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Fondos para subir a la montaña rusa de la Bolsa

La volatilidad en el mercado es extrema por la crisis del coronavirus y la inversión colectiva ofrece opciones para todos los perfiles de riesgo

Las Bolsas viven jornadas de tremenda volatilidad.
Las Bolsas viven jornadas de tremenda volatilidad.SOPA Images

A nadie le gusta cometer errores. Menos aún en el mundo de la inversión. Los mercados están siendo, desde hace semanas, arrastrados por la crisis sanitaria y económica vinculada a la pandemia de la Covid-19. En esta gran montaña rusa llena de bajadas y subidas de gran intensidad, las dudas sobre la mejor estrategia a seguir se multiplican: ¿deshacer o no posiciones?, ¿traspasar o no los fondos de más riesgo hacia otros más conservadores?, ¿salir o no en busca de nuevas oportunidades?

Si algo recomiendan los profesionales de la inversión es, pese a todo y teniendo en cuenta lo ya vivido, “mantener la calma y no tomar decisiones influidas por la emocionalidad del momento”, según Gadea de la Viuda, de Abante Asesores. O como señala Gabriele Miodini, de Eurizon Capital, mantener nuestros nervios bajo control, esperar acontecimientos y recordar a Warren Buffett, quien ha dejado dicho que “no se compra ni se vende un negocio basándose en los titulares del día” y que “la Bolsa es un mecanismo por el cual se transfiere dinero del impaciente al paciente”, cita esta última a la que recurre Borja Fernández-Galiano, de Dunas Capital, para recomendar igualmente calma y pensar con lucidez en estos tiempos.

Todos los expertos saben, sin embargo, lo difícil que es mantener esa calma; de ahí que, para quienes buscan tranquilidad, recomienden en general traspasar los saldos desde los fondos con más riesgo a otros más conservadores. Ignacio Perea, de Tressis, reconoce que una alternativa en este sentido son los fondos monetarios puros, aunque advierte que, teniendo en cuenta el nivel actual de tipos de interés, “hay que ser conscientes de que éstos generan también rentabilidades negativas”. La renta fija de calidad, con mandato flexible, puede resultar una buena opción para un perfil conservador, explica Alicia García, de M&G España, y, entre ellos, aquellos fondos con vencimientos cortos porque, tal y como explica Javier Turrado, de Bankinter Gestión de Activos, esa corta duración permitirá al inversor tener una baja sensibilidad a los movimientos de las curvas de interés. En estos días en los que, sin embargo, la renta fija está sufriendo mucho por la falta de liquidez, Pablo Martínez Bernal, de Amiral Gestión, considera que “quizá todavía no es el momento de entrar”, opinión que comparte con los responsables de Diaphanum y con Norman Villamin, de Union Bancaire Privée (UBP), que apuestan, para quienes buscan refugios de inversión, por divisas como la libra esterlina, a niveles de 0,9 respecto al euro, o el yen japonés y el franco suizo.

Los programas de estímulo económico por cantidades históricas que han anunciado tanto los Gobiernos como los principales bancos centrales del mundo, unidos a que en China se vislumbra el final del túnel ante la pandemia del coronavirus, han animado los mercados en las últimas sesiones. Wall Street, por ejemplo, vivió su mayor subida desde 1933 el pasado martes, con un alza del 9,8% en el caso del índice S&P 500. Para algunos expertos, los mercados han empezado a darse rápidamente la vuelta y no conviene esperar demasiado, evitando dejarse atenazar por el miedo.

Martina Álvarez, de Janus Henderson Iberia, reconoce, con cierto optimismo, que se han abierto oportunidades para los inversores con horizontes temporales largoplacistas. Desde Inversis también creen que no es un mal momento para ir tomando posiciones, aunque advierten de que es mejor hacerlo en distintos tramos: “En ningún caso disparando todas las balas de golpe”. Una idea que comparte Fabiana Fedeli, de Robeco, que considera que, aunque efectivamente los mercados se recuperarán, “la marea levantará todos los barcos”. Lo importante y difícil es ahora, en su opinión, distinguir entre los ganadores y perdedores finales, siendo conveniente, por tanto, elegir lenta y gradualmente los puntos de entrada.

Con todo, advierte Mariano Arenillas, de DWS Iberia, habrá que seguir soportando, al menos a corto plazo, una importante volatilidad en los mercados, por lo que es adecuado incluso para los perfiles más agresivos apostar por fondos de inversión o acciones vinculadas a compañías con dividendos sostenibles (algo difícil en un momento que muchas compañías empiezan a revisar su remuneración) o a empresas de infraestructuras con un perfil defensivo. Para Gonzalo García Valero, de Caser Asesores Financieros, a este grupo, deberían unirse sectores como el de la salud y la alimentación, que han sido fuertemente castigados y cuyos datos fundamentales no se deberían deteriorar tanto. En Banca March creen que “estar ahora fuera del mercado nos haría perder los mejores días de recuperación” y, por tanto, incluyen en el grupo anterior a las compañías vinculadas a las megatendencias como la tecnología, sostenibilidad o medio ambiente.

Traspasos versus ventas

En cualquier caso, los inversores en fondos de inversión deben recordar que siempre tienen la posibilidad de reordenar su cartera moviendo el dinero de unos productos a otros sin coste fiscal. Un traspaso entre fondos de inversión (o igual entre planes de pensiones) es básicamente trasladar todo o parte de la inversión que se mantiene en uno a otro fondo distinto. Se puede hacer dentro de una misma entidad —basta con dar la orden pertinente y esperar un máximo de cinco días hábiles— o entre distintas gestoras. En este último caso, el procedimiento es sencillo: se acude a la entidad que comercializa o gestiona el fondo en el que se quiere invertir y se entrega si es posible una copia del extracto de posición en el fondo original. Como tope ocho días hábiles más tarde, si todo es correcto, el traspaso es efectivo.

Debe quedar claro que en ningún momento los importes de dinero que se mueven de un fondo a otro están a disposición del inversor. He aquí una de las principales diferencias respecto a la venta efectiva de un fondo de inversión, a la que se une que en el caso de los traspasos no hay efectos fiscales mientras que éstos sí aparecen en las ventas efectivas: las plusvalías tributan y las minusvalías se deducen en el IRPF. Al margen de las consideraciones fiscales y del juego que puedan dar las compensaciones tributarias entre beneficios y pérdidas, para algunos expertos como Álvaro Manteca, analista financiero certificado y miembro de la CFA Society Spain, la opción de deshacer efectivamente posiciones puede ser atractiva en la medida que “la liquidez es ahora mismo el activo más preciado. Como reza el viejo dicho anglosajón: Cash is king (el efectivo es el rey).


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