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Grifols negocia la captación de 1.400 millones para reducir su deuda

El fabricante de hemoderivados modificaría su participación en Shanghai RAAS en una operación que le dispara en Bolsa

Dani Cordero
Grifols
Sede del fabricante de plasma Grifols, en Sant Cugat del Vallès.ALBERT GEA (REUTERS)

El fabricante de hemoderivados Grifols vuelve a protagonizar una agitada jornada bursátil, con subidas que a mediodía se situaban en torno al 8% después de haberse relajado. El origen de esa subida está en unas negociaciones que lleva a cabo la compañía para captar en torno a 1.388 millones (1.500 millones de dólares es la cifra comunicada) y rebajar su deuda, tal y como se ha comprometido con sus accionistas. Según ha comunicado a la CNMV, la operación tendría repercusiones sobre su capital en Shanghai RAAS, la compañía asiática de la que es el primer accionista con un 26,2% del capital.

El escueto comunicado remitido al regulador no da pistas sobre cómo se ejecutará la operación, pero sí confirma que se ha comunicado a Shanghai RAAS la existencia de esas negociaciones y que su ejecución comportará “modificaciones en la estructura accionarial”. También advierte que el plan está todavía “en planificación y existen aún incertezas en torno a la misma”. Previsiblemente, esos ingresos se lograrían a través de la venta de un paquete de acciones de la sociedad china, con una capitalización bursátil de 47.051 renminbis chinos (poco más de 6.000 millones de euros al cambio actual).

Tras años de expansión con la adquisición de centros de recogida de plasma y otras empresas de investigación, Grifols se encuentra en un momento de consolidación y, sobre todo, de digestión de la abultada deuda que ha acumulado. Una de las palancas de ese cambio ha sido la reducción de costes, pero el otro está enfocado a la búsqueda acelerada de capital que le permita conseguir cuanto antes el objetivo de situar el endeudamiento por debajo de cuatro veces el Ebitda. A finales del pasado año esa deuda alcanzaba los 9.191 millones, 7,1 veces el beneficio bruto operativo, agravada por el nuevo contexto de subida de tipos de interés.

Ese múltiplo está detrás de la crisis de cotización de la que no ha logrado librarse Grifols en el último año. Como señal de cambios en la gestión, el grupo controlado por la familia Grifols apartó a los miembros de esta de los principales cargos de la compañía. Desde el pasado mes, Thomas Glanzmann, aupado a la presidencia en octubre, asumió también el cargo de primer ejecutivo, relegándolos hasta entonces consejeros delegados, Víctor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura, a otras posiciones inferiores. La voluntad, expresada entonces, fue ”simplificar” la gobernanza.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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