedad vasca.

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En el documento, titulado Preparar la paz, los obispos incluyen un capítulo relativo a la tramitación de la Ley de Partidos, que califican de "candente y resbaladiza". La pastoral señala que las razones que públicamente se aducen para la ilegalización son, fundamentalmente, dos: "no es justo que un partido vinculado a ETA goce de la cobertura de la ley; la ilegalización debilitará el apoyo que Batasuna ofrece a ETA". Los obispos consideran que no les incumbe valorar los aspectos técnicos del proyecto y, al tiempo, indican que "resultaría precipitada" una valoración moral ponderada del texto.

"Tampoco podemos prever todos los efectos de signo contrapuesto que podrían derivarse de su aprobación y eventual aplicación", añaden antes de señalar su preocupación por "algunas consecuencias sombrías que prevemos como sólidamente probables y que, sean cuales fueren las relaciones existentes entre Batasuna y ETA, deberían ser evitadas".

Los obispos se preguntan si "la convivencia ya gravemente alterada ¿no sufriría acaso un deterioro mayor en nuestros pueblos y ciudades? Probablemente la división y la confrontación cívica se agudizarían".

En otro momento del documento, los obispos aseguran que "las fórmulas políticas" que el pueblo ha aprobado tienen gran valor, pero que "si el valor superior de la paz postula que todos revisemos el propio modelo para aceptar otro construido entre todos y para todos, es evidente que ninguno de esos modelos tiene valor absoluto e intangible". Añade la pastoral que ni la aspiración soberanista, ni la adhesión a un mayor o menor autogobierno, ni la preferencia por una integración más o menos estreche en el Estado español son para la Iglesia dogmas políticos.

"Distinguir nacionalismo de terrorismo"

En otro epígrafe del documento se pide "distinguir nacionalismo de terrorismo". Se indica que ser nacionalista o no serlo es un asunto de convicciones personales y que cada sensibilidad debe respetar la identidad de los demás.

"Nadie ha de subestimar las señas particulares de este país, como son, entre otras la lengua y la cultura, ni alimentar en su espíritu la sospecha de que la connivencia con el terrorismo anida al menos de manera latente en el corazón de un nacionalista -añaden-. Son numerosos los nacionalistas que, aborreciendo de manera pública el terrorismo con las palabras y los hechos, se sienten justamente heridos cuando, de la boca de políticos o comentaristas, se confunde frecuentemente nacionalismo con terrorismo".

Los obispos también solicitan "signos de distensión y aproximación", indicando que "una política penitenciaria que permitiera a los presos cumplir su condena más cerca de sus lugares de origen entrañaría por ejemplo un gesto de humanidad, sobre todo para sus padres y familiares".

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