Industria consigue un “principio de acuerdo” con los inversores para salvar al Grupo Siro
La reunión en el ministerio terminó de madrugada tras una oferta que evitaría el cierre de las fábricas
La jornada comenzó por la mañana en Venta de Baños (Palencia), trascurrió por la tarde junto a la consejería de Economía de Castilla y León (Valladolid) y terminó en el ministerio de Industria (Madrid) a las tres de la madrugada. Los más de 300 kilómetros y las muchas horas de tensión para los representantes del Grupo Siro tuvieron, o eso parece, final feliz: la ministra del ramo, Reyes Maroto, les aseguró un “principio de acuerdo” con el grupo inversor del que depende la continuidad de la fábrica galletera, que supone unos 3.000 empleos en la comunidad. Las condiciones, que prorrogan dos años más la planta de Venta de Baños sin los traslados primeramente planteados, se comunicarán este viernes a la plantilla y se votarán en asamblea el sábado con un objetivo: la supervivencia de Siro.
Esas bases de entendimiento se han conseguido tras días de pugna entre los sindicatos de la compañía y los inversores que planteaban adquirir la empresa. La estadounidense Davidson Kempner y la turca Afendis exigían un plan de competitividad que acarreaba el cierre de las instalaciones de Venta de Baños y el traslado de unos 200 empleados, a quienes acusaba de baja productividad y alto abstentismo, algo que han desmentido los comités, a las factorías de Aguilar de Campóo (Palencia) o Toro (Zamora). El comité, de UGT, renegaba de esta imposición y las multinacionales lanzaron un todo o nada, un órdago que el tesón de los portavoces de los trabajadores ha conseguido resolver minibús mediante. Este fue el medio de transporte utilizado este jueves para que la comitiva desplazada a la consejería de Economía, dirigida por Carlos Fernández Carriedo, acabara en la capital. Los vehículos los fletó la delegación del Gobierno de Castilla y León para que los empleados de Siro, junto a la delegada, Virginia Barcones, se pudieran sentar con la ministra de Industria, la vallisoletana Reyes Maroto, y esta les anunciara por fin ese “principio de acuerdo”.
Fuentes cercanas a una de las empresas inversoras interesadas en Siro avisan de que “esta oferta revisada representa una inversión financiera adicional de más de 12 millones de euros por su parte”, y presionan afirmando que “han agotado su capacidad de realizar mejoras adicionales”. Se trata de su “mejor y última oferta”, que brinda una “oportunidad de un futuro industrial y laboral sostenible para la empresa”. “Es imprescindible que las condiciones del plan de competitividad sean votadas favorablemente por todas las plantas, de lo contrario, no existiría la paz social para ejecutar el plan de negocio diseñado”, advierten estas fuentes, que detallan que “Siro no es una empresa sostenible a día de hoy ni desde el punto de vista financiero ni estratégico” por su estructura de costes y su “débil posición financiera”. La empresa tiene “potencial para convertirse en un líder del sector y para crear muchos puestos de trabajo en el futuro”, añaden.
La noticia, a falta de precisar los flecos, alivia en Venta de Baños (6.300 habitantes), cuyo alcalde, José María López (PSOE), apenas ha dormido. El regidor explica que los inversores han garantizado “en principio” que nadie salga de la fábrica ventabañense en dos años, que servirían “para reindustrializar, mejorar y ganar tiempo para reflotarlo”. Además, se ofrecen “bajas voluntarias, pero sin bajas obligadas”, medidas satisfactorias para un López que confía en que las asambleas ratifiquen este proyecto. El alcalde ha regresado a las seis y media de la madrugada tras acompañar en su coche particular a los convocados por Maroto: ”no podía quedarme tranquilo en mi casa”. Agradece el papel de Industria, aunque critica que la Junta “ha mareado la perdiz” y no ha aportado en la búsqueda de entendimiento.
La pugna partidista también ha jugado su papel en el futuro de Siro. La regidora de Aguilar de Campóo, María José Ortega (PP), valora ese “preacuerdo” y la perseverancia de la plantilla de la galletera mediante un “trabajo difícil y complicado”, si bien critica que el ministerio ha propiciado “situaciones bochornosas” como que los afectados tuvieran que desplazarse a Madrid para departir con Maroto, pues cree que debería haber sido a la inversa. Ortega reprocha que nadie del ministerio se haya dirigido a ella “jamás, jamás, jamás” y cree que el Gobierno autonómico ha sido quien ha “encauzado la situación”, aunque la propuesta definitiva ha llegado tras la mediación de Industria, tal y como ha reivindicado también la delegada del Gobierno en el territorio, Virginia Barcones.
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