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SUCESOS | Toledo

La defensa de la madre acusada de matar a su bebé recurrirá su ingreso en prisión

El suceso ocurrió el pasado 2 de abril en el domicilio de los padres, que viven en Santa Olalla (Toledo)

El abogado de la madre del bebé, que ayer tarde ingresó en la prisión madrileña de Soto del Real por su presunta implicación en la muerte de su hijo de diez días, recurrirá la orden judicial por entender que la acusada "es inocente". El padre quedó en libertad sin cargos.

Según ha señalado Casto Gallardo, abogado de oficio de la madre, el hecho de que esté en prisión no significa que sea culpable de la muerte del bebé, sino que se trata de una medida cautelar para garantizar su presencia en el proceso judicial.

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Gallardo se ha negado precisar el presunto delito que se le imputa a la madre así como las circunstancias en que ocurrieron los hechos, aunque fuentes de la Delegación del Gobierno dijeron anoche que la mujer "se responsabilizó de la muerte de su hijo".

El padre, en libertad

La pareja fue detenida tras la muerte del bebé el pasado día 2 en cumplimiento de una orden judicial dictada por el titular del juzgado de instrucción número 1 de Torrijos que investiga el caso.

El titular del juzgado decretó ayer por la tarde la prisión provisional para la mujer, cuya identidad no ha sido facilitada, y que fue conducida hasta la cárcel de Soto del Real, en Madrid, mientras que el padre quedó en libertad sin cargos, ha indicado el letrado.

Mientras tanto, el cuerpo sin vida del bebé se encuentra en el tanatorio de Torrijos tras serle practicada la autopsia, aunque sus responsables desconocen cuando será enterrado y donde, puesto que la familia había llegado a Santa Olalla procedente de Vallecas (Madrid) el pasado mes de marzo.

El matrimonio tiene otros tres hijos, dos sordomudos de cuatro y cinco años edad, acogidos en un centro de la Comunidad de Madrid, mientras que el tercero de once meses se encuentra desde el martes en casa de unos familiares, también en Madrid.

La casa donde ocurrieron los hechos está situada junto al bar Pancho, desde donde el padre del pequeño llamó por teléfono al médico, según explicó ayer el propietario del establecimiento, que pidió mantener su anonimato.

"El niño está muy malito"

"Poco después de abrir el bar, sobre las siete y media de la mañana del día 2, vino el padre muy nervioso diciendo que quería llamar al médico porque el niño estaba muy malito, que estaba morado", relató el dueño del bar.

El padre del bebé se equivocó y en vez de llamar al médico de guardia telefoneó a la Cruz Roja de Madrid, que fue la que avisó al doctor de Santa Olalla, aunque, cuando llegó el médico el niño ya estaba muerto.

La familia había solicitado ayuda a las Monjas de la Caridad del pueblo para que les facilitaran ropa para el recién nacido, pero "no nos ha dado tiempo" a ayudarles, según relataba una vecina del grupo parroquial de Cáritas.

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