Escrivá activa un comité asesor para dar un cariz social a los informes económicos del Banco de España

El Banco de España dio un paso inusual el pasado mes de mayo con la reorganización de la Dirección de Economía y la creación de un nuevo departamento dedicado a analizar la coyuntura desde una perspectiva más amplia de la tradicional. La novedad no está solo en la función de la recién estrenada Oficina de Tendencias Globales y Análisis de las Instituciones, como fue bautizada, sino en quién la dirigirá y en cómo se ha concebido el movimiento. El responsable será el politólogo y sociólogo Víctor Lapuente, por lo que, por primera vez, el organismo prescinde deliberadamente de un perfil estrictamente económico para poner al frente a especialistas procedentes de otras disciplinas y áreas. El nuevo equipo, una vez confirmado el fichaje, echa ahora a andar para dar un enfoque social a los informes y trabajos del supervisor bancario.

La nueva oficina, según explican fuentes del organismo que dirige José Luis Escrivá, tiene como objetivo analizar los grandes vectores de cambio que afectan a la economía y la estabilidad financiera, pero con una perspectiva mucho más amplia que la tradicional. Entre sus áreas de estudio figuran la evolución de las instituciones económicas y sociales, la calidad de la gobernanza, las transformaciones sociales, las dinámicas demográficas, el impacto de la tecnología, el cambio climático y la transición energética o las tendencias culturales.

La idea es complementar los enfoques macroeconómicos clásicos con herramientas propias de disciplinas como la sociología, la ciencia política o la historia económica, capaces de capturar fenómenos que los modelos económicos tradicionales no siempre llegan a reflejar.

El nombramiento de Lapuente, columnista de EL PAÍS reconocido por su trabajo sobre instituciones, gobernanza y comportamiento social, simboliza este giro. Su trayectoria combina análisis empírico con enfoques interdisciplinares y experiencia en el sector público, lo que encaja con la ambición del Banco de España de incorporar miradas externas y no convencionales a sus procesos de análisis. La oficina, bajo su liderazgo, buscará anticipar riesgos y oportunidades emergentes, evaluando cómo los factores sociales e institucionales influyen en las decisiones económicas, confianza ciudadana y patrones de consumo y ahorro, según explican desde el supervisor. “Todo lo que contribuya a analizar las instituciones económicas y sociales y cómo contribuyen en el crecimiento y el bienestar de la población es fundamental”, sostienen las mismas fuentes.

En el mes de septiembre, el Banco de España abrió el proceso de selección, al que han optado medio centenar de candidatos, tanto internos como externos. Tras realizar las diferentes pruebas de valoración de competencias, pruebas objetivas y entrevistas a los candidatos más ajustados al perfil multidisciplinar requerido, el organismo se decantó por Lapuente.

Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Autónoma de Barcelona y doctor en Filosofía Política por la Universidad de Oxford, Lapuente es actualmente director del Instituto de Calidad del Gobierno de la Universidad de Gothenburg (Suecia). Ha enfocado su investigación científica en los ámbitos de calidad institucional, gobernanza y políticas anticorrupción. “Es uno de los expertos españoles más conocidos y, además, nos hace mucha ilusión repatriar talento a España”, explican las mismas fuentes.

En el corto plazo, la tarea de Lapuente será diseñar los diferentes enfoques, objetivos y trabajos que acometerá la oficina. Aunque está adscrita al departamento de Economía, precisan desde el supervisor, es de esperar que otras áreas como la política monetaria, la supervisión bancaria o los sistemas de pagos puedan beneficiarse de todos estos análisis. También está previsto que el equipo vaya engrosándose con nuevos profesionales ajenos a la plantilla actual del organismo: “Tenemos identificadas varias personas que están actualmente en el Banco de España y que podrían formar parte, pero también tenemos la idea de incorporar perfiles multidisciplinares”, prosiguen las mismas fuentes. “Los economistas hemos aprendido que la economía necesita complementarse con otras disciplinas para poder entender mejor todo lo que ocurre”, añaden.

En mayo, casi nueve meses después de su llegada como gobernador al Banco de España y varios cambios en la cúpula, incluyendo la dimisión del director general de Economía, Ángel Gavilán, Escrivá anunció una reestructuración organizativa en la que se redujeron los departamentos que dependían de la Dirección de Economía. El objetivo ―coincidiendo con el plan estratégico hasta 2030― era incorporar un “modelo matricial” en el que, junto a las dependencias jerárquicas tradicionales, se añadían dependencias funcionales articuladas a través de personas y nuevos equipos.

El cambio implicaba que la Dirección de Economía pasaba de tener cuatro departamentos (Análisis Estructural y Estudios Microeconómicos; Análisis Macrofinanciero y Política Monetaria; Análisis de la Situación Económica; y Economía Internacional y Área del Euro) a solo dos. Por un lado, Análisis de la Economía Española, que tiene el cometido de profundizar ―mediante herramientas de previsión micro y macroeconómicas― en el estudio de la economía nacional, sus sectores y agentes. Por el otro, Política Monetaria y Economía Internacional, centrado en el análisis macroeconómico global y la política monetaria de la eurozona.