La empresa madrileña que ha revolucionado el cepillo de dientes

El cepillo de dientes no es un invento moderno. El más similar al actual apareció en 1938 como una evolución del creado en la corte imperial de China en 1498. Un producto que ha sufrido una evolución en cuanto a diseño, pero que poco ha cambiado en esencia. Paul Victoria quiso revolucionar ese concepto con la fundación de Balene, la empresa que ha diseñado un cepillo de doble cara que limpia los dientes por dentro y por fuera a la vez.

La historia comienza en 2012, cuando el padre de Victoria enferma y en una de sus visitas al hospital se da cuenta de que nadie se ha preocupado por su higiene dental. Al intentar limpiarle los dientes, era imposible hacerlo por dentro. “Ahí nació la idea. Empecé a trabajar sobre este cepillo de doble cara, solicité una patente y tras años de espera, cuando ya no daba ni un duro por ello, me la concedieron”.

Para ponerlo en marcha, se lanzó a buscar dinero para financiar su producción. Un par de rondas de financiación que sumaron casi un millón de euros le sirvieron para el desarrollo industrial. Pasó dos años trabajando con ingenieros y se puso en contacto con las fábricas de cepillos de dientes de las grandes marcas mundiales y se encontró con una desagradable sorpresa: era inviable. “Ellos tienen sus modelos y me dijeron que no se podía hacer. Me dio un soponcio, pero luego lo vi como una ventaja competitiva enorme, ya que sería difícil que otra compañía lo pudiera copiar”, señala Victoria.

En lugar de amedrentarse, buscó más contactos en diferentes centros de desarrollo tecnológico hasta que recaló en uno de Vigo, al que llegó a través de una empresa de proyectos aeroespaciales donde irónicamente le comentaron que era más fácil llegar a Marte que poner su empresa en marcha. Conoció a Carlos Martín, un ingeniero de desarrollo de producto con mucha experiencia y actual jefe de tecnología de Balene, con el que afinó el camino que había empezado en Vigo. Tras subcontratar una fábrica en Castalla (Alicante) para fabricar el cepillo, en abril de 2021 lanzó al mercado la versión manual. Tras ella, en octubre del pasado año sacaron la eléctrica, y entre sus proyectos más próximos está lanzar la infantil, de momento solo en modo manual.

Este cepillo, según cuenta Victoria, no es diferente solo por su doble cara. Dura el doble que uno convencional y las cerdas están hechas con un elastómero mezclado con un aditivo antibacteriano, que llega desde Japón, que se inyecta al mango del cepillo. Un material, según cuenta el emprendedor con los estudios que ha realizado con la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que resulta más higiénico al rechazar las bacterias que se crean en el cuarto de baño y que tienen en la humedad del cepillo su caldo de cultivo.

Hasta el momento, han vendido más de 200.000 unidades, de las que un 90% se corresponden con la versión manual, con precios que rondan los 14,95 euros para el modelo sencillo y los 89,90 para el eléctrico. Las ventas del año pasado alcanzaron los 1,1 millones, frente a los 700.000 de 2021, de los que un 25% se invierten en I+D. “De momento, no tenemos beneficios, todo se dedica al desarrollo de producto”, señala el fundador.

Con un 12% de ventas online solo en España, el resto tiene su origen en las más de 4.000 farmacias en las que está el cepillo, además de parafarmacias y grandes cadenas de distribución como Carrefour o El Corte Inglés. “También vendemos desde hace unos meses en tiendas en Australia, Qatar, México, Uruguay y Portugal. Es un producto que se ha internacionalizado solo. Turistas o empresarios que llegaban a España y lo conocían lo han pedido para vender en su lugar de origen. Ahora estamos en una etapa proactiva en conversaciones con otros países”.

Tras levantar tres millones de euros en un par de rondas realizadas en estos últimos años, actualmente tiene una más entre manos que le servirá para expandirse geográficamente, sobre todo por Estados Unidos, Italia, Alemania o Japón. Además, quiere ampliar el equipo, con seis personas actualmente, construir la marca y desarrollar nuevos productos para customizar la higiene oral. “Si somos diferentes, ¿por qué el tamaño del cepillo es el mismo para todos?”.

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