_
_
_
_
COYUNTURA ECONÓMICA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Calidad frente a cantidad: el reto de la economía española

Los buenos datos de empleo y PIB no deben enmascarar el desafío de España: mejorar su productividad

PIB
MARAVILLAS DELGADO

En cuestión de números, ¿es oro todo lo que reluce? El Fondo Monetario International prevé que España será una de las economías avanzadas que experimente un mayor crecimiento económico durante 2023 y 2024, por delante de EE UU, Alemania, Francia o Japón. Al mismo tiempo, desde hace meses, los datos del mercado laboral español son positivos y el desempleo no era tan bajo desde mediados de 2008, antes de que la crisis financiera impactara en la economía real. Pese a ello, la situación de muchos ciudadanos es precaria y resolverlo requiere acciones profundas que van más allá de las cifras.

Es cierto que una parte del crecimiento económico actual responde a un cambio en la estructura de producción, gracias a un mayor peso del sector exportador, que cuenta con empresas más productivas e innovadoras. Sin embargo, la recuperación de los niveles de actividad previos a la pandemia es responsable de otra gran parte del aumento. La economía española ha crecido de forma robusta en los dos últimos años, pero sólo en el primer trimestre de 2023 consiguió que el PIB recuperara los niveles anteriores a la covid-19.

La evolución de la pirámide poblacional también influye en los buenos resultados del mercado de trabajo. España envejece y el porcentaje de población entre 16 y 65 años disminuye. Mientras que en 1980 había cinco personas entre 16 y 64 años por cada persona mayor de 65 años, en 2021 esta ratio disminuyó a tres. Como consecuencia de esta disminución en la población activa, hay menos personas por cada puesto laboral disponible. En términos absolutos este hecho contribuye a que existan menores niveles de desempleo.

Las cifras, por tanto, son positivas, ¿lo es también la calidad del crecimiento económico y de los empleos generados? Para entender en profundidad la salud de la economía española debemos analizar otros factores que impulsan la prosperidad económica y social. “Aunque la productividad no lo es todo, en el largo plazo lo es casi todo”, dijo el Nobel de Economía Paul Krugman. Probablemente en este concepto está la clave.

Según la OCDE, en 2022 la productividad del trabajo en España fue menor que la media de la Unión Europea. Lo llamativo en este caso no es el dato absoluto, sino su falta de crecimiento a lo largo de los años. Entre 2010 y 2022, la productividad laboral en España aumentó un 8% menos que la media en Europa, posicionándose en el puesto 20 dentro de los 27 países de la Unión.

Esto significa un menor crecimiento económico del país y, por tanto, menos inversión, menores salarios y menos servicios sociales, innovación y progreso. En la última década, el PIB de España creció un promedio del 0,8% y, en contraposición, el porcentaje medio de la Unión Europea fue de 1,4%. Esta diferencia, sostenida en el tiempo, acaba siendo muy significativa. Una economía que crece al 3%, por ejemplo, duplicaría su tamaño cada 24 años, mientras que, cuando el crecimiento es del 2%, el mismo caso necesitaría doce años más para duplicarse.

En 2021, el Gobierno señaló la baja productividad como el mayor desafío de cara a la estrategia España 2050. Mejorar en este ámbito es fundamental no solo para los índices puramente económicos, sino también para el aumento de la calidad de vida de los trabajadores. La cuestión no es solo si hay o no trabajo, sino la competitividad del empleo. A mayor nivel de productividad laboral, mayor el salario recibido por quienes desempeñan esos trabajos y mayor la capacidad del Gobierno para generar una mayor cobertura. En eso reside, principalmente, la calidad de vida de los ciudadanos.

Los buenos datos económicos de los últimos años no deben enmascarar los desafíos a los que se enfrenta la economía española. Una economía que no sea capaz de mantener aumentos sostenidos en su productividad no será capaz de afrontar los retos del cambio climático, la digitalización, la transición demográfica, o el repago de su deuda. Por ello, aumentar la productividad de la economía española es la clave para que la cantidad sea también sinónimo de calidad.


Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_