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El Gobierno y la Generalitat salvan la crisis con los maquinistas de tren al garantizar su movilidad fuera de Cataluña

El traspaso de Rodalies ha azuzado el malestar del colectivo profesional con un mayor peso e influencia dentro de Renfe

Rodalies Renfe Barcelona
Un tren de Rodalies Renfe circula a la altura de la playa de Castelldefels, en Barcelona.Albert Garcia
Marc Rovira

Óscar Puente se ha estrenado como ministro de Transportes con la máxima prioridad de evitar un grave conflicto ferroviario. Una negociación de última hora ha frenado, al menos de momento, una huelga del colectivo de maquinistas de Renfe que amenazaba con bloquear el tráfico de trenes en toda España durante al menos cinco días, incluida la previa del puente de la Constitución, como protesta por el traspaso a la Generalitat del servicio de Rodalies, las cercanías en Cataluña. La primera jornada de parón estaba señalada para este viernes, pero una negociación a contrarreloj se cerró el jueves por la noche con el compromiso del ministro de que nadie que no lo quiera se va a tener que quedar trabajando a las órdenes de la Generalitat.

“El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible manifiesta su firme compromiso con el mantenimiento de las condiciones sociolaborales de la plantilla y especialmente, con la garantía de integridad del Grupo Renfe y Adif, manteniendo sus plantillas”, reza el texto del acuerdo alcanzado con los representantes de los trabajadores, y al que ha tenido acceso EL PAÍS. El Gobierno afirma que la cláusula pactada con los sindicatos no altera las condiciones del traspaso sellado con Esquerra Republicana durante la negociación por la investidura de Pedro Sánchez. “No vamos a cometer en la relación con nuestros socios ningún tipo de deslealtad. Yo llamé al president Aragonès, le expliqué lo que íbamos a hacer y recibí su visto bueno”, ha manifestado el ministro Puente este viernes. Desde la Generalitat se apunta que “dar seguridad y tranquilidad” a los trabajadores de Renfe es una prioridad.

El acuerdo entre el Gobierno y Esquerra Republicana para dejar en manos de la Generalitat el servicio de Rodalies fue una condición de los republicanos para dar su apoyo a la reelección de Pedro Sánchez. Alterar los términos del traspaso supone una carga de dinamita para la estabilidad de la legislatura, y el nuevo inquilino del Ministerio de Transportes ha abordado la negociación con los sindicatos ferroviarios con tiento de funambulista. “La primera llamada fue al president Aragonès”, ha subrayado Óscar Puente este viernes en la emisora RAC1. “Se establecerá una mesa de diálogo permanente entre las partes para transmitir la visión y modelo ferroviario que reivindican los trabajadores ferroviarios”, recoge el redactado del texto pactado con los sindicatos.

Los plenos poderes sobre Rodalies constituyen una reivindicación histórica del Govern, bajo el argumento de que solo gestionando desde la proximidad se pueden mitigar las constantes incidencias, retrasos y averías que sufre la red. Rodalies tiene más de 300.000 usuarios diarios y es una fuente inagotable de malestar ciudadano. “El Govern asume el reto con el objetivo de poner fin al caos constante y dar a la ciudadanía el servicio que necesita y se merece”, destaca la consejera de Territorio, Ester Capella.

El traspaso conlleva la creación de una nueva empresa mixta, participada por el Estado y con mayoría de la Generalitat, para asumir la gestión de Rodalies. Esta medida ha generado una fuerte oposición dentro de todo el personal de Renfe y Adif. La contestación más activa ha sido a cargo de los maquinistas, que programaron cinco días de parón, el 24 y el 30 de noviembre y el 1, 4 y 5 de diciembre, con impacto en toda la red ferroviaria. El colectivo de maquinistas tiene un fuerte peso dentro de la plantilla de Renfe. Son unos 5.500 profesionales prestando servicio para la compañía pública en toda España, con un sueldo medio de 60.000 euros anuales. En Cataluña, Renfe tiene 800 maquinistas. Se trata de un territorio con poca vocación para ingresar en los cursos de formación y muchos de los profesionales llegan a Cataluña desde otras regiones.

El principal motivo de queja para alentar la huelga es que el cambio de titularidad del servicio de Rodalies puede diezmar el número de profesionales que integran la plantilla total de Renfe y, además, dejar desamparados laboralmente a aquellos trabajadores que están destinados en Cataluña y que puedan pasar a depender de la nueva empresa mixta. “Pertenecer a diferentes empresas vulnera que estemos todos amparados por el mismo convenio colectivo y por los mismos derechos”, justifica el sindicato de maquinistas Semaf.

“Lo que ayer acordó el ministerio con los sindicatos lo podía haber acordado la Generalitat”, ha declarado el ministro de Transportes. Puente garantiza a los trabajadores que dispondrán de libre movilidad y que no verán recortado ningún derecho laboral. Fuentes del Govern ratifican que, llegado el momento, los empleados de Renfe podrán decidir si se quedan en la empresa mixta, gestionada por Generalitat y Estado, o si prefieren depender exclusivamente de Renfe. Las mismas fuentes descartan que pueda darse el caso de una falta de maquinistas en los Rodalies de Cataluña si, como apuntan los profesionales en sus reivindicaciones, hay una preferencia mayoritaria por mantener el vínculo laboral exclusivamente con Renfe. “Nos van a sobrar maquinistas”, afirman desde el Govern.

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