Emprendimiento y ciencia para el bienestar
La tecnología con propósito existe y ha cobrado vida en diversos ejemplos: desde soluciones para detectar la dislexia hasta el apoyo emocional
La inteligencia artificial (IA) no es solo una herramienta tecnológica, sino también un agente de transformación con el poder de mejorar la sociedad. Esa ha sido la idea que ha permeado en el Tech4Good, evento por el que han desfilado diversas iniciativas que utilizan la IA para crear proyectos innovadores y con impacto positivo en diferentes ámbitos. “Queríamos hacer un encuentro para hablar, fundamentalmente, de todas las cosas estupendas que podemos hacer con la IA”, anunció Jaime García Cantero, director de Retina.
Por ejemplo, el proyecto STOP (Suicide prevenTion in sOcial Platforms), que utiliza ciencia de datos e inteligencia artificial para estudiar problemas mentales en redes sociales y ofrecer ayuda a personas que puedan necesitar apoyo ante situaciones graves de salud mental vinculadas al suicidio, la depresión o trastornos alimentarios. Ana Freire, docente e investigadora en la Universidad Pompeu Fabra, fundó este programa en 2017 y desde entonces se ha convertido en una referencia en la aplicación de esta tecnología en este campo sanitario. “Nuestro objetivo es llegar a usuarios que nunca han tenido una consulta de salud mental”, explicó. “Ofrecemos apoyo emocional en el momento en que las personas lo necesitan, a través de un teléfono o un chat”.
En el encuentro también participó Luz Rello, profesora del IE Business School y fundadora de Change Dyslexia, iniciativa que emplea IA para mejorar la vida de los niños con dislexia y que ha recibido diversas distinciones, como el Premio Princesa de Girona. Fundada en 2015, Change Dyslexia se ha convertido en una plataforma utilizada por más de 400.000 personas, que han hecho un test de detección de dislexia. Actualmente, la herramienta está implantada en más de 2.000 colegios públicos de España, y recientemente recibió un galardón de la Unesco por su aplicación de la IA en educación. “La IA nos permite predecir riesgos antes de que se conviertan en un problema, ayudando a los niños a recibir el apoyo que necesitan”, explicó Rello.
Una mejor sanidad
La IA también está transformando el sector sanitario. Miguel Luengo, fundador y CEO de Spotlab.ai, ha creado una plataforma de IA multimodal para investigación clínica y diagnósticos universales. Spotlab utiliza la inteligencia artificial para desarrollar modelos de biopsias más precisas y accesibles. Su objetivo es que esta tecnología llegue a todo el mundo, desde hospitales de primer nivel hasta países en vías de desarrollo. De esta manera, se puede mejorar la calidad de vida de millones de personas y salvar vidas. En Tech4Good también destacó la participación de María González, CEO de Tucuvi, una firma de inteligencia artificial conversacional en salud. Tucuvi trabaja con sistemas sanitarios para ayudar a prestar una atención de calidad de la forma más eficiente posible a millones de pacientes, y emplea una tecnología de reconocimiento automático de voz y procesamiento del lenguaje natural, para dar seguimiento constante a diversos pacientes a través de llamadas telefónicas personalizadas. Su sistema recopila datos de las conversaciones con los cuidadores, promoviendo así una transición de los cuidados reactivos actuales hacia un enfoque preventivo y proactivo. La IA también está impulsando iniciativas que ayudan a la lucha contra el cambio climático.
Laura Rodríguez, CEO de Humara, explica que su iniciativa ayuda a diseñar y gestionar mejor las plantas donde se tratan y reciclan residuos, lo que resulta en un ahorro significativo de tiempo y recursos. Su sistema es utilizado por constructores, operadores de plantas y entidades gubernamentales en todo el mundo. “Los residuos no son un problema, son una oportunidad para dar un cambio… Vemos a la IA como un complemento de la naturaleza”, señaló.
En el ámbito de la alimentación, Beatriz Jacoste, directora de Km ZERO Food innovation Hub, trabaja para mejorar la sostenibilidad de la cadena alimentaria. Este proyecto impulsa a los emprendedores a construir propuestas que permitan mejorar el impacto de este sector, responsable de cerca del 30% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono; del 44% del metano y del 80% del nitrógeno que se expulsa a la atmósfera. “Nuestro objetivo es crear tecnología invisible con un impacto real”, mencionó. Durante el encuentro también estuvo presente Carlota Corzo, fundadora y CEO de De Lazzaro, una organización que acercar las tecnologías más disruptivas a oenegés para que estas puedan multiplicar su impacto. “El tercer sector necesita reinventarse”, reclamó, y “la IA puede ser una herramienta poderosa para que estas organizaciones puedan llegar a más personas y tener un mayor impacto social”.
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