ETA hace explotar una bomba al paso de un general y hiere a 16 personas en Madrid
Un hijo del militar bajó corriendo a la calle para conocer el estado de su padre.- Siete horas después del atentado, los terroristas hiceron estallar el coche utilizado para la huida en el distrito de Chamartín
El artefacto, que según el ministro de Interior, Mariano Rajoy, contenía cuatro kilos de explosivo, fue colocado por los terroristas en una mochila sobre una bicicleta situada junto a la sucursal del BBV del número 136 de dicha calle.
El general Justo Oreja, de 62 años, sufrió quemaduras en cara y tórax y múltiples heridas por metralla en todo el cuerpo, según fuentes del Samur. Además, una mujer resultó herida de pronóstico reservado, y 14 con lesiones leves con múltiples cortes y crisis de ansiedad.
Rajoy ha confirmado que el responsable del atentado es ETA, ya que la banda terrorista ya había empleado el mismo modus operandi en dos ocasiones anteriores.
La primera de ellas fue en 1990 en un atentado en Galdakano contra un Policía Nacional y la segunda, en 1998, contra el concejal del PP en Rentería Manuel Zamarreño. En el primer caso, ETA colocó la carga explosiva en una bicicleta y en el segundo, en una motocicleta. En esta ocasión la carga fue de 3 o 4 kilos de explosivo aún sin identificar.
Teléfono para aportar información: 900 100 091
Sobre las 15.00 horas los terroristas hicieron estallar un Peugeot 405 utilizado en la huída en el distrito de Chamartín. Como el vehículo sólo explosionó parcialmente, dos horas más tarde, los TEDAX realizaron una explosión controlada de una bomba-trampa que se encontraba en el maletero del vehículo de los terroristas. El coche tenía matrículas falsas, correspondientes a una partida que la banda terrorista robó en 1999 en la localidad guipuzcoana de Eibar.
Un hombre con 'maillot' amarillo
La policía ha comunicado que está buscando a un hombre de pelo negro y corto, de 1,75 metros de altura, que fue visto en el lugar del atentado inmediatamente después de la explosión vestido con pantalón negro y una especie de maillot amarillo de ciclistas.
Rajoy no obstante, no ha querido confirmar que la Policía esté ya buscando a un hombre joven de esas características.
Esta descripción ha sido realizada por un testigo presencial, que se encontraba haciendo maniobras con el coche en la zona en el momento del atentado. Tras la explosión, el sospechoso tropezó con la parte trasera de su automóvil y salió corriendo, según el relato del testigo, que fuentes policiales han calificado como "muy fiable".
"Papá está vivo"
El hijo menor del general Justo Oreja, pudo escuchar la explosión y confirmar que su padre se encontraba con vida. Subió la callle gritando a su madre: "Papá está vivo. Me ha hablado", según han relatado varios vecinos del bloque donde reside el militar.
El general Justo Oreja, que suele salir de casa más o menos a la misma hora, se dirigía, tras comprar el periódico en un quiosco cercano, al garaje que linda con el portal de su domicilio, en el número 134 de la madrileña calle de López de Hoyos, donde le esperaba un coche oficial con un chófer de la Policía Militar que le trasladaba al Ministerio de Defensa donde estaba destinado.
De acuerdo con el testimonio de los vecinos, el general herido no tiene escolta y es una persona "muy tranquila" que, aunque había comentado en ocasiones que como militar podría ser objetivo de ETA, no quería que su vida se viera alterada por este hecho. Oreja hace "una vida normal" sin tomar muchas precauciones y, aunque variaba mínimamente la hora de salida de su domicilio, era frecuente verlo pasear solo por el barrio e incluso usar el transporte público para desplazarse por Madrid.
70 viviendas dañadas
El militar, de 63 años, acababa de salir de su vivienda y se dirigía al Ministerio de Defensa, donde trabaja como miembro del Cuerpo Militar de Intervención. Casado y con cuatro hijos, Oreja Pedraza es licenciado en Derecho, Ciencias de la Información y Ciencias Sociales, y obtuvo el empleo de teniente en 1965.
La onda expansiva de la bomba ha afectado a entre 60 y 70 viviendas de 7 bloques de la zona, según ha explicado el arquitecto jefe del Departamento de Control de Edificación del Ayuntamiento de la capital, Fernando Macías.
La explosión ha afectado a "persianas y cabeceros de viviendas y apenas ha tenido incidencia en el interior de las casas", ha indicado Macías, que ha asegurado que las tabiquerías y estructuras de los inmuebles no han sufrido daños de relevancia.
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