La Plataforma suspende el paro indefinido de transportistas un día después de su inicio

La Plataforma Nacional en Defensa del Transporte por Carretera ha decidido suspender la huelga indefinida que inició este lunes en solitario en protesta por los presuntos incumplimientos de la ley que prohíbe trabajar por debajo de los precios de coste. “Desde este momento queda suspendido el paro nacional indefinido que dio comienzo en el día de ayer”, ha afirmado la Plataforma en un comunicado a primera hora de esta tarde tras reunirse su junta directiva.

La desconvocatoria se produce apenas 24 horas después del inicio de la protesta, tras el escaso seguimiento que ha provocado los paros, a que, a diferencia de la movilización que convocó la misma organización, apenas ha habido alteraciones en los nudos logísticos, los puertos o los pasos fronterizos, y el rechazo unánime del resto de asociaciones de transportistas.

Sin repercusión en las carreteras

La medida tampoco se ha dejado notar en el tráfico en las carreteras y la actividad en los grandes mercados mayoristas de productos frescos como Mercamadrid o Mercabarna también ha sido la habitual, y no se han producido problemas en la entrada de los camiones a las instalaciones, con la excepción de Mercajerez, en el que la policía tuvo que intervenir ayer ante la acción de los piquetes.

La Plataforma que lidera Manuel Hernández y que está integrada por pequeños transportistas autónomos y pymes, ha justificado este martes la decisión. “Nos hemos encontrado con una persecución, acoso y coacciones inconcebibles por parte de distintas autoridades, donde no se está respetando el derecho al paro y a su correspondiente información, como ampara la ley por parte de los organizadores”, según ha señalado en un comunicado.

La asociación argumenta además que se ha llevado a cabo “una campaña sin descanso de acoso y derribo por parte de cargadores, asociaciones del CNTC, sindicatos gubernamentales, algunos medios de comunicación y una parte concreta política, para intentar desacreditar intencionadamente todo lo posible y lo imposible las movilizaciones anunciadas”.

Para evitar que se produjeran incidencias en las carreteras, el Gobierno y las comunidades autónomas llevaron a cabo un despliegue de 50.000 agentes en todo el país, aunque apenas tuvieron que intervenir por la quema de neumáticos en algunos polígonos industriales. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) el tráfico de vehículos pesados de ayer fue en torno al 95% del habitual, aunque esa desviación no era achacable directamente a los paros, sino a la variación por otros factores como la actividad o el clima. Este martes, la tónica ha sido similar y apenas se ha dejado notar la huelga.

La convocatoria nacía casi muerta debido a varios factores. El principal es que el argumento principal de la Plataforma de que el Gobierno no está haciendo cumplir la normativa aprobada en agosto que impide que los transportistas trabajen a pérdidas apenas ha calado entre los transportistas. La mayor parte de ellos han saludado las medidas adoptadas por el Gobierno para poner fin a los paros de marzo. Entre ellas, además del decreto de agosto que prohíbe que los cargadores paguen a los transportistas por debajo de sus costes, el Ministerio de Transportes ha implementado ayudas directas por 900 millones de euros (2.500 euros por camión o 1.000 euros en el caso de furgonetas), y un descuento de 20 céntimos por cada litro de carburantes (hasta 4.200 euros por camión cada seis meses).

Asimismo, el Ministerio asegura que los servicios de inspección ya están actuando para garantizar el cumplimiento de la norma y aprobará en próximas semanas un plan de inspección 2023 para reforzar las actuaciones, ya que incluirá, por primera vez, una línea de actuación específica para el control de precios, morosidad y carga y descarga, de acuerdo con la normativa aprobada, tal y como adelantó EL PAÍS.

Otra de las razones del fracaso del paro ha sido el rechazo unánime que ha recibido del resto de asociaciones del sector. La convocatoria de la huelga fue rechazada por el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) en el que se integran las organizaciones mayoritarias de transportistas como CETM, Fenadismer, Astic o Uno, pero no así la Plataforma, y el único órgano de interlocución que reconoce el Gobierno. También habían apelado a no secundar los paros las principales patronales como CEOE o Cepyme y sindicatos como UGT.

El escaso seguimiento que tuvo ayer la marcha a pie en Madrid desde la estación de Atocha hasta la sede del Ministerio de Transportes, en la que apenas participaron 1.500 transportistas, también ha hecho cundir el desánimo entre los convocantes, que no han tenido más remedio que tirar la toalla.