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El precio del gas baja a mínimos desde enero y ofrece un respiro en el mercado eléctrico

El megavatio hora baja este lunes hasta los 55 euros en el mercado español, la cuarta parte que a principios de marzo

Ignacio Fariza
Caida precio gas
Un buque metanero cargado con gas natural licuado, navegando hacia España en septiembre de 2019.

El 1 de enero. El primer día del año fue, también, la última jornada en la que los consumidores mayoristas españoles pudieron comprar gas natural a un precio menor que el de hoy. El coste por megavatio hora (MWh) de este combustible ha caído este lunes hasta los 55 euros en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), un 22% menos que en la víspera y notablemente por debajo de la media comunitaria en una jornada en la que la referencia europea —el mercado holandés TTF— ha permanecido cerrado.

Con este descenso quedan claramente atrás los niveles preguerra. También, y por mucho, los 221 euros que llegó a marcar el pasado 7 de marzo. Y la bajada permite a España pensar en un periodo de mayor calma —aunque siempre relativa— en el siempre tenso mercado eléctrico; mercado que depende en gran medida de lo que ocurre en su par gasístico. Los expertos, sin embargo, no descartan nuevas curvas y baches en los mercados del gas en España y en el resto de Europa: todo sigue, subrayan, en manos de Vladímir Putin.

¿Por qué esta reciente bajada en el precio del gas? Como siempre que se produce un movimiento de calado en el mercado, las razones no son una, sino muchas: desde los confinamientos decretados en varias ciudades de China para frenar los contagios de la covid-19 —que han reducido el consumo de gas en el país asiático y han redireccionado varios barcos metaneros (los que transportan gas) hacia Europa, presionando los precios a la baja—, hasta la subida generalizada de las temperaturas, que ha reducido el consumo, pasando por el mayor viento y sol en las últimas jornadas, que ha reducido la necesidad de gas para generación de electricidad.

“El mercado está reflejando la menor necesidad de gas natural para calefacciones”, constata Verónica Riviére, presidenta de GasIndustrial, la asociación que reúne a los mayores consumidores de este combustible. “También que, aunque todo sigue dependiendo de Rusia, el tema geopolítico parece algo más tranquilo”.

Este fuerte descenso en el precio tiene traslación directa sobre el mercado eléctrico, dadas las enormes interconexiones entre ambos: las centrales de ciclo combinado marcan, directa o indirectamente, el precio del megavatio hora un buen número de franjas horarias. Según los cálculos de Revuelta, incluso en un día con muy poco viento o sol, con el gas en el actual entorno de entre 55 y 60 euros por megavatio hora, la luz no debería rebasar los 150 euros en el mercado mayorista. Precios altos, muy altos en clave histórica, pero también mucho más bajos que los 280 euros de media en marzo, el último mes completo para el que hay datos —en lo que va de abril la media está en 197,4 euros—. El tope al gas propuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez a Bruselas —y que está a la espera de una respuesta del Ejecutivo comunitario en las próximas semanas— limitaría a 30 euros el coste del gas para los ciclos combinados y las plantas de cogeneración, y arrojaría un precio medio diario de la luz de unos 125 euros por MWh.

El precio actual, con todo, está lejos de los niveles que se podrían considerar lógicos en una situación “normal” de mercado. Por ponerlo en contexto histórico, los 55 euros de este lunes son muy similares a los que tocó el mercado ibérico durante el temporal de nieve y frío de Filomena, en enero del año pasado, y que constituyeron en su día un máximo histórico.

“Hemos bajado de 100 porque se ve que no vamos hasta faltantes, pero tampoco estamos en niveles de 20, que es hacia donde deberíamos tender. Si el mercado mundial estuviera bien balanceado, deberíamos estar moviéndonos en un rango de entre 15 y 35 euros por MWh”, apunta Javier Revuelta, experto energético de Afry. “Pero la batalla de los últimos meses por conseguir los metaneros disponibles ha hecho que se paguen precios que nada tienen que ver con el coste, sino con el que están dispuestos a pagar los consumidores para evitar un corte de suministro”.

Mercado muy tensionado

A medio plazo, Riviére no se atreve a cantar victoria —de hecho, prevé ligeras subidas a partir del martes, cuando la Semana Santa quede atrás y el consumo empresarial regrese a los niveles habituales—, pero sí confía en no volver a ver más los 221 euros por megavatio hora alcanzados en marzo. En este contexto, los tubos que transportan gas natural de Rusia a Europa siguen trabajando a pleno rendimiento —”estamos lejos de que se interrumpa el suministro ruso”, resume Revuelta— y las reservas europeas (y, muy particularmente, las españolas) están en mejores niveles de lo que cabía esperar unas semanas atrás.

El experto de la firma especializada Afry tampoco descarta un regreso del gas a valores de triple dígito, a los que el Viejo Continente se ha acostumbrado, a la fuerza, en los últimos tiempos. “Lo más probable sigue siendo que volvamos a precios altos: el mercado europeo sigue muy tensionado, en verano siempre hay menos generación eólica e hidroeléctrica, y eso hace que se tenga que tirar más de ciclos combinados. Y basta que Putin diga una frase para que se vuelva a disparar”, apunta por teléfono. “Todo, siempre y cuando no se interrumpan por completo las compras de gas ruso, que eso sí dispararía los precios y que llevaría a Alemania y a Europa Central y del Este a un grave problema de suministro”.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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