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El Silicon Valley Bank protagoniza la mayor caída de un banco en EE UU desde la crisis financiera

La entidad, especializada en préstamos a emprendedores y pequeñas tecnológicas, ha sido intervenida por los reguladores

Un empleado del Banco de Silicon Valley habla este viernes con clientes de la institución, cuyo cierre ha sido comunicado esta mañana.Foto: JEFF CHIU (AP) | Vídeo: AP
Luis Pablo Beauregard

Los reguladores bancarios estadounidenses han intervenido en la mañana de este viernes el Silicon Valley Bank ante la veloz fuga de depósitos que sufría. La intervención de la entidad con sede en California, que tiene como principales clientes a emprendedores y empresas tecnológicas de su estado y de Massachusetts, acaba con dos días de incertidumbre en los que sus acciones se desplomaron en Bolsa, después de que se dieran a conocer sus planes para ampliar capital y la venta en pérdidas de una importante cartera de bonos para no quedarse sin liquidez.

La súbita quiebra de la institución, la décimo sexta más grande de EE UU, ha traído a la memoria de los analistas lo peor de la crisis financiera que estuvo en el origen de la Gran Recesión. Aunque poco conocido internacionalmente por su labor más enfocada a las empresas, se trata de la segunda mayor caída de un banco estadounidense, solo por detrás de Washington Mutual, que colapsó en 2008. En medio de la crisis, los reguladores han tratado de dar certezas. “Todos los depositantes asegurados tendrán acceso completo a sus depósitos asegurados no más allá del lunes 13 de marzo de 2023″, ha indicado la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), el organismo público que desde hoy controla a la entidad financiera creada en 1982.

Cientos de personas han acudido a las oficinas del banco a lo largo de la mañana de este viernes para retirar su dinero. Dor Levi, uno de los altos ejecutivos de Lyft estaba entre ellos, según el periodista Eric Newcomer. El empresario acudió a las oficinas de Manhattan del banco, pero la entrada le fue impedida. La empresa pidió ayuda a la policía de Nueva York. Los temores entre los usuarios habían crecido en los últimos días, cuando se había informado que el banco se había acercado a Goldman Sachs para que este auxiliara con una venta de acciones por 2.000 millones de dólares. La operación se intentó llevar en secreto, pero al conocerse los usuarios acudieron a sacar su dinero. Esto hizo que la cúpula del banco buscara rápidamente un comprador este viernes, pero los reguladores bancarios intervinieron para no dejar correr más tiempo.

Los no asegurados, es decir, todos aquellos con más de 250.000 dólares en sus cuentas (234.000 euros al cambio actual), lo tendrán más complicado: recibirán un anticipo la próxima semana, y un certificado donde se indique el montante restante de sus fondos. Cuando se vayan vendiendo activos del banco, irán cobrando más, aunque ahora mismo nada garantiza que vayan a recuperarlo todo. Todavía se desconoce cuántos afectados hay, pero a 31 de diciembre de 2022, el banco contaba con unos 209.000 millones de dólares en activos (196.000 millones de euros) y 175.400 millones en depósitos.

La FDIC ha informado que se ha generado otra institución bancaria, el Banco Nacional de Santa Clara, para absorber los clientes y cuentas del Silicon Valley Bank. “Al momento del cierre, la cantidad de depositantes que excedían los límites de la cobertura del seguro era indeterminada”, afirma el comunicado. La cifra estará disponible en los próximos días, una vez que el banco de Santa Clara obtenga la información adicional de las cuentas y contacte a los clientes. La FDIC ha solicitado a todos aquellos depositantes con saldos superiores a los 250.000 dólares que se comuniquen con ellos directamente por teléfono. Es poco probable que la nueva institución pueda devolver pronto su dinero a los mayores clientes del Silicon Valley Bank.

Para tranquilizar a los clientes del banco, el regulador ha informado de que las oficinas centrales del Silicon Valley Bank y todas sus franquicias reabrirán sus puertas el lunes. También estarán disponibles los servicios de banca en línea y las aplicaciones.

El caso no solo trae de nuevo a un primer plano la crisis financiera. También ha sido la primera caída de un banco en 2023. Para encontrar el precedente más próximo hay que remontarse a octubre de 2020, cuando cerró el Almena State Bank, de Kansas, aunque por su menor tamaño, sus implicaciones fueron menores, a diferencia del Silicon Valley Bank, que ha provocado que los cuatro grandes bancos se dejaran 52.000 en los últimos días y descensos en las Bolsas de todo el mundo.

La quiebra del banco es un duro golpe para el corazón tecnológico de California, que es a su vez uno de los motores más importantes de la economía local. El Silicon Valley Bank se encontraba en el epicentro, en una zona cuna de start ups. Logró posicionarse como una institución boutique y altamente especializada en un entorno lleno de adversidades, como las que afrontan los empresarios en sus primeros años, cuando es difícil conseguir préstamos ante la falta de ingresos. Entre sus clientes tenía, entre otros, a los fondos de capital de riesgo Andreessen Horowitz e Insight Partners; a Beyond Meat, una empresa de carne artificial que salió a Bolsa hace tres años; el gigante de la comunicación Discovery.

En su más reciente perfil público para atraer clientes, publicado el pasado mes de enero, el Silicon Valley Bank aseguraba prestar sus servicios a cerca del 50% de las compañías estadounidenses financiadas con capital de riesgo. Entre sus clientes principales estaban las startups enfocadas a la salud. Estas representaban el 44% de su cartera el año pasado. La cifra representaba una caída respecto a los años anteriores. En 2015, los ejecutivos presumían negocios con el 65% de las compañías de emprendimiento.

La estrategia entonces era convertirse en el primer banco, aquel en el que los nuevos empresarios maduraban sus proyectos hasta que estaban listos para dar el salto a instituciones más grandes. En la década pasada, la institución había mostrado un crecimiento sostenido, ampliando su capacidad de préstamo un 25% cada año desde 2012. Esto los llevó a trascender sus fronteras naturales de San Francisco y Boston, los principales entornos para las empresas. El dinero del banco también respaldó proyectos de compañías de Canadá, China, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Israel, Suecia y el Reino Unido.

Aunque sí la más grave, esta no ha sido la única etapa de turbulencias para el banco. En 2001 las acciones perdieron el 50% de su valor cuando reventó la burbuja tecnológica. En más de dos décadas, sin embargo, lograron remontar y fueron la primera entidad bancaria para más de 660 unicornios, empresas emergentes que tienen una valuación de más de 1.000 millones de dólares. Ahora, su nombre se une al de otros bancos caídos mientras analistas, inversores y autoridades vigilan posibles contagios.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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