Silbon, la marca de ropa cordobesa que no da puntada sin hilo
La firma de moda ingresó 30 millones de euros el año pasado y busca un crecimiento rentable con un plan que contempla abrir entre 20 y 30 tiendas nuevas al año
Nacieron en Córdoba y dicen ser profetas en la tierra que les ha dado todo lo que son. Pablo López (43 años) y Rafael Díaz (47 años), amigos desde la infancia y apasionados de la moda, fundaron la marca de moda masculina Silbon en 2009 con 3.000 euros y 30 chaquetas que empezaron a vender en el comedor de la casa de la abuela de López. “Unas chaquetas que se convirtieron en 50, luego en 100, y así sucesivamente, hasta que en 2010 inauguramos la primera tienda en Córdoba”, comenta Pablo López, su consejero delegado, durante la entrevista en una de sus tiendas de Madrid.
En 2011 abrieron la puerta a las franquicias como vía de crecimiento rápido y “para ser una marca grande”, concreta. Unas aperturas que cumplieron las expectativas entonces, pero que, con el paso del tiempo, les sobrepasaron. Pese a ello, no se quedaron quietos y pusieron rumbo a Madrid, donde inauguraron una tienda en el verano de 2012. “Fue un todo o nada”, subraya el consejero delegado.
Tras integrar las franquicias en la empresa matriz, surgió un nuevo accionariado que, hasta ese momento, estaba repartido al 50% entre los dos fundadores, y que daba entrada a un nuevo actor, Juan Jurado, un franquiciado al que canjearon su patrimonio por un 10% de las acciones de la sociedad. En 2017, y tras el planteamiento de un plan estratégico en el que se recogía la internacionalización de la marca o la colaboración con El Corte Inglés, las diferencias con Rafael Díaz provocan su salida de la gestión, pero no del accionario, en el que se mantiene. El año 2018 marca un punto de inflexión en la sociedad. Fue el despegue de Silbon, aunque también se cometieron errores, como mantener las tiendas de Bilbao, San Sebastián o París, que lastraron los beneficios de los 15 establecimientos que entonces tenían. “Las rentas altísimas por las que pagábamos hasta 16.000 euros al mes nos hicieron perder hasta la camisa en los años que las mantuvimos. Seguí los mismos pasos de mis competidores, ellos perdieron y yo fui detrás. A esto se sumó el miedo a cerrar”. Un miedo que se volatilizó con la llegada de la covid. “Se nos quitaron los complejos, y lo que perdía y no se podía mantener lo cerramos o lo reubicamos, como las tiendas de Madrid y Barcelona. Este negocio es como una mancha de aceite, donde te conocen te premian por tu marca, pero donde no, sufres mucho”, explica.
A partir de aquí, su estrategia de expansión se ha basado en abrir tiendas, “pero rentables”, sonríe. Una máxima que han conseguido con aperturas en zonas de segunda línea en algunas ciudades como París, adonde volvieron a intentarlo, pagando un alquiler de 1.200 euros ahora. También han seguido esta estrategia en el norte de España, un área en la que Silbon está menos implantada, con tiendas de 40 o 50 metros cuadrados, que no superan los 3.000 euros de renta. “De esta forma es fácil hacer rentable el punto de venta a la vez que engordas la venta online porque te conocen. Vas más lento, pero adaptas el tamaño de la tienda a la demanda de la ciudad. En Córdoba lo hicimos así, nos hemos trasladado seis veces. Riesgo y prudencia han ido de la mano”.
El ejercicio 2021 lo cerraron con 31 tiendas abiertas, cifra que aumentaron hasta los 51 establecimientos operativos en 2022. En la actualidad tienen 71 tiendas (28 son puntos de venta integrados en El Corte Inglés), con fuerte presencia en Andalucía, Madrid y Levante, y con próximos destinos en Alicante, Murcia o Sevilla. El objetivo es terminar el curso con 78 puntos de venta. El nuevo plan estratégico, que se prolonga hasta 2025, prevé la apertura de entre 20 y 30 establecimientos cada año. “Un plan revisable con el objetivo de crecer, pero manteniendo la rentabilidad”, dice López.
La empresa cuenta con 350 empleados y en 2022 la facturación fue de 30 millones de euros, 10 más que en 2021, de los que cinco millones de euros se han despachado en las seis tiendas que mantienen en la ciudad que les vio nacer. “Somos el Nike de Córdoba. El cordobés ha entendido que la marca Silbon es cuidar su tierra”, afirma el directivo. El resultado operativo (ebitda) de Silbon en 2022 se situó en cuatro millones de euros. El objetivo para 2023 es cerrar con unas ventas de 50 millones y un ebitda de seis millones.
Una meta que Silbon también quiere conseguir con la internacionalización de la empresa. De momento, un 3% de las ventas llega desde sus tiendas de París y Oporto. “En la capital francesa nos caben dos o tres tiendas más y nos gustaría dar el salto a otras ciudades como Lyon, Burdeos… Llegaremos a Lisboa de la mano de El Corte Inglés, pero también buscamos local para abrir una tienda propia”, apunta López. En paralelo, mantienen contactos avanzados con un distribuidor en México, en Chile y en Perú. “Veo Silbon en las principales capitales mundiales, pero antes tenemos que consolidarnos en el mercado nacional”, añade. También apuestan por la venta online, que supone el 30% de su facturación y que tiene en la ropa de mujer su protagonista.
Nuevos proyectos
Nacieron como creadores de moda masculina, con la sastrería como su línea estrella, que ahora supone el 25% de la facturación, pero en 2018 lanzaron moda de niño y en 2021, la de mujer. Un segmento este último que requería más inversión y que presentaron con cierto temor, “porque el mercado está muy maduro. Pero, aunque Zara tenga copada la cuota de mercado, hay gente que quiere vestir diferente”. Pese a su corto recorrido, la línea de ropa femenina facturó más de un millón de euros el pasado año, frente a los 80.000 de 2021, y este año prevén una cifra que supere los tres millones. En el caso de la ropa infantil, los ingresos son de 1,5 millones.
Todas las líneas se diseñan en Córdoba, pero se producen en un 60% entre España y Portugal, un 10% en Turquía y el resto en Asia. Silbon también ha coqueteado con nuevos segmentos, como la decoración de hogar o la ropa para running o ciclismo, pero los abandonaron al ver que no acababan de funcionar.
El crecimiento se plantea orgánico. De momento no entra en los planes de la compañía crecer mediante la compra de otras marcas. “Lo barajamos porque tenemos caja, pero no queremos despistarnos”. Sin embargo, sí han llamado a su puerta para tentarles con la venta de la empresa, aunque, según el consejero delegado, “ahora no es el momento, a medio plazo nunca se sabe”.
Mientras, mantienen planes como consolidar su proyecto de restauración. El bar Silbon de Córdoba cuenta con seis meses de vida, “de los que los tres primeros fueron fatal”, y ahora se plantean abrir en otras ciudades andaluzas o en Madrid. Además, aspiran a sacar en 2024 una línea de moda de niña, reforzar su marca Oxygen de moda sostenible y continuar con Second Life, con la que recompran sus prendas a cambio de un saldo para invertir en sus tiendas.
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