La Guardia Civil busca a un cuarto miembro huido del 'comando Nafarroa'
Se trata de Alberto Viedma Morillas, vecino de Burlada de unos 30 años.
Una cuarta persona que integraba el comando Nafarroa de ETA, desarticulado el pasado jueves en Pamplona, logró huir, según publica hoy el Diario de Navarra. La Guardia Civil busca a Alberto Viedma Morillas, vecino de Burlada de unos 30 años, después de que le implicaran en sus declaraciones los hermanos Mikel e Ibai Ayensa Laborda.
Agentes de la Guardia Civil han registrado un piso en Pamplona relacionado con Viedma Morillas. El piso está en la calle Mugazuri, 8 y está a nombre de Viedma. Allí los agentes han encontrado material informático y documentación que se está analizando.
La Guardia Civil imputa a Alberto Viedma su participación en los asesinatos del concejal de UPN Javier Caballero y del subteniente del Ejército Francisco Casanova, y en la bomba lapa colocada en el coche del parlamentario foral de UPN Evelio Gil.
Según el rotativo navarro, la Guardia Civil sostiene que Viedma consiguió la información necesaria para atentar contra Evelio Gil porque trabajaban juntos en la empresa de limpiezas industriales ISN.
Ni en su casa ni en el trabajo
Además, los hermanos Ayensa han declarado que Viedma incluso acompañó a Mikel Ayensa a colocar el artefacto a su compañero de trabajo.
Alberto Viedma acudió a trabajar con normalidad el jueves por la mañana, cuando ya habían sido detenidas seis personas. A las 14.00 acabó su turno, horas después de que los medios de comunicación se hubieran hecho eco de los arrestos.
Agentes de la Guardia Civil acudieron a la empresa ISN ayer viernes por la mañana, pero Viedma no había ido a trabajar. Tampoco se encontraba en su domicilio de Burlada.
Los arrestos el jueves de madrugada de Francisco Ruiz, Mikel e Ibai Ayensa revelaron que durante al menos cuatro años ha existido un comando estable de ETA en Navarra. El delegado del Gobierno en Pamplona, José Carlos Iribas, había negado siempre esta posibilidad. También fueron detenidas sus tres presuntas colaboradoras: Iratxe Sanz Ganuza, de 26 años, María Couso, de 25, y Eneka Royo, también de 25. Las tres han sido puestas en libertad esta tarde por la Guardia Civil.
Así, las declaraciones de los tres jóvenes navarros, naturales de Pamplona, Burlada y Aizoáin, echan por tierra la versión oficial que apuntaba al comando Donosti como autor de los atentados de la banda en la comunidad foral.
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