Los inmigrantes increpan a Barrera por "racista"
Suspendido el acto de presentación del libro del ex presidente del Parlamento por temor a incidentes
La presentación del libro donde Barrera exponía sus ideas contra la inmigración, que Pujol debía presidir ayer por la tarde en el Ateneo Barcelonès, fue suspendida dos horas antes por la editorial. Durante todo el día, socios de la entidad habían presionado a favor y en contra de la presentación. Ante esta circunstancia, Pujol convocó a las 20.00 a los periodistas en el palacio de la Generalitat para leer el discurso que había preparado para la ocasión.De la lectura de la intervención, quedó claro que Pujol pensaba aprovechar el acto para marcar distancias con las posiciones de Barrera sobre la inmigración y, de paso, aunque sin citarla, con las expresadas por Ferrusola.
Pujol afirmó que 'en el tema de la inmigración el desacuerdo es profundo' entre él y Barrera. Los objetivos de la política sobre inmigración han de ser, dijo, 'la integración de las personas, la cohesión social, y la convivencia ciudadana'.
El acento de esta política ha de ponerse, agregó, en los derechos y los deberes de todos. 'Los inmigrantes han de ser conocedores de sus derechos y han de poder reclamarlos con resultados tangibles. Y de sus deberes, que son los de todos los ciudadanos y, además, el de aceptar que el país receptor tiene una identidad propia que los recién llegados han de respetar y aceptar, de una u otra forma y en mayor o menor grado, según los casos'.
Los ciudadanos del país receptor de inmigrantes tienen el deber, continuó Pujol, de 'tener claro que los recién llegados tienen los mismos derechos que ellos, y a veces con discriminación positiva si lo requiere su condición social, económica y familiar y que en ciertos aspectos necesitan especial comprensión'.
Este fue el punto en el que, sin citarla, Pujol se distanció de las afirmaciones de su esposa, que en una conferencia llegó a explicar, entre otras cosas, que el presidente estaba 'harto' de entregar pisos sociales a los inmigrantes.
Pujol quiso incluir también en esta toma de posición que entre los derechos los inmigrantes está el de 'reclamar que su estilo de vida no sea alterado sustancialmente y el de que no sea amenazada su identidad como colectividad'.
Ese discurso resume, según destacó Pujol, su posición y la de su Gobierno. Y las opiniones contrarias, agregó, 'vengan de donde vengan' no modificarán esas ideas.
La polémica provocada por Barrera seguía viva ayer, alimentada por el propio Barrera, que acudió a una entrevista en el programa La ventana de la SER y se negó a hablar en castellano, por lo que fue necesario un traductor. A la entrada de Radio Barcelona le esperaban unas decenas de inmigrantes, que le increparon con gritos de 'racista' y le persiguieron por la Rambla. La policía antidisturbios intentó protegerle, a lo que se negó enérgicamente. Luego calificó la situación como 'propia de una república bananera' y dijo que le dolía más por lo que representaba para el país que para él mismo.Barrera, de 83 años, sostuvo en la emisora que sus ideas no son ni racistas ni xenófobos.
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