Iberdrola se sienta en el banquillo acusada de enriquecerse manipulando el precio de la luz
Dos de sus directivos alegan, durante la primera jornada de juicio en la Audiencia Nacional, que la escasez de lluvias provocó esa subida en 2013: “Es el mercado”
Iberdrola, una de las grandes empresas energéticas españolas y una de las principales sociedades del Ibex 35, mira de reojo desde este martes a la Audiencia Nacional. Este tribunal ha acogido esta mañana la primera sesión del juicio contra Iberdrola Generación, filial del grupo, a la que se acusa de manipular en 2013 el mercado para disparar el precio de la electricidad y obtener así un beneficio millonario. Sentada en el banquillo como persona jurídica, la compañía rechaza las imputaciones de la Fiscalía Anticorrupción, que pide que se le condene a pagar una multa de casi 85 millones de euros y el decomiso de todas las ganancias que obtuvo con esa operación.
La primera jornada de la vista ha comenzado con el interrogatorio a dos de los cuatro directivos también acusados por el ministerio público, para los que reclama dos años de cárcel: Ángel Chiarri, entonces director de Gestión de la Energía; Gregorio Relaño, responsable de Optimización, Gestión de Recursos y Trading; José Luis Rapún, encargado de Gestión de Activos; y Javier Paradinas, a cargo de Mercados a Corto Plazo y Operación Global. Chiarri y Relaño, que han contestado a las preguntas de todas las partes, han negado que recibiesen “instrucciones” para elevar los precios a través de una operación coordinada, y han destacado que fueron las condiciones meteorológicas, que vaticinaban una “sequía”, las que provocaron esa subida. “Es el mercado el que puede hacer que el precio suba”, recalcó uno de ellos.
En su escrito de acusación, el fiscal asegura que Iberdrola maniobró para “incrementar el precio de la energía que vendía, más allá del que debiera resultar de la libre concurrencia de la oferta y la demanda”. Su objetivo era “perjudicar a los consumidores”.
“Para conseguir ese mayor precio en el mercado eléctrico, a partir del 30 de noviembre de 2013 y hasta el 23 de diciembre de 2013, aumentó (sin causa legítima que lo justificara) el precio en las ofertas de energía eléctrica correspondiente a sus centrales hidráulicas de Duero, Sil y Tajo, a un nivel por encima del precio de mercado diario que impedía casar las operaciones, a pesar del incremento que experimentaban en esos días los precios de la energía eléctrica en el mercado de contado, que la situaban ante un coste óptimo de oportunidad”, se lee en el citado escrito.
“Esta situación determinó la retirada de programación de las centrales referidas: esto es, dejaron de producir energía [...] Y, como consecuencia, se provocó que las operaciones de compra se casaran con la energía procedente de las centrales de ciclo combinado, de coste superior y en un rango de precios más elevado frente a la media de precios de la energía proveniente de las centrales hidráulicas”, apostilla la acusación pública, que califica este presunto ardid como un “artificio” que le supuso un beneficio superior a los 21 millones de euros. Esa operación causó un supuesto perjuicio de 107 millones, “soportado” por los consumidores, empresas comercializadoras y aseguradoras.
Chiarri, ya jubilado, ha explicado cómo trabajaban en Iberdrola para presentar su oferta semanal al mercado. Cada jueves, según ha detallado, se celebraba una reunión para planificar su oferta, que después se aprobaba. El exdirectivo ha afirmado que los equipos humanos de la compañía intervenían en el cálculo de las “previsiones”; pero una vez fijadas, se introducían los datos en el sistema, que establecía el precio final que se ofertaba: “No hay nadie, por tanto, que fije el precio”, ha dicho.
—Pero entonces, ¿quién fijaba el precio? ¿Una máquina? —ha intervenido el juez José Manuel Clemente Fernández.
—Prácticamente, sí. Una herramienta informática ponía todos los datos juntos y lo fijaba —ha respondido el acusado.
—¿No hay un responsable humano? ¿Viene dado por una máquina? ¿Se debe a una decisión autonómica derivada de un protocolo de actuación? —ha insistido el fiscal.
—Siempre es así. Es un protocolo.
Los acusados repiten que no cometieron irregularidades. Chiarri ha negado que diese alguna “instrucción” para elevar los precios, y ha achacado la subida de entonces a la confluencia de un conjunto de factores: “A mitad de noviembre, se ve una reducción de la cantidad de lluvia en los embalses. Una situación que nosotros catalogamos de principio de sequía, y que no afectaba solo a Iberdrola, sino al sistema. Empieza, además, a aparecer la indisponibilidad de centrales importantes, como las nucleares. Y empieza a hacer frío —por lo que la demanda va subiendo— y tenemos poco viento. Empezamos a ver entonces que hace falta gas. Y eso la máquina lo nota”.
Las reservas de agua, “como los ahorros en el banco”
Chiarri ha recurrido a una metáfora para ahondar en su línea de defensa sobre por qué se disparó el precio de la energía procedente de los embalses bajo sospecha. “Para nosotros, las reservas [de agua] son como el ahorro en el banco. Y los ahorros están bien para una emergencia”, ha dicho el exdirectivo, antes de calificar la lluvia como el “sueldo”. “2012 fue un año muy estable, llovió mucho: teníamos ahorros pequeños, pero un sueldo grande, por lo que no hubo ninguna incidencia. En 2013 teníamos unos buenos ahorros en el banco; pero, empezamos noviembre y diciembre, y nos gastamos casi la mitad de esos ahorros. La situación era de que teníamos ahorros, pero no entraba sueldo”. Todo eso provocó, según ha subrayado, que se elevarán los precios: “Era decirle al mercado: ‘¡Ojo! Que [la lluvia es] escasa y puede ser duro el futuro”, ha alegado.
“Se añade la previsión de falta de lluvias”, ha remachado Gregorio Relaño: “Las previsiones estadísticas que manejábamos era que tendríamos una sequía futura”.
La eléctrica minimiza la acusación y considera, según fuentes de la compañía, que el juicio se centra en una “cuestión técnica y no penal”. Precisamente, en 2015, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multó con 25 millones de euros a Iberdrola Generación por este asunto: concluyó que se había manipulado el mercado mediante incrementos del precio de la oferta en estas centrales hidráulicas de los ríos Duero, Sil y Tajo, entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2013. Las sospechas de fraude en 2013 llevaron al Gobierno a cambiar todo el sistema de fijación de precios para evitar que la luz subiera de golpe casi el 11%, lo que se bautizó como el tarifazo’ de la subasta.
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