Los expolíticos ganan peso en las patronales
La entrada de antiguos representantes de Unió en la catalana Foment pone de relieve la presencia de estas figuras dentro de las organizaciones empresariales
La incorporación de excargos políticos dentro del organigrama de las organizaciones empresariales es una práctica recurrente por parte de las patronales, pero que ha tomado más fuerza en los últimos años. Los contactos y la influencia forjados durante años por este tipo de figuras suponen un aliciente a la hora de reforzar las estructuras de los organismos que velan por los intereses del empresariado. Tras la llegada de Antonio Garamendi a la presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en 2019 —un cargo que mantendrá hasta 2026—, se produjo el fichaje de la exministra de Empleo en el Gobierno de Mariano Rajoy, Fátima Báñez, para dirigir la Fundación, y el nombramiento como vicepresidente de la organización y responsable del Instituto de Estudios Económicos de Íñigo Fernández de Mesa, ex secretario general del Tesoro y de Economía con el PP. Pero ha sido en la catalana Foment del Treball donde esa irrupción de expolíticos, en este caso vinculados a la antigua Unió Democràtica, ha sido más evidente.
Báñez y Fernández de Mesa, que han adquirido un peso significativo (y algo polémico) dentro la organización con sede en la calle de Diego de León, número 50, de Madrid, no son las únicas con un pasado político afín al Partido Popular dentro de la CEOE. José Luis Ayllon, actual director del Departamento de Asuntos Públicos y Relaciones con las Cortes de la confederación, fue director del Gabinete del Presidente del Gobierno con Mariano Rajoy; y anteriormente, entre 2011 y 2018, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes en el Ministerio de la Presidencia. En su currículum político acredita, además, 18 años —entre octubre de 2001 y mayo de 2019— como diputado por Barcelona del Partido Popular.
Otros nombres que presentan un recorrido político —de menor calado que los anteriores, pero igualmente relevantes— son los de Marta Blanco Quesada, actual presidenta de CEOE Internacional, y que entre 2011 y 2013 fue directora de Gabinete de la Secretaria de Estado de Comercio, además de dirigir Turespaña (el Instituto de Turismo de España) y directora General de Turismo de la Comunidad de Madrid (todos ellos bajo la gobernanza del PP); y María Teresa Gómez Condado, exsecretaria del Ministerio de Ciencia e Innovación entre 2008 y 2009, en este caso con José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) al frente del Gobierno.
Una de las confederaciones territoriales con mayor peso y capacidad de influencia dentro de CEOE es la patronal madrileña (CEIM), cuyo presidente, Miguel Garrido de la Cierva (que también ostenta el cargo de vicepresidente de la organización nacional), fue viceconsejero de Empleo y de Economía e Innovación Tecnológica, consejero de Medio Ambiente, presidente de la empresa pública Canal de Isabel II y durante nueve años director gerente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid.
Despliegue catalán
Un buen referente de expolíticos convertidos al mundo patronal es el de la organización catalana Foment del Treball. Josep Sánchez Llibre asumió la presidencia hace más de cuatro años con el objetivo de modernizarla y darle otro talante. Desde entonces, el expolítico (empresario a través de Conservas Dani, propiedad de su familia) se ha rodeado de personas de su confianza, la mayor parte de ellos procedentes de la extinta Unió, la formación democristiana con la que Convergència gobernó Cataluña durante más de dos décadas y que desapareció en 2017. El mayor ejemplo es el de Jordi Casas, mano derecha de Sánchez Llibre desde el cargo de jefe de gabinete. Casas fue concejal, diputado en el Parlamento catalán y en el Congreso, y senador, además de delegado de la Generalitat en Madrid. Siempre por Unió.
En la ejecutiva de Sánchez Llibre también constan otros miembros de Unió: Benet Maimí (exdiputado del Parlament) y Salvador Sedó (eurodiputado por Unió y actual miembro de Units per Avançar, la formación sustituta). Asimismo, en su estructura tienen espacio otros históricos de la formación democristiana, como Xavier Nolis o Fèlix Riera, coordinador de la Societat Barcelonesa de Estudis Econòmics i Socials.
Asimismo, el presidente de Foment creó un consejo asesor, formado por personas sin remuneración, en el que ha incluido a perfiles de un espectro político más amplio, que van desde los exconsejeros de la Generalitat Elsa Artadi (Junts) y Carles Mundó (ERC) y Antoni Isac (Unió). En ese grupo también figuran el exministro Valeriano Gómez, en este caso por el PSOE. A todos esos nombres se suma el de Josep Antoni Duran Lleida, máximo responsable de Unió, quien tiene un convenio con Foment para que sus instalaciones alberguen una entidad que preside, la Academia Europea Leadership. Además, Duran Lleida fue nombrado el pasado mes de marzo presidente de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas).
La otra patronal catalana, Pimec, también protagonizó un fichaje en el ámbito político en 2021, cuando ungió a Josep Ginesta como secretario general, número dos de la organización. Ginesta acababa de salir del Gobierno autonómico, donde había ocupado el cargo de secretario de Trabajo, nombrado por ERC. La posición de Giensta no es menor. Durante su presencia en la Generalitat participó activamente en las conversaciones que llevaron a que Pimec lograra, avalado por una sentencia judicial, un mayor peso patronal en la mesa de diálogo social de Cataluña.
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