La empresa que hace que los bancos de alimentos funcionen mejor

Naria es una start-up que nace con vocación de ayudar a organizaciones sociales. “En general, las entidades sociales y los bancos de alimentos están centrados en el día a día. Pensamos en darles soluciones que hagan más fácil su trabajo a través de la digitalización”, apunta el cofundador de la empresa y consejero delegado, Kilian Zaragozá. En un sector que, según explica, “tiene poco integrada la tecnología”, su trabajo se centra en automatizar los procesos que llevan ayuda desde quienes pueden aportarla hasta quienes la necesitan. De esta forma, canalizan la comida que les sobra a las empresas hacia las entidades sociales, con un sistema de seguimiento que registra cada movimiento con tecnología blockchain.

Además, con su proyecto Nadie sin su Ración Diaria, han ideado un sistema complementario a las donaciones en especie. “En vez de comprar un kilo de arroz físico, lo puedes hacer a través de una aplicación móvil o de unas pantallas que colocamos en supermercados. Así se ahorra a los bancos de alimentos la logística del transporte”, apunta Zaragozá. Este sistema se completa con unas “tarjetas monedero” que las asociaciones pueden entregar a las personas que lo necesitan para que ellas mismas accedan a los productos que necesitan directamente en el supermercado.

Desde el trabajo final de grado de su creador –dónde se esbozó la primera idea- hasta lo que son hoy en día, han pasado tres años en los que la empresa ha recibido dos rondas de financiación (una de 352.000 euros en 2022 y otra de 400.000 este año) y ha comenzado a colaborar con instituciones como Cruz Roja o algunos bancos de alimentos. Además, cuenta que han contratado colaboraciones con empresas como Capsa Food, Platos tradicionales o Gourmet Catering, para transformar su excedente en ayuda alimentaria.

Zaragozá señala que su facturación en 2022 ascendió hasta los 100.000 euros, y, aunque no cubren costes, ya tienen una plantilla de 16 empleados. “El tercer sector no es fácil, no hay muchas start-ups que se metan aquí, pero las organizaciones también tienen que digitalizarse y progresar, porque, si no, el mundo empresarial y el mundo social se desconectan y se pierden muchos recursos”.

Su punto fuerte, explica el consejero delegado, es que el sector social aún tiene un largo camino que recorrer en cuándo a digitalización. Por ello, sus expectativas de cara a los próximos años son buenas. “Queremos consolidar la plataforma en España este año y hemos comenzado proyectos en México”. Desde 2020 han generado casi 500.000 euros en donaciones de alimentos que han llegado a 96.000 personas. “Apuntamos a cerrar el año con una facturación cercana al millón de euros y un ebitda positivo”, concluye.

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