El Mobile fía a los congresistas chinos la recuperación del volumen de visitantes de antes de la pandemia
Barcelona acoge con éxito la primera jornada del Mobile World Congress, que ha mutado hacia la inteligencia artificial y las aplicaciones
Era media mañana y el trajín de tráfico en el exterior permitiía aventurar lo que pasaba dentro: el arranque del Mobile World Congress (MWC). Ni era fácil moverse por algunos pasillos ni entrar en algunos espacios de exposición. La antigua feria de los móviles, este año con mucho acento puesto sobre la inteligencia artificial, ha echado andar con buen pie y fiando parte de su éxito de las marcas y los visitantes asiáticos, los grandes ausentes de los últimos años a causa de la reducción de movilidad motivada por la covid-19. En ellos está depositada la esperanza de alcanzar los 95.000 participantes e ir aproximándose poco a poco a los 109.000 que se alcanzaron en tiempos prepandémicos, en 2019.
Las marcas chinas están presentes en casi todos los pabellones. Mobile China destaca por las dimensiones y el colorido de su stand y China Telecom porque es el primer año que pasa revista en Barcelona. Representa la punta de lanza en lo que la organizadora del evento, la patronal GSMA, lleva años buscando: la recuperación de los visitantes asiáticos y, sobre todo, chinos. Según lo que se puede intuir en los pasillos, este podría ser el año. Desde hace semanas la organización ha defendido que el crecimiento de asistentes tiene que llegar de la mano de asistentes del gigante asiático.
En un congreso en el que cada vez se lanzan menos móviles, presentados en su mayoría con antelación o postergados, y hay más aplicaciones y coches inteligentes, la marca china Xiaomi sí que ha decidido lanzar su joya de la corona aprovechando el evento: dos smartphones de más alta gama que cuentan con una cámara desarrollada en colaboración con el especialista alemán en ópticas Leica. Su espacio de exposición era esta mañana un ejemplo de la expectación que todavía generan los artilugios tecnológicos, por mucho que la temática de este año del Mobile esté enfocada hacia la inteligencia artificial. En torno a las diez de la mañana, los empujones eran el santo y seña para entrar en su expositor, con las mesas donde se exhiben sus artilugios repletos de gente, mientras que en el espacio de enfrente, de Dell, era sencillo pisar su mullida moqueta.
“Con la economía china ralentizándose, este es el sitio donde [las compañías chinas] encuentran crecimiento y buscan nuevas oportunidades”, explicaba Mats Granryd, director general del GSMA, en la presentación del salón. Tras los problemas de movilidad surgidos con la pandemia, la organización apuesta por que el público chino atienda como en 2019 a la cita barcelonesa del móvil y sea la catapulta que permita volver a los récords de ese año.
Hay una cosa clara, la nueva economía que representa el Mobile desafía estos días a la vieja, que tiene en Ginebra una cita con la que años atrás ninguna feria hubiera intentado competir: el que fuera el mejor salón del automóvil europeo, y en el que en esta edición apenas hay marcas asiáticas que quieren aterrizar en el Viejo Continente. Los salones para mostrar coches están de capa caída y en cambio el MWC ha despertado hoy con baños de masas y múltiples campos de actividad: desde un híbrido de avión y helicóptero para moverse por zonas urbanas a diademas diseñadas en España para medir la actividad cerebral durante un ictus agudo. El equipo de Nueva Zelanda que participará en la Copa América, además, ha mostrado un barco propulsado por hidrógeno.
La apertura del Mobile no se ha escapado de las reivindicaciones a los políticos. El presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, ha considerado “una necesidad absoluta” para Barcelona y la entidad que lleguen más vuelos internacionales al Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Lo ha dicho este lunes en una entrevista de Rac1 al ser preguntado sobre si hace falta un aeropuerto con más capacidad, ante lo que ha pedido “ser coherentes” con la voluntad de que Barcelona crezca en el ámbito internacional.
Amnistía
Ni los taxis han protestado este año a las puertas del Mobile World Congress en su primera jornada en Barcelona. La mayor feria de tecnología móvil del mundo ha esquivado conflictos de calado, si bien a las puertas del recinto de Fira en L’Hospitalet ha habido diversas reivindicaciones, entre ellas una del colectivo de la Guardia Urbana del municipio barcelonés. Tras 18 años instalados en la capital catalana, tampoco ha habido lío político, más allá de gestos protocolarios. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, evitó anoche y también este lunes por la mañana participar en el saludo protocolario a Felipe VI; sin embargo, luego en el interior de la feria, como anoche en la cena de gala, Aragonès, Felipe VI y Pedro Sánchez se saludaron amistosamente. A menos de dos semanas para firmar la futura ley de amnistía, Sánchez y Aragonès se han visto y han hablado en dos ocasiones en 24 horas.
El presidente de la Generalitat ha llegado al recinto que acoge el MWC en torno a las 9.00 acompañado por la presidenta del Parlament, Anna Erra, y por la vicepresidenta el Govern, Laura Vilagrà, y han saludado a un grupo de autoridades entre las que estaban los dirigentes de la GSMA; la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, o los máximos responsables de Fira. A continuación, se ha dirigido al interior de un pabellón y ha sido allí donde ha saludado a Felipe VI, con lo que ha repetido el gesto de otros años. Después, el Rey ha paseado por el salón y ha visitado los expositores de la Mobile World Capital y el pabellón de España, entre otros.
Sequía
La feria se celebra esta semana en la peor sequía que jamás haya sufrido Cataluña. La organización GSMA ha pedido a los congresistas que sean responsables con el consumo de agua y algunos carteles advertían en el recinto de que la comunidad se encuentra en fase de emergencia. Entre las medidas que ha aplicado Fira de Barcelona, en el recinto de Gran Via, destaca el paro de las fuentes ornamentales de la puerta principal, la puesta a punto de grifos automáticos para reducir el tiempo de funcionamiento y un sistema de control de consumo de agua digitalizado que detecta fugas en la red en tiempo real. En esta nueva edición, el Mobile quiere seguir avanzando en la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental. Por ejemplo, Samsung usa plásticos reutilizables en algunos modelos de Galaxy.
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