La Audiencia Nacional imputa por estafa a la cúpula de Herrero Brigantina

El juez de la Audiencia Nacional que indaga por estafa al conglomerado financiero leonés Herrero Brigantina, Santiago Pedraz, ha imputado a la cúpula de esta compañía que ofrecía rentabilidades de hasta un 50% en diez años y cuyo fraude destapó una investigación de EL PAÍS.

El magistrado tomará declaración como investigados el próximo octubre al fundador de la firma, el economista Juan González Herrero, y a su pareja, Kelly Johana Galeano. Pedraz también ha citado entre los días 16 y 21 del mismo mes con la misma calificación a otros nueve ejecutivos de esta corporación a la que la Policía Nacional atribuye una estafa piramidal de 70 millones de euros.

El instructor de la Audiencia Nacional también ha imputado a nueve compañías del entramado Herrero Brigantina, según un auto al que ha tenido acceso este diario. A través de una treintena de oficinas en España y sucursales en Londres, París, Miami, Ámsterdam y Hong Kong, la corporación ofrecía soluciones de inversión, planes de pensiones, seguros, hipotecas y préstamos.

Dos de las mercantiles investigadas por Pedraz se usaron para comercializar las soluciones financieras bajo sospecha que prometían intereses de entre el 35% y el 50%. Con ellas, el presunto gurú de las finanzas González Herrero captó los fondos de decenas de miles de ahorradores, que depositaron entre 5.000 y dos millones de euros por inversor. La firma presumía de tener 35.000 clientes en Europa.

El señuelo del supuesto esquema de la riqueza exprés era el denominado unit linked (seguro de vida cuya prima se invierte en una cartera de fondos). Se trataba de una inversión fuera del radar de supervisores como el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y cuyo control dependía solo de la Dirección General de Seguros (Ministerio de Economía).

Pedraz ha pedido información a este último organismo para que le aclare si supervisó el tinglado mercantil de González Herrero. El instructor reclama además a la Agencia Tributaria datos del fundador y de otros diez ejecutivos. Y rastrea nueve firmas que esta corporación leonesa, que llegó a anunciar en 2023 su salida a Bolsa, usó para vender las soluciones de inversión.

Las pesquisas apuntan a que Herrero Brigantina utilizó sin permiso, para colocar sus productos de inversión, el aval y los logos de las aseguradoras Axa, Plus Ultra y Generali y con esta treta captó más de 40 millones entre 2021 y 2022.

El instructor quiere saber ahora si estas inversiones estaban respaldadas realmente por las aseguradoras y si la Dirección General de Seguros conocía si el entramado mercantil disponía de seguros de responsabilidad civil.

En su batería de diligencias, Pedraz pide a la Policía Nacional que rastree las transferencias de los ahorradores a los investigados, analice las cuentas bancarias del tinglado societario y monitorice las transacciones de los ejecutivos de la compañía.

Las pesquisas de la Audiencia Nacional contra Herrero Brigantina sufrieron un impulso el pasado febrero, cuando el magistrado asumió la investigación de dos querellas que reunían a 82 inversores de 14 provincias, y centralizó una causa con tentáculos internacionales. La instrucción se ha traducido ya en el embargo de nueve inmuebles, el bloqueo de 540.000 euros en cuentas bancarias y de un millón en una SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable).

El ideólogo de Herrero Brigantina, Juan González, de 45 años, fue arrestado el pasado diciembre en el aeropuerto de Madrid-Barajas cuando regresaba de Colombia, de donde es su pareja y —según los investigadores— urdió un plan para deshacerse de su patrimonio tras descubrir que estaba siendo investigado.

La instrucción debe aclarar por qué se ocultaron los ingresos del fundador, las vidriosas transacciones para mover 25 millones en acciones o las trabas de Herrero al supervisor gubernamental. Antes del hundimiento, una aureola de éxito acompañaba a los directivos de esta compañía que se situó en el puesto 149 de las 1.000 firmas europeas que más rápido crecían en 2021, según el Financial Times.

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