Exceltur reclama al Gobierno que regule la “eclosión descontrolada” de los pisos turísticos
La patronal calcula que el 65% de las plazas perdidas durante la pandemia han vuelto al mercado, muchas de forma irregular
La oferta de viviendas turísticas vuelve a crecer con fuerza tras el desplome de la pandemia. El número de plazas en este tipo de alojamiento se ha recuperado entre 2019 y 2021: de las 113.000 plazas perdidas entre 2019 y mediados de 2021, un total de 73.894 han vuelto a este mercado en las 20 principales ciudades españolas, según Exceltur, que agrupa a las grandes empresas turísticas. Se trata de una “eclosión descontrolada”, en muchas ocasiones de pisos ajenos a la regulación, según la organización, que reclama al Gobierno que ponga coto al fenómeno por decreto.
Problemas de convivencia en los barrios, ruidos, reducción de la oferta de alquileres residenciales, subidas de precios de la vivienda, un modelo turístico de menor calidad… son algunos de los inconvenientes que genera la proliferación de los pisos turísticos, a juicio de Exceltur, que este miércoles ha presentado un estudio con datos sobre este negocio y su impacto en las ciudades y la economía.
En 2010 había 565 plazas en pisos turísticos en las 20 mayores ciudades españolas y en 2021 sumaban 247.849, a pesar del hundimiento de la pandemia (antes, en 2019, llegaron a un pico de 361.373), según el informe, elaborado con datos de AirDNA, la principal fuente de información de alquiler a corto plazo dentro de la industria turística, y el Instituto Nacional de Estadística. Entre 2010 y 2021, las plazas hoteleras se han mantenido más estables: de 326.615 a 389.779.
Madrid, Palma, Barcelona y Sevilla pusieron en marcha paulatinamente a partir de 2013 diferentes normativas para controlar este mercado, pero el nivel de cumplimiento en muy bajo, según Exceltur. “Como no controlemos el desmadre de los últimos años, va a determinar el modelo turístico español”, ha advertido en una rueda de prensa Gabriel Escarrer, presidente de la organización y consejero delegado de Meliá Hotels International. “Estamos ante una eclosión descontrolada”, ha rematado José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.
Reunión con Maroto
El sector se ha reunido con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para plantearle la necesidad de aprobar un decreto ley a nivel estatal que ayude a las comunidades y ayuntamientos, que se han encargado de regular este mercado, a reducir la litigiosidad e inseguridad jurídica que les hace muy difícil controlar los pisos irregulares. Una de las principales medidas es crear un contrato que firmen el propietario del piso y el cliente, como ocurre en los hoteles, y que deje claros sus derechos y obligaciones, para facilitar después pedir responsabilidades. Además, el sector quiere exigir a las plataformas que establezcan filtros para asegurar que los pisos ofertados cumplan la normativa, como pedir que suministren su número en el registro de pisos turísticos de la comunidad o ciudad.
“La ministra se ha mostrado muy receptiva y quería hablarlo con otros departamentos”, ha dicho Zoreda en relación al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que tiene competencias en vivienda. La intención de elaborar un decreto ley, y no de incluirlo en la nueva Ley de Vivienda que está en tramitación en el Parlamento, es para acelerar su puesta en marcha. “Que conste que no tenemos nada en contra de los pisos turísticos, solo queremos que se controlen más”, ha añadido.
Irregularidades en Madrid y Barcelona
Los datos difundidos por Exceltur dibujan un sector que crece con fuerza, pero que en ocasiones genera problemas y que es complicado de controlar. Por ejemplo, en Madrid se estableció en el Plan Especial de Hospedaje de 2019 que estos pisos tuvieran un acceso independiente a la calle, pero la mayoría de las cerca de 15.000 viviendas comercializadas en plataformas no lo tienen, según el estudio, sobre todo porque en un gran número de ocasiones se publicitan ofertas para habitaciones sueltas (7.576), que difícilmente pueden tener salida al exterior.
En el caso de Barcelona, el Ayuntamiento dio permiso en 2017 a 9.572 viviendas de uso turístico y se prohibieron las habitaciones, pero la oferta comercializada en plataformas indica que hay en el mercado 13.024 pisos y 9.656 habitaciones.
Los vecinos de los barrios turísticos de Madrid, donde precisamente Maroto se va a presentar como candidata a la alcaldía por el PSOE en 2023, son los que muestran un mayor malestar por los ruidos que generan este tipo de pisos, según una encuesta realizada por Exceltur. En general, los vecinos de las grandes ciudades de todo el país coinciden en su mayoría en que se ha encarecido el acceso a la vivienda y la vida en el barrio, además de ser fuente de problemas de convivencia.
Preguntado sobre el perfil de la persona que alquila estos piso, Escarrer ha dicho: “La mayoría de los usuarios vienen de vacaciones y es ese ocio el que dificulta la convivencia; hay gente viene a teletrabajar, pero es una minoría”.
Exceltur ha cuantificado el efecto de esta tipología de viviendas en la economía: hasta 2019 un 6% de la vivienda residencial salió del mercado para ser destinada al uso turístico y la población en esos barrios cayó un 2,7%. Si un hotel de tres o cuatro estrellas deja de media por cliente un gasto de 255 euros, en el caso de una vivienda turística se reduce a 161 euros.
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