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La preocupación por la autonomía estratégica de Europa en telecomunicaciones recorre el MWC

El presidente y consejero delegado de Telefónica, Marc Murtra, pide a las autoridades europeas relajar la regulación para fomentar la consolidación del sector

El presidente de Telefónica, Marc Murtra, en el Mobile, en Barcelona. REUTERS/Albert Gea
El presidente de Telefónica, Marc Murtra, en el Mobile, en Barcelona. REUTERS/Albert GeaAlbert Gea (REUTERS)

Pese al centelleo y el aire de fiesta que desprenden los móviles, drones, cámaras de última generación, pantallas gigantes y otros artilugios, y pese a la alegría de los congresistas ávidos de novedades, el Mobile World Congress (MWC) no puede escapar al momento sombrío y convulso que vive el mundo que le rodea. Con una guerra comercial en marcha que tiene en el punto de mira la innovación tecnológica, y varios conflictos que amenazan con transformar el mundo que conocemos, cada uno mira por su supervivencia. Y la preocupación por cómo garantizar que Europa mantenga su autonomía estratégica en el ámbito tecnológico y de las telecomunicaciones ha centrado los primeros compases del congreso, que se ha estrenado este lunes y se celebrará hasta el jueves en las instalaciones de Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat. En una de las conferencias inaugurales, el recién nombrado presidente de Telefónica, Marc Murtra, ha apostado por que Europa tenga un gran campeón de las telecomunicaciones, y ha pedido a la Comisión Europea relajar la normativa para permitir que haya más consolidación en el sector.

Murtra, primer ejecutivo de la operadora española, ha dado la alerta en el arranque del congreso: Europa tiene que ponerse las pilas si quiere convertirse en un jugador potente en esta arena de las telecomunicaciones. “Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que ahora estamos en una nueva era en la que empresas tecnológicas titánicas están, de nuevo, impulsando bruscamente el cambio”, ha afirmado Murtra, que ha advertido de que todas estas empresas tienen su sede en EEUU y China. La Comisión Europea, los Estados miembros europeos, los reguladores y otros “deben adaptar su normativa y sus objetivos para permitir la consolidación tecnológica y de las telecomunicaciones”, ha afirmado Murtra, quien ha añadido: “Es tiempo para las compañías europeas. Debemos ser conscientes de que la excesiva fragmentación de las telecos europeas, el exceso de regulación y la insuficiente rentabilidad del sector han lastrado a Europa, que se ha quedado rezagada tecnológicamente”.

En una de las mesas redondas del Mobile se han dado cita las cuatro principales operadoras europeas: Telefónica, Vodafone, Orange y Deutsche Telekom. Ante el reto de una inteligencia artificial desatada y bajo la sombra de las grandes tecnológicas, los gigantes del sector de las telecomunicaciones han apelado a sus demandas recurrentes: piden menos regulación y oportunidades para consolidar sus negocios. Murtra ha insistido en que el gran conocimiento técnico y del mercado que tienen las operadoras se puede echar a perder por tener un mercado demasiado fragmentado. La consejera delegada de Vodafone, Margherita della Valle, ha recordado que entre las cuatro operadoras invierten 20.000 millones de euros al año en infraestructura, desde satélites a cables submarinos, pasando por antenas 5G.

Bajo el paraguas de estos cuatro gigantes hay 300 millones de consumidores. Una de sus recetas para no quedarse relegadas frente a las grandes tecnológicas, de Estados Unidos y de China, consiste en permitir fusiones que reduzcan el número de operadores en el mercado europeo. Esto no solo permitiría a las compañías gastar más en redes y en otros recursos sino que mejoraría el servicio a los clientes, que también verían una reducción de precios.

Todos coincidieron en la necesidad de actuar de manera diferente. “En tecnología tenemos que tomar decisiones, correr riesgos y necesitamos hacer cambios”, señaló Murtra. “Si hacemos las cosas como hasta ahora tendremos los mismos resultados”. El presidente ejecutivo de Telefónica puso de manifiesto la extrañeza de tener a los cuatro grandes proveedores de telecomunicaciones de Europa pidiendo que les permitan invertir más mediante un entorno más favorable.

Inauguración del Mobile World Congress 2025. Salvador Illa junto a Pedro Sánchez y el rey Felipe VI. Foto: Massimiliano Minocri
Inauguración del Mobile World Congress 2025. Salvador Illa junto a Pedro Sánchez y el rey Felipe VI. Foto: Massimiliano MinocriMassimiliano Minocrei

El arranque de la jornada también ha dejado sobre la mesa cómo el próximo lustro va a marcar las normas de juego. Mats Granryd, director general de la GSMA, la patronal de la industria de la telefonía móvil que organiza el congreso, ha afirmado en la inauguración que ha llegado el momento de crecer. “Todo está relacionado con las redes, si se caen todo se vuelve negro”, ha explicado.

