La policía francesa detiene a tres presuntos miembros de ETA tras un tiroteo

Tres presuntos miembros de ETA han sido detenidos esta noche tras mantener un tiroteo con una patrulla de la Gendarmería francesa que se encontraba realizando un control rutinario de carretera en la localidad de Auch, a unos 80 kilómetros al oeste de Toulouse, según han informado fuentes policiales.

Los gendarmes dieron el alto a un Renault Clio de matrícula francesa ocupado por dos hombres y una mujer alrededor de la medianoche, que no se detuvo hasta tener un accidente. La mujer ha sido identificada como Nerea Garaizar San Martín y uno de los hombres, el que ha resultado herido, es Iñaki Lizundia.

El tercer etarra detenido llevaba documentación a nombre de José Fernández Niño, pero este mediodía se ha confirmado que el nombre real del arrestado es Aitor Cortazar García.

No obstante, persisten aún ciertas dudas acerca de la identidad verdadera de Cortázar y de Garaizar. El primero guarda cierto parecido con Gabriel Sáez Totorikagena, lo cual, añadido al hecho de portar documentación falsa, deja la identificación definitiva en manos de los análisis de las huellas dactilares. Nerea Garaizar se identificó como Leire Etxebarría Simarro, por lo que tampoco se puede asegurar su identidad, aunque fuentes policiales consideran probable que se trate de Garaizar.

Según fuentes policiales, Cortazar García, de 32 años, pudo participar en la vigilancia del socialista Fernando Buesa antes de su asesinato.

En el vehículo en el que viajaban los etarras, la policía francesa ha encontrado útiles para el robo de vehículos, como llaves, remaches y bombines, así como placas falsas de matrícula. Según fuentes de la investigación, todo indica que los tres activistas formaban parte de un talde de reserva preparado para pasar en breve a España.

La División Nacional Antiterrorista de París (DNAT) ya se ha hecho cargo de la investigación y a los detenidos se les ha aplicado la Ley Aniterrorista francesa. Estos deberán pasar a disposición de los jueces especiales de París en el plazo de 72 horas. La policía gala busca ahora el piso donde los tres etarras tenían su base de operaciones.

Tiroteo y persecución

Los gendarmes habían puesto vallas y señalizaciones en la carretera para desviar el tráfico a causa de una mancha de gasóleo en la calzada causada por un camión. En lugar de detenerse, el coche con los tres presuntos etarras aceleró y se saltó las vallas. Fue perseguido por los gendarmes y en una curva cayó a la cuneta.

Con los refuerzos llegados al lugar del enfrentamiento, la Gendarmería logró la detención inmediata de dos de los ocupantes del coche, que habían quedado conmocionados en la parte delantera del vehículo. El tercero se escapó por el cristal trasero y disparó cinco tiros contra los gendarmes, que respondieron al fuego alcanzándole en un brazo. No obstante, este último presunto etarra logró escapar tras adentrarse en un bosque cercano.

El sospechoso llegó a un campamento habitado por familias de gitanos a los que pidió ayuda, y éstos llamaron a la policía, que llegó poco después con los gendarmes para detenerle.

El incidente de hoy se ha desarrollado en parecidas circunstancias al ocurrido la pasada semana cerca de Pau, cuando dos miembros de ETA abrieron fuego contra dos gendarmes, hiriendo de gravedad a uno de ellos, que aún se encuentra hospitalizado. Las balas utilizadas por los presuntos terroristas son del mismo calibre que las utilizadas en los dos últimos tiroteos ocurridos en Francia.

Un millón de pesetas y armas

El director general de la Policía, Juan Cotino, ha asegurado que los presuntos etarras detenidos tras un tiroteo con gendarmes franceses "llevaban una cantidad importante de francos y armas y estaban dispuestos a matar".

Según fuentes de la investigación, los supuestos terroristas llevaban en total un millón de pesetas en francos, cantidad que portaban repartida entre los tres.

Todo indica que los tres activistas formaban parte de un 'talde' (comando) completo de reserva preparado para pasar en breve a España.

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, ha señalado que todo apunta a que tienen antecedentes penales por delitos cometidos en nuestro país por lo que se pedirá su extradición.

El director general de la Policía, Juan Cotino, ha recalcado que la "nueva estrategia de la banda de criminales de ETA, las órdenes que les han dado sus jefes es que disparen, que maten en cualquier parte y a quien se ponga a tiro".

"Esa es una realidad que hemos sufrido desde hace muchos años los españoles, especialmente los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, como Guardia Civil o Policía, y que recientemente también está sufriendo la Policía Autonómica Vasca y la Policía Francesa".

A juicio del director general de la Policía ésta es "una estrategia distinta y para ellos, en la medida en que la eficacia en Francia va en aumento, las fuerzas de seguridad francesa está en su punto de mira".

Respecto a la identidad de los presuntos etarras detenidos, Cotino sólo pudo confirmar la de Iñaki Lizundia Alvarez, pero ha indicado que a los otros dos se les identificará "a lo largo de hoy".

Cotino no ha podido precisar si los detenidos serán extraditados a España, y en este sentido ha indicado que, de momento, "hay que saber quienes son y qué se les puede imputar".

Huido desde 1996

Iñaki Lizundia, que fue concejal de Herri Batasuna en la localidad vizcaína de Ortuella, tiene 30 años y se encontraba huido desde hace cinco años para eludir una condena de prisión que le fue impuesta por participar en agosto de 1993 en la agresión al ertzaina Ander Susaeta durante las fiestas de Bilbao. A raíz de aquella paliza, Lizundia fue detenido y encarcelado hasta que fue puesto en libertad provisional el 11 de marzo de 1994.

La Audiencia de Bilbao le condenó por estos hechos a un año y seis meses de prisión por atentado, pero el Tribunal Supremo, en 1996, añadió a esa pena otra de tres años y siete meses por un delito de lesiones.

Lizundia se dio a la fuga para eludir el ingreso en prisión. Hace algunos meses el Ministerio del Interior incluyó su foto en una relación de etarras que podrían estar encuadrados en comandos.

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