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El tripartito alemán rebaja los impuestos a los carburantes dentro de un paquete de ayudas milmillonario

El Gobierno de Scholz acuerda desgravaciones fiscales, ayudas directas a las familias y transporte público a 9 euros al mes

Elena G. Sevillano
El canciller alemán, Olaf Scholz, el jueves en Bruselas.
El canciller alemán, Olaf Scholz, el jueves en Bruselas.Europa Press

Hicieron falta 11 horas de negociación, renuncias a propuestas anunciadas públicamente y cesiones a regañadientes, pero al final el tripartito alemán llegó a un acuerdo para sacar de nuevo la chequera y diseñar un paquete de ayudas milmillonario que alivie el encarecimiento de la energía. Hay medidas de todo tipo: desde desgravaciones fiscales hasta ayudas directas a las familias pasando por una drástica reducción del precio del transporte público durante tres meses. Se calcula que costará unos 15.000 millones de euros.

Berlín sigue la estela de Francia, que hace unos días anunció una rebaja de 15 céntimos por litro de combustible. También hará un descuento en los precios que pagan los conductores, que se dispararon por encima de los dos euros el litro a principios de marzo, llegaron al pico a mitad de mes y han vuelto a descender, pero sin bajar ya de los dos euros. La modalidad elegida es la reducción de los impuestos sobre los carburantes. Una vez aplicada, el litro de gasolina costará 30 céntimos menos y el de diésel, 14. Socialdemócratas y verdes no han aceptado la propuesta del ministro de Finanzas, Christian Lindner, que pretendía una rebaja mayor y directa: quería que las gasolineras descontaran entre 30 y 40 céntimos a los conductores y después pasaran la factura al Estado.

Otra de las medidas es un pago único y generalizado de 300 euros destinado a compensar los costes de calefacción y electricidad. Siguiendo el mismo procedimiento que se usó para aliviar a las familias durante la pandemia, todos los contribuyentes recibirán ese importe cuando hagan la declaración de la renta. Las familias también contarán con una ayuda directa de 100 euros por hijo y, en los casos de personas que se benefician de prestaciones sociales, recibirán un pago extra único de 100 euros que se suma al que se aprobó, hace un mes, en el primer paquete de ayuda para compensar el aumento de los precios de la energía.

Carrera para independizarse de Rusia

La decisión coincide con la reunión del Consejo Europeo, la OTAN y el G7 en Bruselas este jueves y viernes, con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como invitado extraordinario, para acordar nuevas sanciones contra el régimen de Vladímir Putin. Con las importaciones energéticas de Rusia en el punto de mira, Alemania es uno de lo países que rechaza cortar esos lazos por el efecto económico y social que acarrearía. El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció cuál era su postura antes de viajar a Bruselas y este viernes el ministro de Economía, Robert Habeck, ha explicado que Berlín está pisando el acelerador para reducir su dependencia energética de Rusia. Las importaciones de petróleo se reducirán a la mitad a mediados de este año, ha anunciado, para seguir descendiendo hasta ser prácticamente anecdóticas a final de año.

El gas irá más lento: Berlín será “en gran parte independiente para mediados de 2024″, añadió el político de Los Verdes en una rueda de prensa. El Gobierno ha anunciado la construcción exprés de dos regasificadoras para recibir gas natural licuado y está examinando posibles ubicaciones, en el mar del Norte y el Báltico, para instalar terminales flotantes que puedan estar operativas rápidamente, incluso el próximo invierno. Según los últimos datos del Ministerio de Habeck, en 2020 Alemania importó el 55,2% de su propio consumo de gas natural desde Rusia.

Tarjeta de transporte mensual a 9 euros

Una de las propuestas más novedosas del nuevo paquete de ayudas, impulsada por Los Verdes, es la introducción de un billete de nueve euros al mes que permitirá usar todo el transporte público de cercanías. Funcionará durante tres meses y está pensado para incentivar a los conductores a dejar el coche en casa y pasarse al tren, el metro o el autobús en sus desplazamientos diarios. Actualmente, el abono mensual para moverse, por ejemplo, por la ciudad de Berlín cuesta 86 euros al mes, por lo que se trata de una rebaja considerable.

El anuncio de las nuevas medidas, este jueves, ha pillado por sorpresa a las compañías de transporte público locales. Según información del diario económico Handelsblatt, no fueron advertidas de esta iniciativa y tienen muchas dudas sobre cómo van a implementar el descuento. El ministro de Transportes, el liberal Volker Wissing, aseguró que el Gobierno federal reembolsará el precio de los billetes a los Estados, con los que aún tiene que discutir los detalles. “Queremos que el uso del transporte público sea especialmente atractivo en este momento y motivar a los ciudadanos a aprovechar la oferta”, aseguró.

Los Estados federados ya están exigiendo 900 millones de euros al Gobierno federal simplemente por el aumento de los costes de la energía y su impacto en el transporte local. Aseguran, según un borrador al que tuvo acceso Handelsblatt, que es la única forma de no trasladar el aumento de los costes a los pasajeros y arriesgarse a perder más usuarios en el transporte público.

Los líderes de los tres partidos se mostraron satisfechos con el acuerdo, que contiene medidas que contentan a los tres, pero en las que todos han tenido que ceder. Los Verdes, por ejemplo, no estaban de acuerdo con la rebaja del precio del combustible, porque desincentiva el ahorro y beneficia por igual a rentas altas y bajas. Para Lindner, líder de los liberales y ministro de Finanzas, el acuerdo demuestra la capacidad de acción del Gobierno. “Esta coalición cree que debemos proteger a las personas y a la economía en el corto plazo frente a estos enormes aumentos de precio”, aseguró a la salida de las negociaciones.

Solo una gota en el océano

El paquete de ayudas ha provocado reacciones muy variadas. El presidente de la asociación de cámaras de comercio, Peter Adrian, aseguró que “la reducción del impuesto a la energía durante tres meses es solo una gota en el océano” y recordó en un comunicado que los precios “históricamente altos” amenazan la existencia de muchas empresas alemanas. La economista Dominika Langenmayr escribió en su cuenta de Twitter que el paquete de medidas “no es malo, aunque es caro”. El pago de 300 euros “es un alivio muy generoso y, dado que es un ingreso sujeto a impuestos, es progresivo: aquellos con ingresos bajos se benefician más en términos netos”, añadió. El presidente del instituto económico Ifo, Clemens Fuest, dijo a la televisión pública que “la reducción del precio de la gasolina es un error” y criticó que las medidas son muy costosas fiscalmente y poco selectivas. “Habría sido mejor dar una ayuda específica a las pequeñas y medianas empresas con altos costes de combustible”, añadió.

El Gobierno alemán amplió hace unos días las ayudas para la calefacción que ya reciben en el país las personas de rentas bajas. Los beneficiarios del subsidio de vivienda —unos 2,2 millones de personas, según cálculos iniciales— recibirán ahora 270 euros si viven solos, 350 euros en el caso de hogares de dos personas y 70 euros extra por cada miembro más de la familia. Estas ayudas están destinadas a ciudadanos con bajos ingresos, como estudiantes o jubilados con pensiones reducidas, y suponen prácticamente el doble de lo inicialmente previsto por la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales en el pacto de coalición firmado el pasado diciembre.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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