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Bed, Bath & Beyond se hunde en Bolsa tras el suicidio de su director financiero

La compañía se queda con los puestos directivos clave sin cubrir en plena crisis

director financiero de Bed Bath and & Beyond, Gustavo Arnal
A la izquierda, el fallecido director financiero de Bed Bath and & Beyond, Gustavo Arnal, y a la derecha, una de las tiendas de la marca en la ciudad de Nueva York.RR.SS. / Getty Images
Miguel Jiménez

Las malas noticias se acumulan para Bed, Bath & Beyond. La firma minorista estadounidense de venta de productos de hogar y decoración está atravesando una crisis en la que el último y trágico capítulo ha sido el suicidio de su director financiero, Gustavo Arnal, al lanzarse del rascacielos donde vivía en Nueva York. El suicidio se produjo el viernes y la compañía lo confirmó este domingo, pero las acciones no habían vuelto a cotizar hasta hoy. Lo han hecho con un descenso del 15% en la apertura de la sesión.

Con la muerte de Arnal, Bed, Bath & Beyond (BB&B) se queda sin el ejecutivo que estaba tratando de resolver los problemas financieros de la compañía, sacudida por una fuerte caída de las ventas provocada por la inflación y los cambios en los hábitos de consumo de los estadounidenses. A eso se han unido errores de estrategia y ejecución de la propia empresa.

Arnal fue fichado en 2020 procedente de Avon, donde había participado en una reestructuración exitosa de la empresa. Había liderado las negociaciones para refinanciar la deuda de BB&B y en el diseño de un plan de recortes que implicaba el cierre de 150 tiendas y el despido del 20% de la plantilla. El plan contempla también una posible ampliación de capital, cuyo anuncio provocó fuertes caídas de la acción. Arnal había vendido una parte de sus acciones de la compañía antes de ese anuncio, lo que había originado una demanda por parte de inversores que le acusaban de uso de información privilegiada.

La pérdida del directivo es aún más grave para BB&B porque la compañía está también buscando un nuevo consejero delegado. La compañía despidió a Mark Tritton en junio y desde entonces el puesto lo ha ocupado de forma interina una consejera independiente, Sue Gove, que ni siquiera se dedica a ello a tiempo completo y que se apoyaba mucho en Arnal, que ejercía como número dos de la compañía.

El ejecutivo nacido en Venezuela, de 52 años, murió el pasado viernes al caer desde su apartamento del icónico rascacielos de lujo de 50 plantas del número 56 de Leonard Street, en Tribeca (Manhattan, Nueva York). El edificio es conocido por su peculiar estructura como la torre Jenga, en referencia al juego de bloques en el que hay que quitar piezas sin que se derrumbe la torre. Arnal cayó desde su apartamento del piso 18º. El ejecutivo no dejó ninguna nota ni le dijo nada a su mujer, que se encontraba en el apartamento en ese momento. Sin embargo, desde el principio la policía trabajó con la hipótesis de un suicidio y la oficina forense de Nueva York lo ha certificado finalmente como tal.

Sustituta provisional

La compañía ha encargado a la directora de contabilidad, Laura Crossen, que asuma temporalmente las funciones del director financiero fallecido. De ese modo, tanto la primera ejecutiva como la directora financiera ocupan sus puestos de forma interina. Crossen llevaba en su cargo de directora de contabilidad, en el que dependía de Arnal, solo dos meses, desde que dimitió el anterior responsable.

Bed Bath & Beyond ha estado bordeando la suspensión de pagos por sus problemas financieros, provocados primero por la pandemia y luego por los cambios de hábitos de consumo por la elevada inflación. Las noticias sobre cambios en el accionariado y sobre avances y retrocesos en las negociaciones para refinanciar la deuda han provocado violentos vaivenes en la cotización de sus títulos, que han entrado en la categoría de acciones meme, con precios más basados en modas, fiebres compradoras y sentimientos que en las cuentas de la empresa. El negocio de la compañía sigue sin remontar y en el último trimestre ha sufrido una caída de las ventas del 26%.

El valor en Bolsa de la empresa se situaba el viernes en 690 millones de dólares (una cifra ligeramente inferior en euros). La empresa ha perdido dos tercios de su valor en los últimos 12 meses y mucho más en la última década, pues llegó a valer más de 15.000 millones de dólares hace 10 años. En 2019, inversores activistas se hicieron con el control de la compañía en detrimento de sus fundadores, a los que acusaban de no haber modernizado las tiendas y de haber perdido las oportunidades de negocio asociadas al comercio electrónico.

Mark Tritton, un ejecutivo procedente del competidor Target, se puso entonces al frente de la empresa, apostó por la marca propia, algo que no convenció a los clientes, y además sufrió la pandemia y los atascos en la cadena de suministro. El consejo decidió prescindir de sus servicios en junio pasado. Con él salieron algunos ejecutivos más.

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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