El beneficio de los cuatro mayores bancos de EE UU cayó un 25% en 2022 por el deterioro de la economía

Los despidos han vuelto a Wall Street. Los recortes de plantilla puestos en marcha por Goldman Sachs y Morgan Stanley son un indicio de que el negocio flojea. Los grandes bancos de Estados Unidos han cerrado 2022 con fuertes caídas de sus beneficios. Aunque las subidas de los tipos de interés aprobadas por la Reserva Federal están impulsando la línea de ingresos, el deterioro de la economía está obligando a los bancos a hacer más provisiones para impagos. A eso se suma el hundimiento de los ingresos del negocio de banca de inversión ante el parón de las fusiones y adquisiciones.

Este viernes han presentado sus cuentas del cuarto trimestre y de cierre del ejercicio los cuatro mayores bancos por activos: JP Morgan, Bank of America, Citi y Wells Fargo. Todos ellos vieron caer sus ganancias en el año tras un 2021 en el que pudieron liberar provisiones del año de la pandemia que no fue necesario utilizar. Las cuatro entidades ganaron un total de 93.321 millones de dólares en 2022 (unos 86.200 mllones de euros), un 25% menos que el año anterior. Es un recorte de 30.000 millones de dólares en el beneficio conjunto.

JP Morgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos, ganó 37.676 millones de dólares en 2022, un 22% menos que el año anterior, pese a un aumento del 6% de los ingresos netos, hasta los 128.695 millones de dólares. La diferencia se debe a que en 2021 liberó provisiones por 9.256 millones y ahora ha tenido que dotarlas por 6.389 millones. El cálculo de las provisiones necesarias para hacer frente a impagos depende, entre otros factores, de las perspectivas económicas. El escenario central de JP Morgan es que haya una “suave recesión” en 2023, según ha afirmado este viernes.

Con todo, el impacto de las subidas de tipos y del aumento de los ingresos ha empezado ya a pesar más que el juego de las provisiones. JP Morgan logró elevar un 6% los beneficios en el cuarto trimestre, hasta los 11.008 millones de dólares y Bank of America también ha mejorado un 1,7% el suyo, hasta 7.132 millones de dólares. En el conjunto del año, sin embargo, el beneficio de Bank of America cae un 14%, hasta 27.528 millones de dólares. La caída se debe de nuevo al aumento de las provisiones, mientras que los ingresos van viento en popa y aumentan un 7%, hasta 52.462 millones, pese al pinchazo en banca de inversión.

En el caso de Citi, en cambio, el beneficio ha seguido cayendo en el cuarto trimestre. En el conjunto del año, el banco ganó 14.845 millones de dólares, un 32% menos que el año anterior, debido en este caso no solo a las provisiones sino también a un crecimiento un poco más débil de los ingresos.

La mayor caída de las ganancias la ha sufrido Wells Fargo, que ganó 13.182 millones en 2022, un 39% menos que el ejercicio anterior. En su caso, suben con fuerza los ingresos por intereses, pero se desploman el resto de ingresos por la mala evolución de las filiales de capital riesgo y capital inversión; el impacto de las desinversiones, menores márgenes de originación de hipotecas y la caída de las comisiones en gestión de activos y banca de inversión, entre otros factores. Así, sus ingresos totales cayeron un 6%, hasta 73.785 millones de dólares en 2022. A eso se suma que el banco sigue arrastrando indemnizaciones y gastos legales por prácticas del pasado lo que, junto con las provisiones, ha hecho caer el resultado neto. El cuarto trimestre ha sido especialmente malo, con una caída del beneficio del 50%, en parte porque en el mismo periodo de 2021 se apuntó plusvalías extraordinarias por desinversiones.

Goldman Sachs y Morgan Stanley presentan resultados la semana próxima, pero las cosas no pintan mejor. Goldman ha puesto en marcha esta semana su mayor ronda de despidos desde la crisis financiera (unos 3.200 empleos) por el desplome de los ingresos en banca de inversión. Este viernes ha anunciado que ha acumulado unas pérdidas de 3.000 millones de dólares desde 2020 en su apuesta por el negocio de financiación de consumo. Morgan Stanley, que también ha recortado plantilla, acumulaba una caída del beneficio del 22% en los primeros nueve meses del ejercicio.