Detenido en Portugal el cofundador de la empresa Altice en una operación contra el fraude fiscal y la corrupción
El empresario portugués Armando Pereira, que emigró a Francia con 14 años, ha construido su fortuna en el sector de las telecomunicaciones. La Fiscalía sospecha que ocultó beneficios a su empresa en varias ventas inmobiliarias
El jueves fue un día de sobresaltos en Altice, la empresa francesa de telecomunicaciones que adquirió en 2015 una de las joyas del estado portugués, Portugal Telecom, por 7.400 millones de euros. Un centenar de policías participaron en los registros de sedes de la compañía y domicilios particulares dentro de una operación que investiga varios delitos de guante blanco: corrupción privada, fraude fiscal, falsificación y blanqueamiento de capitales. El mayor golpe de efecto llegó de noche con la detención de Armando Pereira, cofundador de Altice, tras el registro realizado en su casa en Vieira do Minho, en el norte del país. La noticia solo se conoció esta mañana. Pereira pasó la noche en una celda de la sede de la Policía Judicial en Lisboa y está previsto que comparezca mañana, sábado, ante un juez, que deberá decidir si le deja en libertad (con o sin cargos) o si le envía a prisión.
Entre jueves y viernes se han realizado 90 registros en empresas, casas y bufetes y se han detenido a tres personas, aunque solo ha trascendido de momento la identidad de Armando Pereira, expresidente de Portugal Telecom. Los detenidos no han podido comparecer hoy en el juzgado debido a la huelga de los oficiales de justicia. Además, según informó en un comunicado el Departamento Central de Investigación y Acción Penal, se han confiscado varios coches de lujo valorados en 20 millones de euros y documentos considerados relevantes.
La investigación, iniciada hace tres años por la Fiscalía y reforzada por la Autoridad Tributaria, trata de esclarecer si se organizó un esquema fraudulento que podría haber dañado los intereses de Altice y a otras empresas de la competencia en varios millones de euros. La cadena de televisión SIC señaló que los beneficios ilícitos podrían superar los 250 millones de euros. Los investigadores sospechan que el empresario Armando Pereira, con la ayuda de otros, podría haber simulado negocios inmobiliarios y ocultado beneficios en la venta de patrimonio que pertenecía a la antigua Portugal Telecom.
Entre los negocios investigados se incluyen la venta de cuatro inmuebles en Lisboa por 15 millones de euros a personas cercanas a Armando Pereira. Uno de los compradores fue, según la revista Sábado, Alexandre Fonseca, que fue presidente de Altice Portugal hasta marzo de 2022, cuando pasó para Altice Europa. La mayoría de los negocios sospechosos se realizaron bajo el mandato de Fonseca en la filial portuguesa.
Además, se investiga si se han lesionado los intereses del Estado y se han utilizado de forma fraudulenta estructuras societarias constituidas en el extranjero. “Los hechos apuntan hacia prácticas de deslocalización ficticia de los domicilios fiscales de personas y sociedades, con aprovechamiento abusivo de la fiscalidad reducida que se aplica en la Zona Franca de Madeira”, sostiene la Fiscalía, que estima en cien millones de euros los beneficios fiscales ilegales.
Altice Portugal es la propietaria de MEO, una de las principales compañías de telecomunicaciones que opera en el mercado luso para ofrecer servicios de telefonía, televisión e internet.
En 2015, Armando Pereira pasó de ser un desconocido en su país a convertirse en uno de los empresarios más poderosos con la adquisición de Portugal Telecom. Pereira encarna mejor que nadie el prototipo del sueño portugués. A los 14 años, con dos pares de camisas, dos pares de pantalones y el dinero equivalente a unos 600 euros, emigró a Francia como miles de compatriotas que carecían de oportunidades en un país acogotado por una larga dictadura, que además enviaba a todos los jóvenes en edad de realizar el servicio militar a hacer la guerra en África para mantener sus colonias.
En Francia desempeñó trabajos precarios en la construcción hasta que recaló en Nancy, donde comenzó a instalar cables telefónicos y a formarse hasta lograr montar su propia empresa, Sogetrel, en 1985. Cuando la vendió en 1999 se convirtió en millonario. En 2002 fundó, junto al multimillonario Patrick Dahi, la compañía francesa Altice, que entró en el mercado portugués con la compra de dos pequeñas empresas, Cabovisão y Oni, antes de hacerse con Portugal Telecom en 2015. En 2023, la revista francesa Challenges calculó la fortuna de Armando Pereira en 1.600 millones de euros.
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