Vodafone cierra el 15% de sus tiendas franquiciadas en España para recortar gastos

Vodafone España está en una encrucijada decisiva. La nueva consejera delegada del grupo a escala mundial, Margherita Della Valle, ha puesto en “revisión estratégica” la división española, sin descartar ninguna opción, incluyendo la venta de todo el negocio tras años de recorte de ingresos y pérdida de clientes. El portugués Mario Vaz, que tomó las riendas de Vodafone España en abril, es el encargado de enderezar las cuentas y de convencer a la matriz en Londres de que merece la pena seguir confiando en España. Para ello, esta semana se va a aprobar un plan estratégico con dos ejes clásicos: mejorar el trato con el cliente para impedir su fuga a otras compañías y recortar gastos.

En esa línea, Vaz ha empezado ya a hacer sus deberes con el cierre de 90 tiendas franquiciadas en España, el 15% del total, y la no renovación de varios canales de concesionarios para mejorar la eficiencia de la distribución y potenciar el canal digital. La filial ya anunció en 2020 el cierre de las 34 tiendas propias, coincidiendo con el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a 500 empleados. Ahora mantiene 595 tiendas comisionadas a través de franquicias y distribuidores.

Los resultados Vodafone España en el primer trimestre fiscal (del 1 abril a 30 junio), el primero con Vaz al frente, arrojan una cierta mejora, con la ralentización del deterioro de las ventas. Los ingresos totales fueron de 965 millones de euros, un 2,3% menos que en el mismo periodo de 2022, debido a la pérdida de clientes y a la competencia de precios en el sector, parcialmente compensado por el aumento de tarifas. Los ingresos por servicio alcanzaron los 871 millones de euros, un 3% menos que el año pasado, una caída menor que la que registró en el conjunto de su último año fiscal (que concluyó el 31 de marzo), cuando disminuyó un 5,4% de su facturación anual.

La base de clientes de contrato móvil de Vodafone España se redujo en 87.000 líneas y la base de banda ancha, en 65.000 en el trimestre, y ha perdido unos 400.000 clientes en total desde enero que se han ido a la competencia, más que los que se fueron en todo el año 2022. Pese a ello, en el primer trimestre ha conseguido recortar en 1,9 puntos porcentuales el descenso del 4,2% que registró en los tres últimos meses de su año fiscal 2022/2023. Además, la caída es inferior a la registrada en todos los trimestres del ejercicio previo: 4,1% en el primero, 7,9% en el segundo y 9,8% en el tercero.

Margherita Della Valle ha admitido en la conferencia con analistas “el buen desempeño comercial del trimestre” de la filial española, con las medidas adoptadas por Vaz en la que la operadora ha comenzado a ganar clientes en junio y en especial en julio, con una cifra de altas estables. “Pedí a Mario hacer una completa revisión de la estrategia comercial en el mercado español y han sido muy rápidos en hacerlo ya que vemos datos positivos que se consolidarán en el próximo trimestre”, indicó.

Aunque a continuación ha añadido que en el complicado y competitivo mercado español se requiere estudiar otras alternativas desde un punto de vista “inorgánico”, es decir, una operación con un tercero que puede ser una venta parcial o total de la operadora, o un acuerdo general de compartición de redes. “Necesitamos acciones estructurales”, ha señalado, sin precisar más.

A escala mundial, los ingresos totales del grupo se situaron en el primer trimestre de su año fiscal en 10.740 millones de euros, una caída del 4,8% respecto al mismo periodo de 2022, debido a un descenso de ingresos en Grecia. Vodafone también anunció que Luka Mucic asumirá el cargo de director financiero a partir del 1 de septiembre. Anteriormente había trabajado en la empresa de software SAP, donde ocupó el mismo cargo durante siete años hasta marzo de 2023.

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