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El número de jóvenes que ni estudian ni trabajan crece en Marruecos a pesar de los buenos datos macro

Frente a la bonanza económica que exhibe el Gobierno, con inversiones millonarias para el Mundial de 2030, uno de cada cuatro jóvenes ni estudia ni trabaja

Jóvenes en Casablanca, Marruecos
Dos jóvenes en Casablanca, Marruecos.Frédéric Soltan (Corbis/Getty Images)
Juan Carlos Sanz

Un millón y medio de jóvenes marroquíes, uno de cada cuatro con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, ni estudian ni trabajan. Si se amplía la horquilla hasta los 35 años, el número de ninis —como se conoce a este colectivo— se dispara hasta los 4,3 millones, uno de cada tres, en un país de 37 millones de habitantes. La publicación de estas cifras ha coincidido con la presentación ante el Parlamento de un desarrollista balance de medio mandato del Gobierno del primer ministro Aziz Ajanuch. La alerta por el desfase laboral y de formación juvenil que amenaza el futuro del país, contenida en un informe del Consejo Económico Social y Medioambiental, fue refrendada en mayo por el Alto Comisionado del Plan, equivalente al Instituto Nacional de Estadística, con una tasa oficial de desempleo del 13,7% que bate los récords de las dos últimas décadas.

Mientras el jefe del Gabinete se ha felicitado en el Parlamento por unos logros “que han superado todas las expectativas”, la oposición de izquierdas e islamista ha acusado a la coalición gubernamental de centroderecha de “negar la evidencia de los datos oficiales” de empleo, en particular entre los más jóvenes. A pesar del terremoto registrado el pasado septiembre en el Atlas, que causó cerca de 3.000 muertos, el país magrebí recuperó la senda del crecimiento en 2023, con una tasa de incremento del PIB del 3,2% frente al 1,3% de 2022.

Para contrarrestar la tendencia negativa del mercado laboral marroquí, que está produciendo pérdidas netas de empleo por primera vez en los 25 años de reinado de Mohamed VI, el Gobierno confía en el impulso de los planes de inversiones en infraestructuras para el Mundial de Fútbol de 2030, que Marruecos coorganiza junto con España y Portugal, para generar puestos de trabajo. En su visita del pasado febrero a Rabat, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, destacó las oportunidades que representan para las empresas españolas los proyectos de construcción de autopistas, aeropuertos y líneas ferroviarias de alta velocidad por un monto previsto de 45.000 millones de euros.

El fenómeno de los ninis en Marruecos es ante todo femenino, ya que afecta a tres cuartas partes de las jóvenes. El abandono escolar y la falta de oportunidades de trabajo se ven lastrados además por las pesadas cargas familiares que asumen en los matrimonios tempranos. La legislación actual, a la espera de la anunciada reforma de la Mudawana o Código de Familia, prohíbe el matrimonio con menores de 18 años, pero permite a los jueces avalar que una niña pueda casarse con un hombre adulto. En 2023 se presentaron 14.197 peticiones de autorización judicial para casarse con una menor en Marruecos. En 2022 hubo 20.097. Más de dos terceras partes de las solicitudes fueron aprobadas, según la Fiscalía General.

Efectos del desánimo

Solo el 20% de las mujeres marroquíes en edad de trabajar aspiran a incorporarse al mercado laboral. El resto se declararon dispuestas a seguir ocupándose de sus hogares y sin intención de buscar un empleo, de acuerdo con los datos del Alto Comisionado del Plan. “La incapacidad de los poderes públicos para afrontar el problema de los ninis, o al menos revertir la insuficiencia de las políticas de integración de ese sector vulnerable, amenaza la cohesión y la estabilidad social y alimenta la pobreza y la desigualdad social”, analiza en su informe el Consejo Económico Social y Medioambiental. “Estos jóvenes desanimados son terreno abonado para la delincuencia y el extremismo”, advierte el organismo oficial.

Al inicio de la legislatura, en 2021, el Gobierno se comprometió a crear un millón de empleos y elevar hasta el 30% la tasa de participación femenina en el mercado de trabajo al término de sus cinco años de mandato, pero el crecimiento económico no alcanza por ahora el ritmo requerido para generar el suficiente número de puestos de trabajo. Con un 77,3% de la población activa en la economía informal, según el Banco Mundial, la ausencia de coberturas sociales agrava aún más la situación.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
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