El BIS advierte de la amenaza global de más de 75 billones de euros en productos financieros opacos
El organismo con sede en Basilea avisa de la “deuda oculta” derivada de las operaciones con divisas que están fuera del balance de la banca
El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) ha advertido este lunes de la amenaza de una “deuda oculta” de 80 billones de dólares (76 millones de euros) en productos financieros, según la Encuesta Trienal de Bancos Centrales 2022. El organismo presidido por Agustín Carstens se refiere en concreto a los swaps en divisas, que quedan fuera del balance que publican los bancos, lo cual explica que esa cantidad no figure en ninguna estadística oficial de deuda. El organismo también señala las “lecciones” que deja el episodio de turbulencias en el mercado británico, que destapó los “riesgos para la estabilidad financiera” por la forma en la que operan los fondos de pensiones.
El llamado banco de bancos centrales realiza un estudio a fondo de los mercados para identificar los mayores riesgos globales, que pueden estar fuera del radar de los supervisores regionales o nacionales. El BIS en esta ocasión pone la lupa en el mercado de divisas, que acusa una “mayor fragmentación” al haber cada vez más tratos bilaterales y menos negociaciones “visibles”. Entre otras cosas, por el auge de plataformas que ofrecen estas operaciones con menores costes.
El rastreo que ha llevado a cabo el BIS arroja un volumen de 80 billones de dólares que considera “ocultos”. “Es importante destacar que, dado que estas obligaciones son reportadas fuera del balance general, las estadísticas de deuda estándar no las capturan. Tal deuda en dólares se pierde”, apunta el informe. De esta cantidad, el BIS estima que 65 billones de dólares (61,7 billones de euros) están fuera de Estados Unidos: 26 billones están fuera del balance de firmas no bancarias, mientras que otros 39 billones están en entidades financieras de fuera del país con acceso limitado al crédito de la Reserva Federal.
Los mercados de swaps fueron críticos tanto durante la Gran Recesión como los días con mayor pánico financiero de 2020. El BIS advierte de que una buena parte de esos contratos están sujetos al riesgo de liquidación en un día determinado, lo cual considera que “podría debilitar la estabilidad financiera” al provocar fuertes pérdidas entre los agentes del mercado, por ejemplo, en caso de activarse de golpe.
Crisis del Reino Unido
El organismo con sede en Basilea analiza también cuál ha sido el comportamiento de los inversores en las últimas semanas. El BIS no ignora lo sucedido en el Reino Unido este otoño, cuando los mercados de deuda soberana de ese país se vieron agitados por el plan de recortes de impuestos de la ex primera ministra Liz Truss. En ese episodio fue determinante el papel de los fondos de pensiones, que volvieron a poner de manifiesto la existencia de la banca en la sombra. El banco examina la situación en EE UU o los Países Bajos y concluye que allí ese peligro es menor, porque esos instrumentos financieros están menos apalancados y más diversificados que en el Reino Unido.
El BIS destaca que, en los últimos meses, los mercados estuvieron sobre todo pendientes de la política monetaria de los bancos centrales para luchar contra la inflación. La expectativa de que los tipos de interés iban a subir —como finalmente sucedió— rebajó los rendimientos de la deuda soberana de los países e hizo que se revalorizase el dólar estadounidense.
Ese encarecimiento del dólar estadounidense —la moneda en la que se denominan contratos de energía y materias primas— supuso un duro golpe para muchos países que estaban lidiando con elevadas tasas de inflación. La moderación en las alzas de precios de los últimos meses ha permitido que los mercados de valores hayan recuperado pérdidas y el dólar cayera. “La depreciación reciente del dólar podría aliviar algunas de estas tensiones”, afirmó en un comunicado el asesor Económico y jefe de Estudios Hyun Song Shin.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.