Las mudanzas son cada vez más caras: consejos para que no se conviertan en una pesadilla
El auge en el mercado de la vivienda impulsa la contratación de empresas para el transporte de enseres. Es importante tirar o donar antes cosas que hace tiempo que no se usan y contratar a una empresa con seguro de responsabilidad civil


Casi 300.000 viviendas han cambiado de manos desde el arranque del año (de enero a mayo, último mes analizado por el INE). Cada una de estas operaciones pone en marcha una maquinaria en la que hay implicados desde notarios hasta empresas de mudanzas. Estas últimas se están beneficiando del bum en la compraventa y el alquiler de viviendas, sobre todo en verano, época en la que aprovechan muchos compradores e inquilinos para hacer la temida mudanza, uno de los eventos vitales más estresantes en la vida de una persona.
Así, el mercado de la vivienda está impulsando de forma directa el del transporte de muebles. La razón es evidente: cada venta o alquiler suele generar varias mudanzas (la del comprador, la del vendedor, la de los nuevos inquilinos…). Todos ellos aspiran a sobrevivir al trance y, además, sin sorpresas de última hora. Para ello, conviene seguir una serie de pasos antes de embarcarse en cualquier traslado. El primero es contratar la mudanza con empresas o autónomos legalmente establecidas que tengan seguro de responsabilidad civil. Sin él, las pertenencias no estarán aseguradas si se pierden o se dañan. El cliente debe pedir presupuesto y contrato para la realización del trabajo, aconseja Justino Sanchón, gerente de la Federación Española de Empresas de Mudanzas (Fedem), integrada por unas 250 compañías.
Los particulares que hacen trabajos sin licencia suponen un gran riesgo: falta de garantías, daños no cubiertos, incumplimientos de plazos e incluso estafas. “No olvidemos que se trata de abrir las puertas de tu casa a un equipo que va a manipular tus pertenencias”, insiste Carolina Trallero, que representa la cuarta generación de la empresa familiar Mudanzas Trallero, fundada en 1919 en Barcelona y con presencia en Madrid desde 2001. Aconseja optar por empresas asociadas a Fedem y, si la mudanza es internacional, a la Federación Internacional de Empresas de Mudanzas (FIDI, por sus siglas en inglés).
Además, hacer una mudanza es mucho más que cargar cosas. “Se trata de embalar profesionalmente, de cargar los camiones siguiendo unas reglas de transporte concretas, de prestar a los clientes un trato cercano y humano”, señala Belén López, General Manager de Gil Stauffer Madrid. Esta compañía, que trabaja a nivel internacional, realiza más de 3.000 mudanzas al año en toda España.
Segundo paso. “El mayor consejo que le daría a alguien a la hora de hacer una mudanza es que haga un proceso de limpieza y donación de aquellas cosas que ya no se necesita”, comenta López. “Es crucial dedicar el tiempo suficiente a esta tarea, ya que a menudo subestimamos su duración. Como regla general, si no has usado algo en los últimos 18 meses, es hora de decirle adiós. Las ONG aceptan todo tipo de artículos si no quieres tirarlos”, añaden en la plataforma de mudanzas Anyvan.
El tercero es comparar precios y consultar opiniones de clientes en webs independientes como Trustpilot o Google. “Recomendamos solicitar al menos tres presupuestos y valorar no solo el precio, sino la profesionalidad y el trato recibido. Es clave elegir una empresa recomendada por alguien de confianza y que tenga experiencia demostrada en el sector”, concluye Trallero. Algunas empresas cobran por hora, así que el precio puede parecer atractivo al principio, pero puede acabar siendo mucho más caro de lo esperado, ya que las mudanzas suelen llevar más tiempo de lo previsto. Lo mejor es pedir un presupuesto cerrado.
El precio de una mudanza varía según varios factores clave: la distancia, el kilometraje, el coste del transporte marítimo o aéreo (en mudanzas internacionales) y de los aranceles o trámites aduaneros, el tipo de acceso (ascensor, escaleras, uso de grúa externa...), la posibilidad de estacionar el camión frente a la vivienda, los metros cúbicos, el material utilizado, los medios necesarios para hacer la mudanza y la fecha de la mudanza. “Si puedes mudarte entre semana, tendrás más probabilidades de conseguir un mejor precio”, dicen en Anyvan, donde el coste de un traslado entre ubicaciones cercanas parte de 300 euros.
El servicio más demandado es la mudanza integral de la vivienda dentro de la misma ciudad o localidad. Si te mudas más lejos o tienes muchas cosas que embalar, el precio puede ser un poco más alto. Por ejemplo, recientemente hemos realizado una mudanza de una vivienda de cuatro habitaciones desde Aragón hasta La Rioja por 700 euros”, cuentan en Anyvan. Pero no todo son grandes trabajos: se puede trasladar un sofá dentro de la misma ciudad desde 49 euros.
“No es lo mismo calcular una de Madrid a Vigo que una de Madrid a Londres, aunque si la de Vigo tiene el triple de volumen puede llegar a ser más cara. Una mudanza puedes hacerla low cost a partir de unos 1.000 euros hasta lo que os podáis imaginar”, dice la directora general de Gil Stauffer Madrid.
