La justicia rechaza la investigación a Sandra Ortega por estafa que pidieron cuatro bancos

La empresaria Sandra Ortega, la mujer más rica de España, se libra de momento de ser investigada por estafa. La Audiencia Provincial de A Coruña ha rechazado la petición de cuatro bancos —Deustche Bank, Abanca, Bankinter y Société Générale— que sostienen que la primogénita de los fundadores de Inditex, Amancio Ortega y Rosalía Mera, era conocedora de que su sociedad, Rosp Corunna, había garantizado con su patrimonio el pago de unos créditos concedidos al empresario madrileño Kike Sarasola, socio suyo en el sector hotelero a través de la firma Room Mate. El impago de aquellos préstamos, que nunca fueron cubiertos por Ortega, ha supuesto un perjuicio económico para los bancos que cifran en 150 millones de euros.

Sandra Ortega, dueña de un 5% de Inditex, sostiene que las garantías de pago de esos créditos de Sarasola los firmó a sus espaldas el exgestor de su fortuna, José Leyte, al que despidió en noviembre de 2020. De hecho, la petición de los bancos que ha rechazado la justicia se produjo en el marco de la querella que Ortega ha presentado contra Leyte, a quien acusa de falsear su firma en esos avales. La desconfianza de las entidades financieras sobre si la empresaria fue o no engañada realmente por su empleado estalló hace siete meses, cuando Leyte declaró en el juzgado de instrucción número 2 de A Coruña que falsificó la rúbrica de la hija del fundador de Inditex con su consentimiento, una práctica que según él era habitual pese a que Ortega es la administradora única de Rosp Corunna.

El auto emitido por la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, contra el que no cabe recurso, confirma la resolución dictada por el juzgado de instrucción que lleva la causa y que rechazó la admisión de la querella formulada por Deutsche Bank, cuyos argumentos secundan las otras tres entidades. Deutsche Bank sostiene que “resulta inverosímil que la administradora única de Rosp no tuviese un conocimiento total de la situación en Room Mate” y asegura que existe “un escenario de actuación defraudatoria por parte de la empresaria contra los bancos”. La entidad defiende que Ortega “conoce perfectamente, porque lo ha permitido y fomentado, que la mayoría de las firmas de las cartas de patrocinio han sido simuladas tanto por Leyte como por otros empleados de Rosp”, pero “decide aprovecharse de ello para intentar liberarse” de sus obligaciones de pago.

La Audiencia de A Coruña esgrime que la pretensión de los bancos de investigar a Ortega por una presunta estafa y estafa procesal dentro del procedimiento judicial en el que ella misma ejerce la acusación contra su exgestor conllevaría un enorme “grado de complejidad” y “dilación del proceso” en un sumario que ya acumula “varios miles de folios”. Y abre la puerta a que las entidades financieras actúen contra Ortega impulsando otro procedimiento posteriormente. “La mejor economía procesal”, esgrime la Audiencia, es la que deriva “del principio general de que cada delito dará lugar a la formación de una única causa”.

Solvencia económica

Los cuatro bancos que otorgaron créditos a Room Mate, la empresa hotelera en la que Sarasola y Ortega eran socios, están preocupados porque dudan de que Leyte, en caso de ser condenado, pueda hacer frente “a los importes estafados”. La Audiencia de A Coruña les responde a las entidades financieras que ese no es un argumento para investigar a la mujer más rica de España: “Los órganos judiciales no escogen a los querellados en función de su solvencia económica ni de los particulares intereses de otros”.

La primogénita de los cofundadores del imperio Inditex acusa de apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental a Leyte, quien gestionó la fortuna de Rosalía Mera, la madre de Ortega, desde el año 2000. Sostiene que falsificó su firma para beneficiar a Sarasola poniendo su fortuna como garantía de pago de varios préstamos que pidió la endeuda cadena de hoteles del madrileño y de la que la multimillonaria tiene un 30%. La querella señala como supuesta contraprestación a este apoyo una ventajosa opción de compra sobre una compañía de Sarasola que Leyte y su esposa firmaron en 2014, solo un año después de que Mera falleciese y su hija tomase las riendas de su patrimonio.