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Juan Carlos Ureta: “El 95% del mundo cripto es humo, pero el 5% restante tiene un valor enorme”

El presidente de Renta 4 Banco ha lanzado servicios de banca minorista para atender las necesidades del nuevo tipo de cliente que ha llegado con la pandemia

Renta 4 Banco
Juan Carlos Ureta, en la sede de Renta 4 Banco en Madrid, tras la entrevista.Víctor Sainz
David Fernández

Renta 4 Banco está de enhorabuena. Cerró 2021 con el mejor beneficio de sus 36 años de historia —25,3 millones de euros— y sus acciones, desde el mínimo de marzo de 2020, acumulan una subida del 75%, llevando la capitalización bursátil por encima de los 400 millones. Juan Carlos Ureta (Bilbao, 1986), su presidente, fundador y máximo accionista (conserva el 40% del capital), cree que la pandemia ha acelerado una revolución en el mercado financiero con consecuencias de larga duración. Por eso, Renta 4 Banco, sin dejar de ser una entidad especializada en servicios de inversión, empezará a ofrecer productos más propios de la banca minorista.

Pregunta. ¿Podrán mantener en 2022 el ritmo de crecimiento del pasado año?

Respuesta. Creo que el momento seguirá siendo favorable para entidades como la nuestra. En 2021 se confirmó una tendencia que venía apuntándose en años anteriores: en el sistema financiero hay un claro desplazamiento del centro de gravedad desde los balances bancarios a los mercados de capitales. Los clientes ya invierten en los mercados y no vía balance bancario, entre otras cosas porque los bancos no quieren tener dinero invertido de sus depositantes. En la nueva era postcovid, invertir ya no es una opción, sino una necesidad. Además, las empresas cada vez usan más los mercados para financiarse. Para una entidad como la nuestra, que desde que nació se dedica a los servicios de inversión, esa desintermediación bancaria genera un momento muy interesante.

P. ¿Y cómo está tan seguro de que esa desbancarización no es reversible?

R. Porque todos los elementos que han contribuido a ese desplazamiento siguen ahí. Los bajos tipos de interés, a pesar de lo anunciado por los bancos centrales, van a continuar y eso hace desaparecer el atractivo del activo sin riesgo por excelencia (bonos del Tesoro). Además, la regulación bancaria obligará a los bancos a seguir reduciendo sus balances con unos coeficientes de inversión muy estrictos. Pero lo más importante de ese mundo postcovid que empieza a dibujarse es que el sistema financiero está condenado a cambiar.

P. ¿En qué sentido?

R. Hasta ahora, el sistema financiero estaba pensado para financiar la sociedad industrial, ahora tiene que contribuir al desarrollo de la sociedad del conocimiento. Esto es muy importante porque la innovación se financia fundamentalmente con capital y no tanto con préstamos. Es muy difícil que un banco tradicional financie la innovación porque su actividad se parece más a la de una casa de empeño, es decir, tú me das una garantía y yo te presto. Pero muchos emprendedores, en las fases iniciales de sus proyectos, no tienen esa garantía. Este cambio tan estructural genera un entorno favorable para una compañía como la nuestra.

P. Hace 11 años, cuando compraron el Banco Alicantino de Comercio, aseguraba en una entrevista con este periódico que jamás iban a hacer banca comercial. A finales de 2021, sin embargo, anunciaron una nueva estrategia con servicios más propios de las entidades minoristas. ¿Van a hacer por fin banca comercial para atraer clientes de otras entidades?

R. No, no vamos a hacer banca comercial. España tiene grandísimos bancos que lo hacen muy bien y nosotros no queremos ser sus competidores. Queremos seguir siendo una firma especializada en inversiones. ¿Qué ocurre? Que gracias a la tecnología es muy fácil ofrecer servicios a los clientes. Con la pandemia hemos notado una evolución de los clientes desde ahorradores a inversores. En estos meses han llegado personas más jóvenes, con un patrimonio más modesto, que quieren invertir con nosotros. Estos nuevos clientes nos preguntaban por determinados servicios y con la nueva plataforma les damos la posibilidad, además de tener la tradicional cuenta bancaria, de acceder a otros servicios como tarjetas de débito, domiciliaciones de recibos y nómina o el pago por Bizum.

P. Entonces nunca les veremos dando préstamos al consumo o hipotecas, ¿no?

R. No, no entramos ni en financiación a empresas con préstamos corporativos ni tampoco hacemos crédito al consumo. En otros mercados como el chino, una hipoteca o un crédito también se compran desde una plataforma. Esos productos los seguirá haciendo la banca contra su balance, pero su distribución ya se hace desde otros lugares. Nosotros no descartamos en el futuro tener una plataforma de distribución de productos para nuestros clientes. Pero eso será en otra etapa, en la actual el cambio simplemente responde a atender la demanda de servicios de un público nuevo.

P. A 31 de diciembre tenían en torno a 1.000 millones de euros de patrimonio gestionado en sicavs. A raíz del cambio normativo y fiscal muchos altos patrimonios han optado por liquidarlas. ¿Qué decisión han tomado sus clientes? ¿Qué opina de la medida del Gobierno?

R. La mayor parte de las sicavs que tenemos se van a convertir en carteras de fondos de inversión. Creo que el tratamiento fiscal de la ley es bueno, porque las sociedades podrán traspasarse a los nuevos vehículos sin penalización fiscal. Si me pide una reflexión más de fondo, creo que ha habido una campaña, a lo largo de muchos años y con diferentes partidos en el Gobierno, injusta y errónea. Se ha criticado a las sicavs por su presunta exclusividad y por tener un tratamiento privilegiado para los ricos. Sin embargo, cualquier persona en España puede invertir en las sociedades de las familias más ricas por solo 1.000 euros y con el mismo tratamiento fiscal que ellos.

P. ¿Qué opina de las criptomonedas?

R. La irrupción de la tecnología blockchain y de los criptoactivos va a suponer una revolución de los mercados de inversión, provocando a medio plazo una nueva etapa de innovación y transformación de la industria financiera. En el mundo cripto está pasando ahora mismo algo muy similar a lo que ocurrió con las puntocom a principios de siglo: hay un 95% de proyectos que son humo, que no valen para nada, pero un 5% tienen un valor enorme. Estamos en la fase del hype, de la exageración, pero su potencial ya se está viendo con los NFT [token no fungibles] que están generando mercados nuevos, globales y muy accesibles.

P. Hay toda una generación de inversores y de gestores que solo ha conocido mercados alcistas, tipos de interés cero e inflación durmiente. ¿Cómo ve el mercado en 2022?

R. Va a ser un año más volátil, con grandes divergencias entre las distintas clases de activos. Nuestra recomendación, sin embargo, sigue siendo la misma: hay que apostar por activos cuyo retorno no se defina en términos monetarios (bonos), sino de economía real. El dinero va a seguir perdiendo capacidad de compra o de inversión, mientras la economía mundial continuará creciendo. Hay que hacer pedagogía con los clientes para explicarles que hay que invertir en economía real, con una aproximación temática a las tendencias económicas del futuro.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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