_
_
_
_

Dos de cada tres municipios grandes bonifican el IBI a quien instala paneles en el tejado

Solo el 27% ofrece reducciones en el Impuesto de Actividades Económicas, aunque más de la mitad de empresas puede acceder a ellas. La Fundación Renovables reclama ayudas para las baterías

vivienda españa
Pérgolas de autoconsumo, en bloques de pisos en Sevilla.
Ignacio Fariza

El 64% de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes ya tienen activa algún tipo de bonificación en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para quien pone paneles en su tejado. Así se desprende del estudio anual de la Fundación Renovables sobre los incentivos fiscales a quien invierte en autoconsumo, que registra un aumento en el porcentaje de municipios grandes que tienen en marcha programas de incentivos en este tributo —el mayor de cuantos nutren las arcas municipales—: hace un año era el 62%, hace dos el 55% y hace tres, apenas el 48%. Aunque en España hay más de 8.000 localidades, las analizadas (771) comprenden más del 80% de la población y el 97% de las empresas.

Las diferencias por provincias son, no obstante, muy acusadas. Algunas, como Ávila, Palencia, Segovia, Teruel o Soria —todas ellas, con pocos municipios grandes— cuentan con que todos los Ayuntamientos con más de 10.000 empadronados bonifican el IBI a los autoconsumidores. Otras, como Cáceres o Zamora, no ofrecen ningún tipo de ayuda. Los mismo sucede con las dos ciudades autónomas: Ceuta bonifica y Melilla no lo hace. El estudio destaca, además, los casos de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid, así como de provincias como Córdoba, “que cuentan con un gran número de municipios y muchos de ellos tienen bonificaciones”.

La otra gran ayuda municipal para quien opta por poner paneles en el tejado es la reducción del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), también de titularidad municipal. Hoy son, según los datos de la Fundación Renovables en colaboración con Otovo, el 63% de los municipios grandes los que tienen en marcha algún tipo de bonificación o exención. Es un punto porcentual más que hace un año, cuatro más que en 2022 y siete más que en 2021. Una evolución al alza, aunque mucho más moderada que en el caso del IBI, que también tiene un patrón de alta variabilidad entre unas provincias y otras.

El tributo municipal con menos bonificaciones es, en cambio, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que recae mayoritariamente sobre las empresas y en el que poco más de una de cada cuatro localidades (el 27%) de más de 10.000 habitantes ofrecen reducciones a quienes se lanzan al autoconsumo. Aun así, el censo empresarial indica que más del 52% de las compañías españolas están radicadas en un municipio que ofrece bonificaciones.

El autoconsumo ronda hoy los siete gigavatios (GW) de potencia instalada en España, según los datos del sector. Sin embargo, tras el frenazo de los últimos meses, tendrá que acelerar el paso en los próximos años si se quiere alcanzar el objetivo nacional de 19 GW a finales de esta década. De ahí —y del periodo de amortización de este tipo de instalaciones, que ronda los siete años de media— la importancia de las bonificaciones tributarias, que reducen notablemente el tiempo de recuperación de la inversión.

Las baterías, clave

“El autoconsumo contribuye a aumentar la soberanía energética y la eficiencia del sistema, pero, sobre todo, a democratizar la energía, asegurando un empoderamiento de la ciudadanía que ayude a equilibrar el juego de poder dentro del sistema energético”, enfatiza la directora general de la Fundación Renovables, Raquel Paule. Sin embargo, reconocen, “a medida que las renovables se instalan en el sistema eléctrico y no se electrifica la demanda, los precios del pool [el mercado mayorista] se vuelven cercanos a cero en las horas principales del día, lo que hace que el autoconsumo pierda cierta rentabilidad y atractivo”.

Para evitarlo, el estudio sugiere a los Ayuntamientos la extensión de las bonificaciones en los tributos municipales a quien, además de optar por los paneles, invierte en una batería para almacenar los excedentes en las horas centrales del día para utilizarlos por la tarde y la noche o en las jornadas en las que no luce el sol. “Lo ideal es adaptar nuestro consumo a las horas en las que nuestra instalación produce energía. Sin embargo, tenemos muchos consumos difíciles de cambiar y para los que el uso de baterías es una buena solución”, concluye.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_