Combustibles y embalajes
Los precios de las empresas de transportes son muy sensibles a la fluctuación de los combustibles y de los materiales de los embalajes (cartón…). “Trabajamos diariamente ajustando estos precios y pendientes de la fluctuación”, sostiene Belén López. Y, sobre todo, al contexto geopolítico. “El mercado internacional es especialmente sensible a decisiones políticas, conflictos bélicos, desastres naturales o crisis económicas pueden tener un impacto inmediato y directo sobre nuestra operativa y planificación”, explica Carolina Trallero. La directora general de la empresa centenaria reconoce que los costes han aumentado considerablemente debido a varios factores: alza del precio del carburante, incremento de los salarios, subida de los materiales de embalaje... “Hemos tenido que ajustar nuestras tarifas entre un 10% y un 30% respecto a los precios de 2020, siempre buscando mantener un equilibrio entre calidad y competitividad”, constata.
No obstante, y de acuerdo con Fedem, “los precios no han subido de manera proporcional al incremento de costes que han tenido las empresas”. Aunque no aporta el dato concreto.
Una estimación realizada por Anyvan en base a las tarifas que sus socios de transporte están dispuestos a aceptar sitúa el aumento del precio de las mudanzas en España en el entorno del 6% en el último año, debido al alza de los costes del combustible y la mano de obra, el aumento de la demanda de vivienda y otros costes operativos ligados a la inflación. Aun así, el modelo de esta plataforma, fundada por Angus Elphinstone en 2009, permite ahorros de hasta un 30% gracias a la optimización de rutas y espacios. El consejero delegado se dio cuenta de que la mitad de las furgonetas regresaban vacías o estaban infrautilizadas. Pensó que si se conectaba a los clientes con trayectos ya planificados se podría optimizar el espacio. La aplicación conecta a particulares y empresas con transportistas.
El mercado de las mudanzas en España está muy fragmentado y compuesto por una combinación de grandes empresas consolidadas que hacen mudanzas por todo el mundo y cientos de pymes dedicadas a trabajos locales. Las empresas, certificadas además por la FIDI apenas son unas 13 en todo el país.
La competencia es feroz y la tendencia hacia la digitalización y la especialización están marcando el camino, sobre todo a raíz del grave parón provocado por los años de pandemia.
Al mercado han llegado todo tipo de servicios que han optimizado los procesos y mejorado la experiencia para el cliente: presupuestos instantáneos, reserva online, horarios flexibles, seguimiento en tiempo real, videovisitas o comparadores de precios. “El servicio se ha ido profesionalizando, con equipos más formados, fomentado por el gran relevo generacional que las empresas están sufriendo. Además, desde el punto de vista tecnológico, han entrado en nuestra vida la automatización y el tracking”, señala López.
“La digitalización ya formaba parte de nuestro plan estratégico antes de la pandemia, pero la crisis aceleró su implementación”, dicen en Mudanzas Trallero. Actualmente, más del 80% de sus procesos se gestionan digitalmente y eso que la mitad de su actividad es internacional.
La Federación Española de Empresas de Mudanzas, integrada por unas 250 compañías, no aporta datos sobre el crecimiento del sector o sobre cuántos servicios se realizan cada año en España. Su gerente dice que “la competencia desleal y el incremento de ilegales” impide tener un número concreto de mudanzas y compararlas con otros años y se limita a decir que “las empresas de Fedem mantienen sus números respecto a años anteriores”.
Es cierto que la economía sumergida -véanse los anuncios pegados en las farolas que ofrecen mudanzas y portes a precios muy económicos- están haciendo daño a este sector. En no pocos casos se trata de particulares con una furgoneta sin seguros ni contratos, lo que deja al cliente sin protección ante pérdidas, robos o daños.
De acuerdo con Anyvan, el mercado de mudanzas en España ha crecido en torno al 20% en el último año. Un dato que calculan en función de las compraventas de viviendas registradas por el INE. “El número de transmisiones de derechos de la propiedad aumentó un 20% entre enero y mayo de 2025, frente al mismo periodo de 2024. La demanda de servicios de mudanza suele seguir de cerca la demanda de vivienda”, apuntan en esta plataforma de mudanzas.
A pesar de la modernización, “los servicios de mudanzas y transporte de muebles en España no han avanzado al mismo ritmo que otras industrias”, creen en Anyvan, que dice haber registrado un aumento del 272% desde 2024 en el número de mudanzas gestionadas, algo que achacan a “la introducción de una nueva opción de precio instantáneo que permite a los clientes obtener presupuestos de forma mucho más rápida”.
También trabajan con transportistas autónomos en la aplicación Oscar, que ofrece 200 servicios para el hogar, incluidas mudanzas, funciona con transportistas autónomos. “El personal que trabaja en este tipo de apps deben superar un proceso de selección para ser admitidos. Es una industria muy sensible, al final son personas que entrarán en la casa del cliente y desempeñarán tareas delicadas”, cuenta Ana de Felipe Sanz, directora de Marketing de Oscar. A través de inteligencia artificial se asigna a cada cliente el profesional y los agentes de atención al cliente siguen en tiempo real el pedido.
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