Esta necesidad de proteger las redes y mantener la soberanía sobre los datos ha llevado a algunas compañías a tomar cartas sobre el asunto. Por ejemplo, en Capgemini, una gran consultora tecnológica francesa, adoptaron nuevas estrategias en este sentido en 2020, con la pandemia. “No se trata de utilizar para todo los grandes servicios de inteligencia artificial, sino de usar modelos multimodales, específicos para cada cometido, y luego entrenar modelos en la nube. Lo hicimos durante la covid para ayudar a diagnosticar la enfermedad sin comprometer los datos de los pacientes”, explica Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de la división de telecomunicaciones de la compañía en España. La estrategia para mantener “la soberanía del dato”, explica, pasa por optimizar el uso de la nube, entrenar modelos de inteligencia artificial de forma eficiente, y ser capaz de monetizar la capacidad de computación que no se consume, gracias a diseños abiertos y descentralizados.

Móviles, perros robóticos e inteligencia artificial

La celebración del MWC, uno de los congresos más importantes de tecnología del mundo y en el que se dan cita informáticos, ingenieros, hombres de negocios, políticos y curiosos —este año se espera superar los 101.000 asistentes del año pasado—, es la gran oportunidad para ver qué es lo más nuevo en la industria. En el congreso abundan son los debates sobre tecnología e innovación, pero también hay muchos artilugios: desde instrumentos musicales digitales o una mano robótica que imita los movimientos de la mano humana en Honor, el coche amarillo, conectado e inteligente, de Xiaomi, o un gran dron en Deustche Telecom, o los perros robots que bailan claqué.

En esta edición, lo que más atención ha acaparado en las charlas y en la mayoría de las 2.700 empresas expositoras han sido las innovaciones en inteligencia artificial (IA). De hecho, la conferencia inaugural del salón de emprendimiento 4YFN, que se celebra dentro del congreso, ha ido a cargo del informático alemán Jürgen Schmidhuber, considerado uno de los padres de la IA. “En el futuro próximo, habrá máquinas que puedan mejorarse por sí solas y es posible que en los próximos 30 años veamos más cambios de los que nunca hemos vivido”, ha explicado Schmidhuber, director científico del Instituto Dalle Molle para la Investigación de Inteligencia Artificial (Suiza).

De momento, ya se ven cosas que hasta hace pocos años parecían inimaginables. Uno de los grandes del congreso, Samsung, presentaba su móvil S25 Ultra: este móvil tiene integrado la inteligencia artificial, con aplicaciones como la que edita el selfie en el que uno ha salido con los ojos cerrados, para abrírselos, o otra como la que te sugiere diseños hechos por IA a partir de un garabato que dibujas en la pantalla. Otra de las aplicaciones permite borrar a quien sea que salga en la foto, y rellena el hueco que deja: “La foto pierde interés, pero siempre te puede venir bien borrar a alguien”, admite la asistente que muestra las novedades en el móvil.

La IA no solo está en los móviles. Uno de los proyectos que se han presentado en el espacio de Huawei es Big Fish, un modelo de tienda de 18 metros cuadrados, que se puede poner en una gasolinera, en un club deportivo o en otros espacios, y que usa inteligencia artificial para pagar sin pasar por caja. El proyecto, que ya se aplica en una tienda en una gasolinera de Molins de Rei, lo ha diseñado Grupo Moure, una compañía española que gestiona gasolineras y estaciones de lavado de coches, entre otras cosas, con el apoyo tecnológico de Huawei. “Para entrar en la tienda tienes que pasar la tarjeta por una pantalla, se abre la puerta y puedes empezar a comprar. Vas cogiendo los artículos que quieres, y al salir la inteligencia artificial calcula qué es lo que te llevas, y te lo cobra sin que pases por caja. Estamos creando una nueva forma de comprar, entre las máquinas de autoservicio y las tiendas”, explican Marcos Moure, presidente de la empresa, y David Casanovas, consejero delegado de Big Fish.

En el espacio de Honor, el fabricante de móviles chino que salió de Huawei, los congresistas asisten a un concurso en el que tienen que identificar cuál de los vídeos que muestran a unas personas son falsos —que usan el deepfake, es decir, hacer hablar y moverse a una foto—. La precisión de esta tecnología está tan avanzada, que la mitad de las veces los concursantes fallan. Lo que no falla es el móvil que, según explican en Honor, es capaz de identificar el bulo. Unos pasos más allá, en el espacio de Amdocs y Nvidia —fabricante de los chips que están detrás del avance de la inteligencia artificial en los últimos tiempos— el congresista puede crear un agente de marca artificial, otorgándole rasgos de carácter (puede ser más o menos simpático, más o menos parlanchín o educado) y de imagen. Cuando esto se combina con los gestos y movimientos de un robot, como ocurre con el robot humanoide del grupo de telecomunicaciones Etisalad, el resultado es escalofriante.

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